Dia de compras o ¿como traumar a una señora en 5 pasos?

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Estaba teniendo un sueño bastante épico, era una mezcla entre el mundo de Harry Potter y el de Naruto (L tenía una muy mala influencia en mi con sus animes) Harry y Naruto se habían aliado en contra de Voldemort quien ahora era socio de Madara, pero justamente cuando iba a saber quién sería el próximo Hokage sentí un cuerpecito saltando encima de mi barriga, me levante sobresaltada.

-¡Naruto cuidado con Sakura ella no te quiere realmente! Grite desorientada y la cabeza llena de caras de personajes imaginarios.
Escuche la risa de alguien y decidí concentrarme al fin en el mundo real, vi a William llorando de la risa y a Sophie saltando encima de mí, le puse las manos en los hombros intentando que se detuviera y que evitara matarme al mismo tiempo, después puse mi atención de nuevo en mi hermanastro que todavía se estaba burlando de mí y no pude evitar poner los ojos en blanco.

-¿Estabas teniendo un sueño interesante? Pregunto burlón, por un momento pensé en sacarle el dedo pero después recordé que había una niña inocente en la habitación y que no debía ser un mal ejemplo para las futuras generaciones, así que como la persona adulta y madura que era decidí sacarle la lengua.
-Espero que tengas una buena razón para estar en mi habitación interrumpiendo la batalla más épica de las historias de las batallas épicas. Dije de mal humor.
-Mami le dijo a William que te despertara para venir a desayunar pero quería hacerlo yo así que lo acompañe, buenos días princesa Coraline. Dijo la dulce vocecita de Sophie, no pude evitar la sonrisa de ternura que se dibujó en mi cara y enseguida se me fue el mal humor.
-Muchas gracias su majestad no me merezco tanto honor, buenos días princesa Sophie. Le contesté acariciándole el cabello, no sé cuándo había empezado lo de los apodo pero simplemente un día empezó a llamarme princesa Coraline y yo le decía princesa Sophie.
-Prepárate, hoy vamos a salir, todavía tengo que comprarte un celular. Dijo William que había dejado de burlarse de mí.
-Y si yo no quiero. Contesté de mala gana solo para molestarlo.
-Bueno, no me interesa tu opinión además tú sabes que necesitas ese celular, no quiero morir de la presión preocupándome por ti. Dijo con una media sonrisa.
-Hmpuh... Está bien. Dije suspirando y levantándome.
-Muévete, muévete. Ordenó William.
-Ya voy, ya voy, ¡Dios! Pareces una anciana amargada y mandona. Murmuré para mí.
-Te escuche. Grito mientras se iba de la habitación cargando a su hermanita, suspire otra vez cansada con la vida, en serio debí ser una roca para así no tener que hacer nada en la vida aparte de estar acostada ¿Por qué no fui una roca?

Me duche y me cepille los dientes todavía pensando en la idea de ser una roca. Me vestí con un pantalón ancho que generalmente usaba para bailar, una vieja camiseta de AC/DC y mi gran abrigo gris de ayer, una pequeña sonrisa se dibujó en mi cara recordando la fiesta de ayer, generalmente no me gustaba buscar problemas, pero si empiezas a molestarme no creas que me quedaré sin hacer nada aguantando tu mierda, bueno con la única excepción que no me sienta perezosa, en ese caso te ignoraría simplemente.

Baje las escaleras rápidamente y entre en el comedor, William le estaba cortando una manzana a Sophie y Elisabeth estaba conversando con mi padre. Ah mi padre, como les dije, absolutamente nada había cambiado entre él y yo, todavía sentía esa incomodidad y tensión cuando él estaba presente, intentaba hablarle lo menos posible y siempre buscaba una excusa para evitarlo las pocas veces que estuviera en casa, y lo más extraño es que me llevaba mejor con mi madrastra y mis hermanastro que con mi propio padre, apreciaba el carácter tranquilo y dulce de Elisabeth, se notaba a kilómetros que William había heredado de su tranquilidad y paciencia. Dios, no podía creer que solo era mi primera semana, he tenido más dramas en esta semana que viendo un capítulo de Gossip Girl.

-Buen día. Dije con el mismo ánimo de siempre, en pocas palabras: nulo.
-Date prisa Coraline, los chicos estarán aquí en un minuto e iremos con ellos. Dijo William molestando mi existencia.
-¿Ehh? Pensaba que solo íbamos tú y yo. Dije de un tono desesperada.
-Que quieres, Ayato insistió, no le puedo decir no a ese niño y es mucho peor cuando Hayden lo ayuda, el inmune es Gaetano, ni Sebastián los resiste. Dijo William levantando los hombros.
-Espera, ¿también va a ir este orangután de Bonasolli? Dije horrorizada.
-Geta viene, o por favor, quiero ir con ustedes, por favor William, Coraline. Dijo Sophie poniendo una carita de perro abandonado.
-Sophie. Le regañó su madre. -Tal vez quieren tiempo entre jóvenes, además tienes clases con la señora Bogart.
-Mami no me gusta la señora Bogart, es muy estricta y apesta a berenjena podrida. Dijo haciendo un puchero, su mama le lanzó una mirada negra.
-Ya, ya princesa, te prometo que la próxima vez saldremos tú y yo y haremos lo que tú quieras. Dije para animarla, su mama iba a decir algo, pero la voz de Hayden la interrumpió.
-Hola familia! Voceó Hayden sobrexcitado.
-Sophie chan, Cora chan. Dijo Ayato, Sophie se levantó de su asiento y corrió hasta caer en sus brazos.
-Buen día Elisabeth, Marc. Dijo Sebastián mirando mal a los dos niños (Hayden y Ayato) -Hola pequeña. Le dijo Sebastián a Sophie sonriendo. Wow por primera vez lo vi sonreír, sin que sea una sonrisa sarcástica, ella soltó a Ayato y fue a abrazar Sebastián.
-Y yo, no me vas a saludar corazón. Dijo Hayden dramáticamente.
-Hola Den. Le contesto Sophie dandole un beso en la mejilla.

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