1. Una pequeña locura

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Capítulo 1: Una pequeña locura



Jueves 2 de octubre

Westerville, Ohio

-Lucy, ¿podrías venir a mi oficina por favor?- Preguntó a la chica que estaba sentada en su puesto de trabajo.

-Por supuesto Señor Hobbs- Dijo la chica levantándose de su asiento y mandándole una sonrisa cómplice. Lucy siguió a su jefe escaleras arriba, él le abrió la puerta educadamente y entraron al interior.

-Cierra la puerta Bob- Él obedeció al instante y al darse la vuelta se abalanzó contra la chica, la levantó y la sentó en el escritorio a la vez que le subía la falda y empezaba a besarla desesperadamente.

Jack y Lori seguían en sus puestos de trabajo siguiendo con la mirada su compañera de trabajo y a su jefe mientras desaparecían por el pasillo.

-Ya sabemos lo que van a hacer estos dos ahí arriba, ahora entiendo por qué la contrataron- Dijo Jack rodando los ojos en dirección a Lori.

-Y el porqué de su subida de sueldo. Ya se dará cuenta de que es un cerdo cuando no consiga todo lo que quiere...- le mandó una sonrisita a su compañero pero al instante cambió su cara al ver que Jack hacía una mueca de disgusto.-¿Que te ocurre?¿No me digas que te gusta Lucy?

-¿Qué? No, no, claro que no, es que no me encuentro muy bien, esta mañana he desayunado más de lo aconsejable, creo que voy a ir al baño- Jack se puso en pie.

-¡Oye! No puedes dejarme aquí con toda esta gente esperando- Lori lo miró con reproche pero dejó que se fuera. Al instante miró las personas que se iban acumulando formando una cola cada vez más larga y suspiró, ese era su trabajo pero no encontraba justo que la dejaran sola, de tres empleados había pasado a uno en menos de cinco minutos. Puso su cara más amable y se dirigió a una señora que estaba esperando su turno.-¿En que puedo ayudarla?

**************

Un coche gris estaba estacionado en el parking delantero del edificio, dentro había dos hombres vestidos completamente de negro. Cooper tenía los nudillos blancos de lo fuerte que apretaba el volante, respiraba pesadamente con la mirada al frente. En el asiento del copiloto estaba su hermano pequeño Blaine, que frotaba sus manos sudadas contra su pantalón y tenía la cabeza hacia atrás con ojos cerrados mientras escuchaba el repiqueteo de sus pies.

-¿No estás cansado de esto?- Preguntó Blaine aún sin abrir los ojos

-Quizás un poco, ¿Eso significa que te estás echando atrás? - Cooper seguía mirando el lugar y alrededores con nerviosismo.

-No, claro que no- Blaine miró a su hermano con una sonrisa nerviosa. -¿Pero y si algo falla?.

-Todo irá bien, saldrá perfecto como siempre.

-Sí, lo sé, pero no me culpes por pensar lo contrario- respiró una vez más profundamente -De acuerdo- dijo asintiendo para sí mismo -adelante.

Ambos chicos se coloraron sus respectivas máscaras, Blaine llevaba una marrón con cara de ratón, y Cooper una gris con la cara de un gato. El menor de los hermanos se giró al asiento de atrás y cogió una bolsa de tela negra. Seguidamente alcanzó un arma que estaba debajo de su asiento y se la colocó dentro del pantalón. Se miraron a los ojos una última vez, lo único que era visible de sus ojos. Sus respiraciones se escuchaban amortiguadas por el plástico de las máscaras.

-¿Listo Jerry?- Preguntó el mayor alzando el puño hacia su hermano.

-Por supuesto Tom- Respondió el menor chocando el puño con el de Cooper.

Aquí, ahora, contigo (Klaine) PAUSADA POR "ADIAD"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora