Pretty women

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P.o.v Gaetano

El golpe que recibí en la mandíbula me hizo caer al piso, limpie la mezcla de sudor y de sangre que se estaba formando en mis labios e intente recuperar la respiración.

-¿Qué te pasa hoy Isi? Te noto bastante distraído. Era mi guarda espalda coreano Park Hyun-Ki, también considerado como mi entrenador personal y mi hermano mayor. Era el único que me llamaba por mi segundo nombre o este caso el apodo de mi segundo nombre y era el único al cuál le permitía esta libertad.

A los nueve años era un niño bastante irritado, no soportaba a los adultos, no les tenía confianza, al único que aceptaba a parte de mis padres era mi chofer y primer guardaespaldas Ethien, su apariencia de abuelo loco ayudaba un poco. Me había encargado de espantar a cualquier niñera, guardaespaldas, profesor particular que me asignaban, era mucho más inteligente que ellos y no me agradaba ninguno de ellos. Eso fue hasta el día que conocí a Hyun-Ki o Kiki como le decía cariñosamente (era más para molestarlo pero bueno) el apenas tenía unos veinte años cuando lo vi la primera vez, no tenía experiencia como guardaespaldas, solo era un antiguo campeón de boxeo mixto que se había herido, también era la primera persona que logró ganarme en un juego de ajedrez, eso había frustrado el pequeño genio bastardo que era y lo desafiaba todos los días y todos los días me ganaba. Me abrí a él, le conté mi pasado y él se encargó de enseñarme a defenderme, me cuido y molesto como un hermano haría con su hermanito. Cuando les dije a mis padres y a él que lo aceptaba como mi guardián/niñera/instructor le hice saber claramente que era un contrato definitivo y hasta la muerte, en ese momento se había arrodillado delante de mí y había tomado un cuchillo que tenía en los bolsillos y se había hecho un corte en la mano*.
-Te juro por mi sangre siempre serte fiel y morir por ti si es necesario. Había dicho en aquel entonces.
-Eres bastante arcaico. Le había contestado para luego tomar el mismo cuchillo y también hacerme un corte en la mano. -También te juro mantenerme a tu lado y evitar que tengas que sacrificar tu vida por mí, con eso eres parte de la familia, ahora somos hermanos, nunca podremos traicionarnos, podré dedicarme a ganarte en ajedrez. Dije determinado.
-Dame todo lo que tienes Isi. Me había contestado sonriendo, mis padres no habían dicho nada y solo nos había observado sonriendo orgullosos.
-Esta mierda sí que duele. Había dicho moviendo la mano esperando aliviar el dolor.
-Señorito Bonasolli su lenguaje. Me había contestado mi madre furiosa a lo que solo le sonreí inocentemente.
-Te encargo tu primer trabajo Kiki, sálvame de esta bruja. Y me había escapado corriendo de mi madre.
-Gaetano ¿a quién llamaste bruja? Pequeño canalla regresa aquí. Había gritado mi madre.
-¿Kiki? Y ese apodo tan horrible Isidro regresa aquí, si te atrapo pequeño demonio.

Sonreí ante estos recuerdos, era una buena época, molestar a Kiki, conocer a los que ahora eran mis mejores amigos/hermanos, hacerle la vida imposible a mis profesores, era realmente una buena época.
-¿Isi? Dime que chica te tiene así, perdido en tu mundo. Me reconcentre en el momento presente y lo mire mal, después suspire pesadamente, al fin y al cabo no le podía esconder nada, a él no, me conocía más que nadie.
-Esa chica es extraña, digo no respeta a nadie, hace lo que le da su gana, se comporta como una niña, huh, es simplemente molesta, digo ¿quién diablos pelea la primera semana de clase? Ella noqueó a un equipo de fútbol americano, solita, todo eso para defender a un chico, ella no es normal. Dije frustrado y acostándome en el piso forrado de espuma para amortiguar cualquier caída, él solo se rió y se sentó al lado mío.
-Tal vez te molesta el hecho que se parezca mucho a ti. Dijo sonriendo.
-¿Yo? ¿A ella? Debes estar bromeando ¿desde cuándo he sido tan impulsivo? Dije indignado.
-Hmm, si mi memoria no me falla eras un niño bastante terco e impulsivo hasta que te enseñe a controlar tus emociones y ¿cómo es ella?
-Ella es realmente preciosa pero sigue siendo una niña malcriada, es inteligente y astuta y parece seguir sus propias reglas, te digo, ella no escucha a nadie, el director me mando a buscar el martes para quejarse de ella, eso es increíble, esa niña no se controla pero al mismo tiempo siento un cierto tipo de envidia hacia su libertad, es molesta pero al mismo tiempo fascinante. Dije perdido en mi mundo.
-Ya la quiero conocer siento que esta chica será mi futura cuñada. Dijo con una sonrisa maliciosa, lo mire mal.
-Tsaa, Tu en vez de enfocarte en mi vida amorosa inexistente deberías interesarte en la tuya. Puse una sonrisa malvada. -Digo, ya eres bastante viejo y deberías buscarte una esposa y tener hijos, eso que tienes abajo pronto dejará de funcionar.
-¡Yay! Niño insolente, solo tengo veintinueve años, no sé de qué me estás hablando. Dijo levantándose enfurecido.
-¿En serio? ¿Eres tan viejo? Tengo miedo por tu futura generación Kiki. Continúe disfrutando molestarlo, molestarlo aliviaba mi estrés y me hacía dejar de pensar en cierta bambina.
-Párate y pelea si eres un hombre. Dijo totalmente rojo.
-Cálmate Kiki, si sigues así tendremos que llevarte al hospital por ataque al corazón, tienes que cuidarte abuelo.
-Pequeño canalla, te dije que no soy viejo y deja de llamarme Kiki, mi nombre es Hyun-Ki, Hy-un-Ki, no es tan difícil.
-Lo que tú digas Kiki. ¿Que sería mi vida sin Kiki? Aunque todavía me gane en el ajedrez puedo vengarme molestándole, es que se enojaba tan fácilmente, todavía el no entendía que mientras más rojo de enojo se ponía, más empeño ponía en molestarlo, la vida era realmente agradable, pensé sonriendo.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2017 ⏰

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