𝐌𝐈 𝐕𝐄𝐂𝐈𝐍𝐎 || 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 𝐕𝐞𝐥𝐚

03

Los días fueron pasando demasiado rápido, era aburrido aunque me la pasaba todo el día ordenando, limpiando y organizando el departamento, que parecía que no quería ser limpiado. Aun había cajas por doquier, ropa tirada, platos sucios, cosas esparcidas por el suelo. ¡Un completo caos! Como habían estado todas estas cosas en nuestra antigua casa, por dios parecíamos ratones. Mi hermano trabajaba desde las ocho de la mañana hasta las doce del día y de tres a siete de la tarde así que tenía toda la mañana y el resto de la tarde para mí sola, aunque sabía que por más que limpiara y ordenara para cuando él llegara estría todo hecho un desastre de nuevo.

El vecino y jugador de la Real Sociedad que en lo que a mí respecta estaba demasiado bueno para ser verdad, venía de vez en cuando por la tarde, para charlar o para ayudarme. Además de ser muy lindo, era muy simpático y me hacía reír demasiado.

-Realmente te gusta, Alex.

Opinó mi hermano mientras comíamos pizza en la pizzería de enfrente.

-No, tú no sabes mis gustos.

-En serio, ese chico Vela te tiene loca.

Lo miré entrecerrando mis ojos. Siempre sacaba las conclusiones que yo no quería oír o aceptar.

-¡No es cierto! Además, me lleva no se tres años o algo así. Y no, no me gusta. ¿Por qué siempre sacas esas conclusiones tan raras?

-¿Raras? ¿Es raro que te guste un chico? Oh, ¡por favor, Alex! Además, la edad no importa hermanita -Exclamó y comenzó a reírse mientras terminábamos nuestra cena no tan nutrí mental.

-¿Porque no eres un hermano normal? De esos que se pone celoso cuando su hermanita gusta de un tipo mayor.

Enarcó una ceja y se rió burlón. ¿Qué había dicho ahora?

-Admitiste que te gusta el vecino que nos regalara boletos gratis para los partidos.

Me reí cuando exclamó y levanto las manos.

Estuvimos un rato más hasta que decidimos volver al departamento. Era esa época del año en que no sabías si llevar suéter grueso o no llevarlo odiaba los cambios repentinos de temperatura.

-¡Odio este clima!

Exclamé Mientras intentaba abrir la puerta del recibidor pero mi mano estaba demasiado temblorosa como para introducir la llave en la cerradura. Era demasiado friolenta por eso no me gustaba esta época del año, porque no sabía si haría calor o frío y no precavia llevar un suéter grueso.

-Yo no entiendo porque no te abrigas como debes -Dijo mi hermano arrebatándome las llaves y colocándolas el mismo en la cerradura. cuando lo hizo me cedió el paso y ambos entramos al edificio caliente por la calefacción. Nos dirigimos a las escaleras y subimos -La próxima vez te pones una bufanda y otro suéter encima sino no sales. -me reprendió.

Me dio risa la forma en que lo dijo, por lo que comencé a reír bastante fuerte.

-No entiendo de que te ríes Alexa, al menos que estés pensando que el vecino...

Gire mi rostro para atrás intentando no cruzar la mirada con mi hermano cuando vi que venía Carlos subiendo las escaleras y le tapé la boca antes de que escuchase lo que mi hermano tenía que decir. André se sacudió pero no destapé su boca.

-Cállate. Ahí viene -Susurre en su oído y saque mi mano mordida y llena de saliva de mi hermano. Lo miré como si pudiese hablar con la mirada y sonreí antes de que Carlos se diera cuenta d e nosotros.

-Carlos, ¡Que onda! -Exclamó mi hermano riendo al verlo luchar con unas grandes cajas- ¿Necesitas ayuda! -quiso saber.

-No, yo puedo -Respondió casi sin aire.

"Hombres y su maldito orgullo" Pensé para mis adentros. Rodeé los ojos y me encaminé para ir a la puerta, mientras mi hermano se acercaba a Carlos para ayudarlo con la segunda caja que le obstruía la vista. Cuando me giré a verlos Carlos se giró y me miró serio, algo que me cohibió y solo pude sonreír.

Sentí sus ojos encima de mí, sentí los nervios naciendo desde mis pies y conquistando todo mi cuerpo, tenía miedo de lo que mi hermano pudiera decir. Quería decir algo pero no pude y seguramente mis mejillas estaban coloradas y lo peor aún es que André estaba detrás de él sonriendo maliciosamente y el parecía no estar comprendiendo.