La luna había salido de entre las nubes, mostrando una silenciosa silueta que descendía de entre las oscuras nubes tormentosas que sellaban la cúpula celestial, con un semblante difuso, que demostraba melancolía y desesperación y con sus radiantes alas extendidas, que se iban tintando de negro azabache mientras iba renunciando de manera definitiva a su lealtad divina. Abajo, una sombra fugaz se poso justo por debajo del ángel, sonriéndole de manera macabra mientras entonaba un cántico maquiavélico dedicado a la desdichada figura que caía del cielo.
"Pobre Azrael, que soñó libertad, llorando cae presa del dolor, oh, pobre ángel que del cielo cayó, El Dios que te dio, el poder y el amor, la espalda te volvió sin siquiera dudar."-¿Quién eres, oh malvado cantor, que osas burlarte de mí?- dijo Azrael posando sus delicados pies en la fría tierra.
-Yo, desdichado ángel, soy tu fin, tu perdición iniciada en el momento mismo en que te revelaste en contra de tu Dios- dijo la misteriosa sombra, y una lanza apareció destellando en su diestra.
-El Dios a cual yo serví no es mas mi señor, yo ya no soy siervo de nadie- exclamó Azrael y materializo un arco partiendo de su muñeca, y, con una certera flecha de luz, destruyo al ente sin siquiera dudar.
Azrael sintió compasión por el ser que había destruido, y, al percibir a un viejo demonio salir de entre la espesura, supo que su existencia dependía de su entera voluntad, de su fuerza al luchar y de su valor para enfrentar lo que viniera en su futuro.
Exhalo un hálito cálido y enarbolo su arco cargado con una flecha brillante apuntando al demonio que se acercaba sutil pero decididamente.-¡YO NO SIRVO MAS A UN DIOS IMPIO Y ASQUEROSO! - Gritó, soltando la flecha con decisión
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Cronicas de la marca
Misterio / SuspensoUna joven emprende una travesia de autoconocimiento y de misterio alrededor de una extraña marca en su cuerpo, sin saber todos los misterios que en ella residen