11. Una mala pregunta

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Capítulo 11. Una mala pregunta

Miércoles 12 de noviembre

Blaine arrugó la nariz al notar algo que le impedía respirar con normalidad y abrió lo ojos solo un poco. Lo primero que vio fue una mata de pelo castaña y sonrió al darse cuenta de que Kurt estaba fuertemente abrazado a él. Su cuerpo le obligó a volver a cerrar los ojos y disfrutar de esa sensación unos minutos más. Acarició la espalda de Kurt con los dedos trazando círculos mientras repasaba mentalmente todo lo ocurrido la noche anterior. Sí, había sido fantástico pero no podía permitirse que sus sentimientos interfirieran en la misión que debía llevar a cabo con su hermano. Debía alejar a Kurt de él o al menos intentarlo.

Kurt se despertó por las caricias y se removió un poco. En seguida se percató de que tenía un cuerpo debajo. Su mente trabajó demasiado rápido, no estaba acostumbrado a despertar acompañado, esa sensación era prácticamente nueva para él aunque debía admitir que no era del todo desagradable.

Kurt casi nunca dormía con sus conquistas. Normalmente cuando iba a casa de esos chicos y terminaba la sesión de sexo, se vestía rápidamente y salía de esa casa en busca de un taxi fuera la hora que fuera. Si de lo contrario el acto se realizaba en su propia casa, echaba a sus invitados rápidamente. Incluso algunas veces tenía que arrastrarlos hasta la puerta porque no querían irse.

El problema de Kurt era que no quería intimar demasiado con esos hombres si solamente se iba a acostar con ellos una vez ¿Para que compartir su cama y privarse de dormir cómodamente? Pero ahora mismo estaba dudando de sus propias palabras. El aroma de ese hombre era embriagador. No sabía si era por el hecho de que nunca se había despertado así o simplemente porque era Blaine. Blaine.

-Blaine...- repitió Kurt. Luego se dio cuenta de que lo había dicho en voz alta.

-Hmm... dime- dijo Blaine aún si abrir los ojos.

-Oh... pensaba que estabas dormido- dijo levantando un poco la cabeza para poder mirarlo. Se quedó embobado con la vista, Blaine era realmente guapo.

-Más o menos- abrió un ojo y vio la sonrisa de Kurt -¿Por qué sonríes?

-Por nada- dijo volviendo a apoyar la cabeza en el pecho de Blaine -Supongo que me he despertado de buen humor.

-Estoy seguro de que lo de anoche tiene algo que ver ¿Me equivoco?- Vio como Kurt negaba con la cabeza.

-Tengo hambre- dijo al escuchar su propio vientre rugir. Se levantó un poco avergonzado y se puso sus boxers. Bajo las escaleras a toda prisa, cogió un paquete de galletas con chocolate y volvió a la habitación. Se sumergió nuevamente bajo las sábanas, sacó una galleta y empezó a comer.

-¿Qué diablos estás haciendo?- preguntó Blaine horrorizado mientras lo destapaba.

-¿Qué?- dijo con la boca llena.

-¡Vas a dejar la cama llena de migas! ¡Luego pican y no hay quién duerma!- dijo reprobatoriamente. Pero la risa se le empezó a escapar al ver que Kurt lo miraba con los ojos como platos y se metía otra galleta en la boca -Sabes que es cierto.

-Pues las sacudes- dijo Kurt sentándose en la cama y dando manotazos al colchón. Pero las migas simplemente rebotaban y no se iban -Vale, esto no funciona -dijo riéndose de la cara de molestia de Blaine.

-¿Y si te sacudo a ti?- Cogió a Kurt por la cintura haciendo que soltara el paquete de galletas, lo puso boca abajo y le empezó a dar suaves azotes en el trasero -¡Esto es por las miguitas!

Aquí, ahora, contigo (Klaine) PAUSADA POR "ADIAD"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora