Capitulo 6: La última cita...

322 20 4
                                    

Un día antes de la concentración para el mundial decidimos ir salir a disfrutar un poco ya que en un tiempo no podríamos hacerlo con todo eso del entrenamiento y la presión de los partidos, las clases terminaban, Fubuki me esperaba afuera del laboratorio de química


―oye pensé que no llegabas, estaba a punto de irme―me dijo de lejos el chico

― ¿Esperaste mucho? ―le pregunté con una sonrisa mientras me acercaba

―sí, casi media hora―respondió enojado

― ¿Media hora?, estás loco, si tu no llegas en 5 minutos yo me voy

―no, me imagino cuanto amor me tienes―respondió sonriendo

―pues el esperarme media hora a mi me dio la idea de cuánto amor me tienes tu―sonreí también―lo que paso fue que tuve que ayudar a mi hermana a hacer unas cosas

―bueno eso ya no importa, vamos que hace frio

― ¿Dónde quieres ir? ―le pregunté abrazándolo

― ¿Qué te parece si vamos al acuario? ―sugirió

―y ¿Por qué no mejor vamos a otro lado? El karaoke estaría bien por mí

― ¿Por qué no al acuario? ―preguntó

― ¿Por qué no el Karaoke? ―pregunté también

―tú me preguntaste que a donde quería ir, yo quiero ir al acuario, ¿Por qué no quieres ir?

―por nada―mentí pero él no era tonto, me conocía bastante bien

―tienes miedo ¿Verdad? ―dijo entre risas

―claro que no―negué de inmediato

―entonces vamos―sonrió―si no tienes miedo vamos


No supe que decir y solo me quede quieto sin decir nada


―bien iremos a otro lado pero no al karaoke, no canto nada bien―terminó tomando mi mano


Fuimos cerca del lago donde nos quedamos platicando por horas, atardecía y llegaba aún más el frío.


―es hora de irnos, hace mucho frío ¿No?

―si―respondí ayudándolo a levantarse―te acompaño a tu casa


Caminamos por el parque, era raro verlo de noche, nunca pensé que tantas personas estuvieran en ese lugar, cuando llegamos eran aproximadamente las 9


― ¿Quieres pasar? ―me preguntó aun sin soltar mi mano


Lo pensé por un momento, nunca había entrado a su casa en todo el tiempo que llevábamos saliendo aunque siempre me lo preguntaba, con la cabeza asentí y tras una sonrisa me dio el paso.


―increíble ¿Enserio aquí vives?

―si ¿Por qué? ―me preguntó mirándome extrañado

― ¿De dónde sacas estas cosas? ―dije recogiendo un conejo de peluche del piso― ¿Todavía juegas con estas cosas? ―añadí tomando esta vez un carrito de la mesa

―no realmente pero me gusta tenerlos, no se ve serio el lugar, digamos que da alegría

― ¿Eso fue una pedrada? ―pregunté acercándome

―quizás ―respondió quitándome los juguetes de la mano― ¿Quieres café?

―no, soy un niño bueno, yo no tomo café

―haber déjame ver, siempre sacas buenas notas, lees muchos libros, tu cuarto parece de un anciano de 80, no tomas café a y le temes a los acuarios ¿Estás seguro de que no eres un Nerd de closet?

―claro que no―respondí con una sonrisa

―pues si no fuera por tu linda cara no te creería


Sonreí, me acerque despacio y lo besé, le rodee la cintura apretándolo hacia a mi provocando en él un leve gemido que me permitió llevar aquel beso a otro nivel, de momento no me correspondió pero pronto comenzó a hacerlo rodeándome el cuello con sus brazos, lentamente moví mi mano hacia su pecho abriendo el cierre de su chamarra, baje y adentre mi mano en su camisa tocando su piel desnuda.


―espera―me detuvo―yo no quiero hacer esto, lo siento Goenji creo que es mejor que te vayas―añadió nervioso

―tranquilo―le dije tomándolo del brazo para que no se fuera―si no quieres hacerlo está bien pero no quiero irme, mañana estaremos en la concentración y tendré que estar con Toramaru, no podre pasar el mismo tiempo contigo, quiero quedarme, déjame hacerlo y prometo que me portare bien ¿Si?


El chico correspondió el abrazo, volví a tocar sus labios aunque esta vez lentamente para que no se sintiera presionado, a pesar de lo que muchos pudieran pensar para mí fue una buena señal.  

El sueño de un campeónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora