Cuando entre en la casa vi a Elisabeth bajando de las escaleras, me acorde de lo que me dijo William esta mañana y me sentí culpable, el tenía razón, ellos no tenían nada que ver con los problemas entre mi papá y yo, no tenía porque tratarlos mal, eso me hacía ver cómo una perra malcriada sin corazón y sabía que yo valía más que eso.
-Elisabeth, quería pedirte perdón por lo de esta mañana, actúe mal con ustedes, los problemas que tengo con mi padre no tiene nada que con ustedes. Dije penosamente, ella me sonría compresiva.
-No te preocupes por eso, me imagino cómo debes sentirte, de repente tienes qué mudarte, cambiar de colegio, vivir con desconocidos, eso debió ser muy duro para ti. Me dijo acercándose a mí y tocándome el hombro. Su toque se sintió un poco raro y no pude evitar mover mi hombro, ella debió darse cuenta porque quito sus manos.
-Hmm, creo que voy a ir a tomarme una ducha y hacer mis tareas, nos vemos en la cena. Dije incomoda, ella me sonrió y asintió de la cabeza.Subí rápidamente hacia mi habitación y guarde mis uniformes en el enorme closet. Me tire en la cama, que día tan agotador, me quite las botas y me acosté de espalda y observé el techo, me puse a repasar el día de hoy, no fue tan mal como me lo esperaba, conocí a Luna y sus amigos y también conocí a Seth, lo único malo de este día fue el imbecil de Chad, ¿porque se encargaba de hacerle la vida imposible a Seth? Y ¿qué estaba escondiendo Seth?, no sé porque me interesaba tanto la vida de este muchacho, después de todo era otro niño rico del colegio, pero sentía que debía protegerlo, no sé si fue su mirada inocente o su cara de bebé que me atrapo, pero si volvía a ver a Chad molestándolo no me iba a controlar, juro por lo más sagrado que tenía que le iba golpear tan duro que ni su madre lo iba a reconocer. Y después me puse a pensar en los "príncipes" los niños privilegiados dentro de los otros niños privilegiados, algunos les tenían miedo, otros los admiraban pero de lo que sí estaba segura es que todos los respetaban y parecían mandar en el instituto, todavía no me acostumbra al echo que mi hermanastro era parte de ellos, la manera que me defendió esta mañana era inesperada, yo sabía que él no era una mala persona y que solo quería ser un hermano para mí, pero todavía no me sentía lo suficiente cómoda con él para otorgarle mi confianza. Y finalmente terminé pensando en Gaetano o el "gran rey" como lo llamaban, no me hacía una idea concreta sobre el, al final solo lo vi por medio minuto, pero mierda durante este medio minuto tuve la impresión que morí y fui al cielo solo para ver el ángel más hermoso que Dios hubiera creado, yo que generalmente no le prestaba atención a los chicos (por más hermosos que fueran) quede totalmente impresionaba y un poco intimidada por el.
Tenía que dejar de pensar en ellos, esperaba que duchándome y haciendo mis tareas me olvidaría de ellos, pero no fue así, me fue imposible dejar de pensar en todo lo que pasó hoy, menudo primer día. Termine de hacer mis tareas después de dos horas de puro fastidio, disfrutaba de las clases pero no de las tareas. Escuche unos suaves toques en la puerta, indique a la persona que pasara, era Sophie la hermanita de William.
-Mamá me dijo que te avisara que la comida está lista. Me dijo con su pequeña voz.
-Esta bien, bajo en seguida gracias. Le contesté, espere a que se fuera pero no fue así, ella se quedó parada mirándome fijamente, le iba preguntar si necesitaba otra cosa sin embargo, ella fue más rápida que yo.
-Eres tan hermosa, te pareces a una de mis princesas. Eso me dejo totalmente en shock, no me lo esperaba de ella.
-Gracias preciosa, tú también te ves como una princesita. Le contesté sonriendo y muriéndome de ternura.
-Pero ¿porque te ves tan triste? ¿Es por eso que siempre discutes con papa? ¿No nos quieres? No somos malas personas. Dijo con su cara tan inocente, eso me partió el corazón, me di cuenta que cada vez que discutía con mi padre, lo hacía en frente de ellos y como concluí esta tarde con Elisabeth, ellos no tenían nada que ver con mis problemas. Me acerqué a ella y me arrodillé para estar al mismo nivel que ella.
-No princesa, yo sé que no son malas personas, mira lo que pasa con papa y yo son cosas de adultos pero te prometo que no tienes nada que ver con ellos. Le dije acariciando su mejilla, entonces me sorprendió con un abrazo, fue un poco raro sentir su pequeño cuerpo contra el mío pero después decidí devolverle el abrazo.
-Entonces ¿quieres ser mi amiga? ¿Podemos ir a mi habitación después de comer para ir a jugar con mis muñecas? Por cierto tengo ochos años y todos mis dientes y un día seré una princesa, me lo prometió William y todos sus amigos. Y me agarro la mano jalándome hacia el comedor sin dejarme el tiempo de hablar. Al final ni intente contestarle y solo me contenté en escucharla, no pude evitar sonreír, esa niña me había robado el corazón.
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Forgiveness
RomanceAlgo de lo que está muy segura Coraline, es que la vida disfruta ponerla a prueba. No pasa un día sin que se pregunte cómo diablos está viva, lo único que la mantiene cuerda hasta ahora es mantener el control y bailar, pero de pronto su mundo se pon...