Capítulo 10: La verdad; según Azrael

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"Hace mucho tiempo, mucho antes que el universo tomara forma; existió un ser que sufria eternamente por otro ser, hasta que lloro toda una noche, y se seco por dentro."

La muerte nació en el origen de los tiempos, y nació como la otra parte de la vida, así, eran complementarias la una a la otra, de tal modo que se necesitaban para seguir existiendo, mas sin embargo nunca se habían visto las caras, puesto que estaban una a la espalda de la otra.
Mucho después de haber nacido, cuando ya conocían aquello que abarcaba su visión, sintieron curiosidad por saber que había en el otro lado, e inevitablemente, sus rostros por fin se encontraron, y el amor surgió en el instante mismo que sus miradas se cruzaron, mas el dolor surgió como la sombra del amor, representado como la imposibilidad de estar juntos que tenían aquellos dos seres.

Sin importarles eso, decidieron seguir con ese sentimiento nuevo que había nacido dentro de ellos y, guiados por el amor, decidieron juntarse y compartir un abrazo en el cual transmitirían todo lo que sentían, pero al ser polos opuestos no provocaron mas que cataclismo y caos, por lo que tuvieron irremediablemente que separarse, con el recuerdo de ese abrazo como único consuelo; para evitar volver a caer en la tentación de tocarse, crearon un espacio entre ellos que los separara pero que les permitiera verse y así, la vida empezó a mandar pequeños regalos a la muerte, y esta los conservaba por toda la eternidad, mas luego la muerte, para retribuir a la vida, doto a esos pequeños seres de la capacidad de procrear y reproducirse, así podrían siempre estar presentes y su número crecería como el afecto que se tenían.
La vida, decidió dotarlos a su vez de la capacidad de pensar, de sentir, de razonar; y los seres humanos empezaron a rendirles homenaje; algún tiempo después, en el corazón del hombre empezó a nacer el rechazo a lo desconocido, y con él surgieron sentimientos oscuros, el hombre inicio la guerra contra sus semejantes, y pronto las personas de corazón puro, que no podían hacer mal a nadie sucumbieron antes los malvados, quienes estuvieron a punto de aniquilarse entre si.

La vida y la muerte ante semejante catástrofe, decidieron darle fin a las personas de corazón oscuro, y la muerte quien era la única con la capacidad de quitar la vida, fue la encargada de llevar a cabo aquella ardua tarea; al terminar, el número de criaturas había decaído paulatinamente hasta casi desaparecer, y la muerte sintió asco por lo que había tenido que hacer.

Los pocos seres que quedaban, al no conocer las motivaciones de la muerte, sintieron miedo, y decidieron refugiarse en los brazos de la vida, quien en lugar de decirles toda la verdad decidió ocultárselas y que siguieran sus vidas sin saber que había pasado.
La muerte, aún sintiendo culpa por lo que había hecho, decidió crear un lugar donde las personas que murieran pudieran descansar por toda la eternidad, y ahí pudieran liberarse de la oscuridad que había en sus corazones, y ahí coloco las almas de todos aquellos que se había llevado, quienes, al verse al fin libres de toda la maldad, decidieron ayudarle a la muerte con su tarea.

Al tiempo de todo esto, la humanidad, aún temerosa de la muerte deseó no tener que entrar a sus dominios, y la muerte al escuchar sus suplicas, le pidió a la vida que les contara el motivo por el cual había hecho todo lo que hizo, mas la vida, sintiendo pena por sus criaturas decidió acogerlas en sus dominios, donde a semejanza de la muerte creo un lugar de reposo para todas las almas que quisieran llegar ahí.

La muerte se sintió traicionada, y creció en ella el sufrimiento y el dolor, hasta que llego un momento en que comenzó a llorar, y sus lágrimas se iban llevando toda su pena, y cuando dejo de llorar, todo lo que sentía por la vida se había marchitado, y ella misma, se había secado por dentro.

Así, empezó a enviar a las almas que estaban con ella como mensajeros al mundo llevando el relato de lo que había pasado, y de lo que la vida le había hecho.
Pronto la humanidad comenzó a darse cuenta del error que habían cometido al juzgar a la muerte, y empezaron a reprocharle a la vida, la cual desesperada decidió enviar también mensajeros al mundo, para contrarrestar la influencia de la muerte, iniciando así una lucha de poder donde la balanza oscilaba entre ambos bandos.

Los espíritus enviados por la muerte se dieron cuenta que no podrían seguir de esa manera, y pidieron permiso para regresar al mundo humano, y ayudar desde ahí a la muerte, la cual decidió concederles su deseo, y una nueva raza de seres nació, y se les conoció como Los caballeros de las sombras.

Ellos se encargaron de llevar la verdad a cada rincón del mundo, y lograron así dar a conocer la historia durante generaciones, pero la vida no estaba nada contenta, y decidió transformar a las almas que estaban con ella, se les llamo ángeles, y se encargaron de darle caza a los caballeros de las sombras. A los pocos que quedaron, la muerte decido otorgarles guardianes quienes se harían cargo de proteger a los caballeros, quienes habiendo encarnado en hombres, eran vulnerables, estos guardianes eran el resto de las almas que aún estaban con la muerte, y a cada uno les otorgo habilidades que pudieran ayudar con su misión, fueron conocidos como demonios, yo soy uno de ellos.

La misión que se me fue encomendada fue la de proteger al caballero primigenio, aquel que fue el primero en ser enviado a la tierra a difundir la historia de la muerte y dar a conocer la verdad, llevo mucho tiempo tratando de cumplir con esta tarea, sin embargo, el alma de este caballero fue dañada hace ya muchas eras por un ángel, el cual luchó con el caballero y logró dañar su alma al punto de olvidar quien era él mismo.

Terminada la historia Azrael se quedó callado y miro profundamente a Annabelle, mostrándole toda la historia a través de su mente a Annabelle, quien trataba de convencerse de que la historia que le habían contado era falsa, pero algo en su interior le gritana que creyera; bajó la mirada y preguntó por el nombre del ángel y del caballero.

El ángel, se llama Miguel, y el caballero - dijo Azrael haciendo una pausa- el caballero eres tú, Annabelle.

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