Apolo
Apenas quedan dos días para que regresemos a nuestras vidas caoticas a Los ángeles y comienzo a tener mis dudas de como manejaremos nuestra relación con Phoebe, por supuesto que no se lo he dicho, pero entre mis horarios y los suyos en el hospital no veo muchas oportunidades para que podamos estar juntos, y si a eso le aumentamos que la prensa va a estar tras ella acosandola para averiguar cuanto puedan de nosotros pues tenemos una bomba en proceso.
—No te ves muy bien hombre — comenta Basha sentandose frente a mi en la cocina, es temprano por la mañana, no he podido dormir pensando en nuestro regreso — que te tiene tan preocupado?
—No lo sé, solo estoy un poco ansioso por regresar eso es todo.
Me observa con los ojos entrecerados y niega con la cabeza, se levanta y se sirve una taza de cafe recostandose contra la encimera.
—Apolo dime la verdad.
Levanta una ceja y me mira interrogante.
—¿En qué momento te has convertido en el hermano mayor?
—Pues en el momento en que te has convertido en un puto adolescente, suelta, ¿qué te ocurre?.
Deja la taza de lado y se cruza de brazos. Ruedo los ojos resignado. Supongo que no me queda mas opción.
—Me preocupa lo que sucederá una vez regresemos a Los Angeles.
—Así que... te preocupa de que se reviente la jodida burbuja de felicidad en la que te has metido aquí —Asiento a regañadientes —. Y no se te ha ocurrido la brillante idea de contarle a tu querida novia, quien te recuerdo es una mujer perfectamente razonable.
—No quiero agobiarla con esto.
Rueda los ojos y suspira exhasperado.
—Pero si estás calato, primero entérate que estos secretitos comienzan a arruinar una relación, segundo hay formas, ni Phoebe ni tú son niños, si no tienen tiempo de verse en el día, genio, puedes ir a su casa o ella puede venir a la nuestra — ladea la cabeza — la prensa, estoy seguro de que aprenderá a manejarlos, de la misma manera que a las fans.
Paso mis manos por mi cabello, me cuesta admitir que no lo había pensado. Basha tiene razón hay muchas formas en las que podríamos encontrarnos.
—Hay un asunto que también me preocupa, antes de viajar Phoebe recibió uno de esos regalitos extraños.
Basha cambia de posición y se acerca a mi con preocupación.
—¿Animales mutilados?
Asiento.
—Demonios, eso si puede complicar las cosas, ¿has hablado con Phoebe de eso?
Niego con la cabeza.
—No desde que sucedió, parece que lo ha olvidado y no quiero hacerle pasar un mal momento hasta que no sea necesario, hablaré con ella antes de regresar.
—Me parece bien, ¿Quién se esta encargando de eso? —pregunta volviendose por su taza de café.
—Les deje a los muchachos averiguando y rastreando a quien envío el paquete.
—¿Te ha dado alguna respuesta?
—Ninguna, y eso no me gusta, la última ocasión que algo así sucedió supimos quien era el responsable en un par de días, pero ya son dos semanas.
Ambos permanecemos en silencio el resto del desayuno, en cuanto los demás comienzan a aparecer en la cocina, decido que es el momento de ir a hablar con mi chica.
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SAGA LUX I | El secreto de Apolo
RomancePhoebe ha llevado la vida que siempre planeo para ella, una buena casa, un buen empleo u un buen hombre, la vida perfecta, quizá demasiado. La hija, estudiante, empleada y novia modelo, se ha esforzado en todo para ser la mejor, pero se ha olvidado...