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Estuvimos en silencio todo el viaje hasta que estacioné frente a una cafetería que había inaugurado a principios de Noviembre. Habia venido con Layla tenia un estilo hipster, tenía música de ambiente al estilo indie, tenia frases por todas las paredes, incluso si querías poner alguna te daban un sharpie y podías escoger algún sitio en las paredes para colocar alguna frase. Cuando estacione había comenzado a llover un poco lo cual hizo que al momento de bajarnos nos salpicamos un poco de agua para correr al local.

Cuando entramos, un aire caliente nos envolvió y la música era realmente agradable. Aun no habíamos cruzado ni una palabra desde que nos subimos al vehículo. Nos sentamos en una de las mesas que se encontraban al lado de una de las grandes ventanillas que daba a la calle. Enseguida vino un mesero y cada una pidió lo que quería. Por mi parte, pedí un capuchino.

-Estás muy callada, Alexa o por lo menos, eso es lo que siento. ¿Te encuentras bien?

¿Qué clase de pregunta es esa cuando ves a la persona llorar sola en medio de un puente? Sonreí amargadamente. Con ella, realmente, no podía hablar sobre el tema, así que tuve que inventar algo en el segundo siguiente.

-Creo que no estoy acostumbrada a estar sin mi hermano -Contesté. Aunque, realmente, la estaba pasando bien sin André, era verdad que lo extrañaba. Nunca habíamos estado separados por más de un par de horas. - Además, últimamente estuve con distintos cambios de humor, estoy bastante inestable, supongo que es por todo los cambios que hubo en este último mes.

El mesero llegó con nuestra orden, nos acercó a cada una su pedido y se fue. Shanik asintió mientras revolvía su café para que el azúcar se disolviera en él.

-Carlos me contó sobre eso -Respondió. Me sorprendí por el hecho de que Carlos y ella hablasen de mí, pero no le di demasiada importancia.- Supongo que es algo esperable. Em ¿y qué harás este año? Bueno, técnicamente, el año que viene. ¿Ya tienes pensado en que trabajar?

Negué con la cabeza y tomé el primer sorbo de mi café. Conversamos por un largo rato, me sorprendía el hecho de que era bastante parecida a Carlos en cuanto personalidad. Los gustos variaban un poco, debo admitir que me divertí bastante. Era una chica divertida y siempre tenía algún tema para entablar.

Cuando me preguntó por lo que me había pasado en la mano, tuve que inventar alguna estupidez que me habría podido pasar, pero teniendo en cuenta que yo era una gran torpe, no fue muy difícil encontrar una buena excusa.

Luego de una hora o tal vez dos, decidimos que era hora de salir de allí. Eran alrededor de las cinco de la tarde, el día estaba algo iluminado aun pero se notaba en el cielo que se acercaba la hora de que el sol, o lo que se veía de él, se ocultase para dejar lugar a la oscura noche, teniendo en cuenta que estábamos en invierno y que oscurecía más temprano.

Estábamos paradas fuera de la cafetería, yo estaba a punto de entrar a mi auto cuando ella finalmente habló.

- ¿Te molestaría llevarme a tu edificio? -Preguntó sonriéndome. Era obvio que quería visitar a Carlos y que claramente, no era para ir a mi casa. Asentí y entré al automóvil. Estacioné a una cuadra, pues no había espacio más cerca, y comenzamos a caminar.

- ¿Ya has leído el Libro? -Preguntó refiriéndose al regalo de Carlos. Negué simplemente una vez. Solo había estado cinco minutos, prácticamente, en mi casa durante todo ese día.

-Supongo que lo leeré esta noche -Contesté cuando ya estábamos a unos pasos de la puerta del edificio. Fue ahí cuando pudimos ver claramente la silueta de un chico.

-Es Antoine -Dijo Shanik identificándolo.

Supuse que llevaba más tiempo en conocerlo y que por eso podía reconocerlo a simple vista. Yo claramente, tenía que entrecerrar los ojos para poder identificarlo. Estaba parado al lado de la puerta de entrada, estaba bastante abrigado, con un suéter y la capucha puesta.

𝐌𝐈 𝐕𝐄𝐂𝐈𝐍𝐎 || 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 𝐕𝐞𝐥𝐚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora