—¿Preparado? — Preguntó con la voz agitada. Una capa ligera de sudor cubría su bien tonificado cuerpo, desnudo debido al calor. —Te advierto, MinSeok, he mejorado en esto, no te será tan fácil. — Cerró los ojos para abrirlos con una cara que mostraba la clara determinación. Era ganar o nada.
—Yo... Yo no soy ya débil, LuHan... —MinSeok suspiró, limpiando el sudor de su frente mientras hacía esfuerzo en mantener su compostura. —A TI no te será tan fácil...—Le echó una mirada dura, que juzgaba cada movimiento del moreno, aunque a veces sus ojos se iban hacia los marcados músculos de LuHan. ¿Desde cuándo LuHan está tan fuerte?
Se escuchaban los jadeos y el esfuerzo, los minutos pasaban y ninguno de los dos acababa. LuHan quería darse por vencido, pero algo en su interior le susurraba que si perdía ante el Baozi no se podría considerar un macho, sería inferior ante el bollo y eso, eso era algo imposible. Si LuHan no ganaba esta batalla, ¿cómo ganaría contra Seo? No se podía permitir fallar, ahora, pero su aguante era poco, cruel realidad.
—Dios Hyung, ¿Cuánto aguantas? —LuHan dio un último empujón hasta caer bocabajo en el suelo, exhausto, viendo de reojo como un MinSeok orgulloso sonreía mostrando sus encías. — ¡No te rías de mí!
—¡Es inevitable! —Min hizo un puchero, sonriendo. —Llevamos...¿Cuánto tiempo? ¿Media hora? ¿Exagero, no? —Lentamente se incorporó, secando su sudor con la camiseta que anteriormente había lanzado contra el sofá. —He ganado, LuHan.
El moreno se puso de pie, haciendo lo mismo que su mayor, limpiando su sudor con la camisa que le había prestado MinSeok la noche anterior.
Los dos tenían los brazos cansados. Hacer tantas flexiones por la mañana no era el punto fuerte de ninguno, ya tenían su edad y aunque seguían estando en forma, la flojera los ganaba. —Bien, bien. He perdido, lavaré yo los platos y haré yo la cama. — Bufó LuHan, caminando a la cocina, con la camiseta mojada en su mano. — ¡Pero serás tú el que cocine, Baozi!
No hubo respuesta a eso, pues MinSeok ahora estaba revisando su móvil, y por lo que se había enterado de la nota de voz que su prometida le había enviado hacía una hora y media, ella ya estaba de camino. Min no le dio mucha importancia a eso, era Seo, y entre LuHan y él no había pasado nada, a pesar de haber dormido juntos la noche anterior. Simplemente fue tumbarse y caer los dos en un profundo sueño.
Primero había despertado MinSeok, haciendo un desayuno cutre, simplemente tostando varios panes y rayando tomate, junto con dos cafés Americano con hielo. Luego comenzó la competición de "quien pierde, lavará los platos y limpiará el cuarto" y no hubo mejor manera de competir que haciendo flexiones.
LuHan se puso a fregar los platos de forma torpe. La cocina estaba muy bien ordenada en cuanto a por dentro, luego el desastre en el lavabo supuso que fue obra de su amigo. Seo es una chica ordenada, sería buena esposa. Es una pena que no será la esposa de MinSeok. Ella no sería buena para él. ¿Qué chica es buena para él? No, nadie. Nadie.
—LuGe, creo que después de acabar los platos deberías irte. Ya sabes. Por la tarde podemos salir a tomar y comer carne, pero ahora volverá...—Tomó aire, decir esas palabras delante de LuHan era extraño. —Volverá mi novia, y no creo que sea buena idea que nos pille juntos. —Se sentó en la mesa, cruzando sus piernas y dejando sus brazos apoyados hacia atrás.
Seo a veces se ponía extraña. Ella era de tener celos fácilmente y de desconfiar de MinSeok. Sí, los dos tenían una relación arreglada, pero no hacía menos real que estaban en una relación, y había cosas que debían respetar, como por ejemplo, la fidelidad.
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14 días para tenerte. [XiuHan/LuMin] Finalizado
Fanfiction7 años después de haber dejado a EXO, LuHan se cruzó con MinSeok, solo para enterarse de que su amigo de siempre estaba comprometido, viviendo una aparente vida perfecta. La vida de LuHan al contrario de la de MinSeok, es una vida triste y solitar...