Apolo
Conduzco en silencio, Athan a mi lado esta tenso, sé que en cualquier momento dirá algo, por eso no he puesto siquiera la radio, sin embargo, tampoco quiero presionarlo a que hable.
Había sospechado hacía mucho tiempo las preferencias de mi pequeño hermano, aunque se esforzaba en ocultarlo, salía con una que otra chica, tonteaba con ellas de la misma manera que lo hacíamos todos, pero al final del día era el único que se iba solo. En el momento en que, en nuestra última gira, el grupo telonero en Dallas tenía un miembro gay de inmediato tuvieron química y sin levantar sospechas ambos desaparecieron de la fiesta que montamos luego del concierto, nadie más se dio cuenta de eso, solo yo. En un inicio se me hizo un poco difícil aceptarlo, fue un golpe directo a las pelotas, pero joder era mi hermano, lo único que me importa es que sea feliz, el cómo no tiene importancia.
—¿Por qué no has dicho nada? — pregunta temeroso, quito mi vista de la carretera un segundo para verlo, aun mantiene la cabeza gacha, Phoebe le vendo la cabeza para evitar que la herida quedará expuesta al ambiente.
—Athan, no tengo nada que reprocharte si es lo que estas esperando — lo digo con sinceridad, soy consiente que mis hermanos piensan que soy un imbécil y he de reconocer que la mayoría del tiempo lo soy, pero es por que los quiero y siento que es mi responsabilidad el guiarlos.
—No entiendo, pensé que pondrías el grito en el cielo — su voz suena apagada, siento su vergüenza.
Muevo una mano del volante y le apretó ligeramente la pierna, consigo que levante su vista a mí, a pesar de que no quito los ojos de la carretera siento que me mira.
—Athan, lo único que me importa es tu felicidad, no me importa como sea — esta ojiplático — si tu estas seguro de tu decisión yo no haré nada más que apoyarte, antes que nada, eres mi hermano.
En cuanto llegamos a casa, todos salen a recibirnos y se preocupan por Athan, como es normal, Basha me dedica una mirada llena de interrogantes, las cuales no estoy dispuesto a contestar y se lo hago saber negando con la cabeza.
Nos sentamos todos en el salón y decido que es un buen momento para comentar con ellos la idea que se me ha ocurrido hacia pocas horas.
—He pensado que, dadas las circunstancias, sería bueno tomarnos unas vacaciones, aprovechamos para que Athan pueda descansar como se lo han mandado y de paso descansamos de toda esta locura.
Los primeros en regalarme grandes sonrisas son los gemelos, a su alma intrépida les encanta los viajes, Basha asiente contento, Athan no dice ni una palabra mientras que Neo se queda pensativo, observo a mi hermano menor, es una reacción poco común en él.
—Phoebe también está invitada — afirmo — por si lo iban a preguntar.
Ahora que veo a Neo sonreír ante la noticia se que he hecho bien en invitarla, aunque en el fondo sigue molestándome que mis hermanos nada tienen que ver en todo lo que haga por esa mujer.
—¿Dónde iremos? — es Athan quien hace la pregunta.
—A Santorini, han pasado cuatro años desde la última vez que vimos a los viejos, me ha parecido la ocasión perfecta.
Todos mis hermanos asienten sonrientes, todos amamos a nuestros abuelos por parte de padre, son maravillosos, cándidos y a la mar de divertidos a pesar de su edad.
En ese momento alguien llama a la puerta. Todos nos volvemos. Camino con paso firme hacia ella, es extraño que esto suceda, vivimos en un exclusivo habitacional, solo personas detalladas en una lista pueden llegar hasta nuestra villa.
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SAGA LUX I | El secreto de Apolo
RomancePhoebe ha llevado la vida que siempre planeo para ella, una buena casa, un buen empleo u un buen hombre, la vida perfecta, quizá demasiado. La hija, estudiante, empleada y novia modelo, se ha esforzado en todo para ser la mejor, pero se ha olvidado...