Reencuentro.

916 85 22
                                    

Otra noche alocada. LuHan estaba caliente, LuHan hervía y se quería deshacer de la estúpida sensación. No era el momento adecuado, ni el país adecuado.

Caminaba con su grupo de amigos, acompañado pero solo a la vez. La experiencia era suya, suya propia. Él no quería compartir el high con nadie, aunque en esos precisos instantes unas caderas anchas y fuertes no estarían mal.

- ¡Hey! - Escuchó como alguien le gritaba, no le hizo ni caso. Sus amigos se la sudaban, ahora más que nunca. - ¡Lu! ¿A dónde vas?

Lejos. LuHan no tenía un lugar predeterminado al que ir, después de todo no estaba en su país. Dejó a esos mugrientos atrás, caminando a velocidad lenta. ¿Qué hora sería? Él no lo sabía. Solo se acordaba de que su fiesta comenzó a las 2 de la mañana.

Fue irónico, supuestamente vino a Corea para descansar, pero lo que menos hacía era relajarse. No, no se arrepentía, después de todo, esto era divertido.

Miraba hacia todos lados como un ciervo asustado. Los escasos coches que pasaban le asustaban.

"Moveros. Fuera de mi camino."

Hervía. Tenía ganas. Quería desahogarse. Moría por un culo bien puesto. Unas caderas flexibles. Pocas veces él actuaba de esa forma tan sucia, y ahora mismo, daría todo por un polvo.

¿Pero a dónde debía ir para conseguir a alguien sin compromiso?

La fiesta.

Caminó, o corrió en dirección a la fiesta, dándose prisa, para no tener que esperar más. Quería algo ya, y es que su estado actual no hacía más que relentizarlo, porque veía el techo moverse, y los conejos volar... Poco a poco iba perdiendo el efecto de las drogas, y deseaba poder perder ese efecto, solo para conseguir lo que quería.

Lo quiero ahora.

°°°

¿Cuál sería esa copa? MinSeok dejó de contar a la 5ª. El calor en ese lugar era horrible. Se sentía hervir. Quería salir a dar una vuelta y quizás vomitar en paz. Todo ese alcohol le nublaba la vista y la mente. No pensó mucho cuando dejó tirada a su novia por ahí. Quizás ella estaba peor que él, y puede que MinSeok fuese un mal novio en estos momentos por dejarla sola, pero tenía cosas mejores que hacer, como desintoxicar su cuerpo.

La cabeza de XiuMin pesaba, pesaba demasiado. Se empezaba a preguntar por qué coño tuvo que beber tanto, pero luego venia la sensación constante de diversión. Además a esa fiesta le habían llamado "la fiesta" y no era solo un edificio, sino una calle entera llena de alcohol y otras sustancias, que un Idol "jubilado" como él, podía permitirse.

Caminó lento, porque no solo era la cabeza la que le pesaba, sino el cuerpo entero en sí. Fue entonces cuando escuchó pisadas rápidas, pero cuando se levantó la cabeza para evitar el choque ya era demasiado tarde. Chocó contra alguien.

Sintió su cuerpo arder. Hervir.

Él.

Llevaba años sin verlo. A él.

-Lu Han- Pronunció el condenado nombre de su mejor amigo de su carrera KPop. Por unos segundos, toda la borrachera de Min desapareció, dando lugar a borrosos recuerdos del pasado, de cuando aún quedaban fans las que les shipeaban a ambos.

Hacía justo 7 años LuHan dejó EXO. Ahí estaba. Delante de él, en el suelo.

LuHan levantó la cabeza, soltando una risa amorfa. Quizás no se daba cuenta de lo que pasaba. Solo vio dos bonitos ojos mirándole como si fuese un fantasma, dos ojos que juró que se habían llenado de lágrimas, sin poder confirmar finalmente, por el estado en el que se encontraba. Entonces fue cuando al fin lo reconoció, y no es que él hubiese cambiado. Seguía teniendo la misma cara de bebé ardilla de siempre. Una ardilla jodidamente sexy.

14 días para tenerte. [XiuHan/LuMin] Finalizado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora