-hey cual es tu problema!?-gritó ,dándose la vuelta tras haber sido empujada por alguien a su espalda.
Entonces lo vio, era alto, robusto, de ojos azules como el cielo, de expresión amable y amorosa, de facciones conocidas, alguien de quien poco a poco se habia ido olvidando; el chico con quien ella había soñado desde que era una niña y leía cuentos de príncipes y princesas, el chico que había estado esperando toda su vida, y tambien el chico del que se había separado hacía años.
-l-lo siento -contesto un asombrado joven- te hice daño? -preguntó.
Y la vio, era ella,la misma joven, la misma de la tuvo que despedirse hacía tanto tiempo.
Hacía años no se veían, desde aquel día que tomaron caminos distintos cada quien buscando su propio rumbo y su sentido de estar ahi.
Se tomaron de las manos y se despidieron, se preguntaron si seria un adios o solo un hasta luego, un beso final y luego las manos se soltaron.
Y se fueron, el tomó el camino de la izquierda, ella el de la derecha, pero se olvidaron de algo, el mundo es esferico y un dia tendrian que volverse a cruzar sus caminos.
Y ahí estaban 10 años después, en un concierto de rock & roll al que asistieron al azar, sin ninguna espectativa real; el tenia 30, ella 28, el con el mundo en sus historias y ella con su historia en el mundo.
-Anabelle - dijo el.
- h-hola -respondio ella.
La luna habia avanzado en el cielo cuando mientras se ponian al dia de sus vidas, el tiempo se hacia escaso mientras salian del concierto y salian a recorrer las calles de la ciudad, hablando de los dias que ya no estaban y de las cosas que un dia compartieron.
-Cuéntame, que ha pasado en estos años -pregunto Michael, mientras platicaban en un bar luego del concierto.
-Pues, no se por donde comenzar- dijo ella, se sentia aun extraña por estar frente a frente con el.
-Que tal por el inicio -respondio Michael- siempre me ha parecido un buen punto de partida.
-Bien, pues luego de salir del orfanato decidi dedicarme a estudiar, termine mis estudios de filosofía y ahora soy catedrática en una universidad, vivo en un pequeño departamento, sin lujos para ser franca -las palabras se le escurrian entre los labios, habia cosas que no queria tocar, habian cosas que no le habian resultado tan bien- y, ehh, pues tengo un pequeño hijo de 4 años, se llama Sean.
-oh vaya, no lo habria pensado ¿eres casada? -pregunto Michael sin saber porque de pronto se sentia mas acalorado.
-No, madre soltera, solo somos Sean y yo -respondio turbada sin saber porque a la pregunta- bien, ahora cuéntame de ti, dime que ha pasado con el enigmático Michael Grant, lo ultimo que recuerdo es que tenias hambre y solo el mundi podria saciarla.
- pues fui misionero en África durante algunos años, viaje por algunos países, Bélgica, Francia, España, Italia, pero siempre extrañe Londres, así que volví hace un año, ahora trabajo como inversionista en una compañía de electrónica, aunque llevo una vida bastante simple.
-mira el lugar en que nos venimos a encontrar, un concierto de Rock & roll, como es la vida, no?.
-si, reconozco que no tenia intenciones de venir, pero veo que ha valido la pena, tengo que agradecerle a mi amigo, el cual debe estar muy preocupado por cierto.
-Sigues siendo el mismo, exactamente el mismo.
-vamos a mi casa, que dices, después de todos estos años merecemos charlar un poco y pienso que un vino nos sentaría bien.
-a que esperamos entonces?-dijo tomando sus cosas.
Luego de varias copas empezaron a besarse, dirijiendose a la cama, pero sin lograrlo debido a la intervención del sofá, cayendo en la alfombra entre risas y besos, sin la mas mínima intención de levantarse.
El sol entraba muy fuerte por la ventana para cuando despertó, al lado de Michael, entre copas y botellas de vino, sobre la alfombra de la sala.
En puntillas salio de la casa dejando un papel con su numero de Teléfono sobre la mesa de estar.
Cerca del medio día recibió una llamada, era Michael.
-¿por que te marchaste sin despedirte?
-te mencione que tengo que trabajar, recuerdas?.
-esta bien, pero lo desquitaré con un almuerzo, que te parece mañana a las 11:30?
-suena interesante, acepto.
-paso por ti?
-me parece perfecto.
-nos vemos mañana entonces.
Luego de almorzar decidieron dar un paseo por el parque y al pasar por un estanque se detuvieron a observar como jugaban algunos niños, volviendo en el tiempo a la época en que corrían en el orfanato, enloqueciendo a las monjas y a los demás niños.
-recuerdas como nos conocimos?
-claro, tu mirabas a hurtadillas cuando me daba un baño, hasta que una de las monjas te vio y te obligó a pedir disculpas.
-nunca lo superaste, cierto?-entre risas- si, fue exactamente así.
-luego nos volvimos amigos.
-si, luego de que me ignoraste durante mas de dos semanas.
-hey, fue tu culpa, recuerda que luego de pedirme disculpas me dijiste al oído:"me gustas mucho, no me arrepiento de nada".
-Si es verdad-riéndose- por cierto me asombra que aun recuerdes eso.
-Cosas así son difíciles de olvidar.
-A propósito, cuando conoceré a Sean, quiero que conozca al tío Michael.
Cuando llegaron a casa de Anabelle, salio a recibirlos un pequeño niño, Sean, el hijo de Anabelle,con un sonoro "Mami" aunque asustándose de ver llegar a un hombre con ella, mas superada esa sorpresa salio corriendo a mostrarle sus juguetes.
-Eres muy bueno con los niños.
-Significa qué aun no he madurado?
-significa que tienes alma de niño.
Eran cerca de las seis de la tarde cuando decidió irse, luego de una maravillosa tarde en la que paso jugando con Sean, quien antes de que se fuera le dio un abrazo y le dijo: señor, tu me agradas.
-Es un gran chico-dijo Michael cuando iba de regreso a casa- seria maravilloso si fuese mi hijo.
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Cronicas de la marca
Misterio / SuspensoUna joven emprende una travesia de autoconocimiento y de misterio alrededor de una extraña marca en su cuerpo, sin saber todos los misterios que en ella residen