Capítulo 6: Expulsada

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Después de un día cargado de emociones, llegué por fin a casa para descansar un poco. Sólo necesitaba algo de tiempo a solas para poder desconectar de todo el drama del instituto, pero eso iba a ser mucho pedir. Nada más entrar por la puerta, vi a mi tía, que al verme, se quedó inmóvil. Sabía que tenía que disculparme por haberle dicho aquellas cosas tan horribles, pero por alguna razón, me quedé en blanco y no supe que decir.

- Hola... – fue la única palabra que pude articular. Reconozco que no fue uno de mis mejores momentos.

- Hola – dijo mi tía. Se le notaba algo incómoda.

-Allison yo... Lo siento mucho por lo de ayer. No era yo misma, dejé que la ira hablase por mí y dije cosas de las que me arrepiento. – observé como a mi tía se le dibujaba una pequeña sonrisa.

-Bueno, me alegro de oír eso Sofía. Yo sólo quiero que tanto tú como Will os sintáis bien aquí con nosotros. Sé que no nos conocemos demasiado y que, debido a las circunstancias, ahora nos vemos obligados a convivir todos juntos, pero espero que algún día podáis querernos como nosotros os queremos. – Aquellas palabras me emocionaron mucho. Me acerqué a mi tía y la abracé. En ese momento, volví a sentir la misma sensación que sentía cuando abrazaba a mi madre. La echaba tanto de menos.

- Oh por favor, ¡iros a un hotel! – nos gritó Charlie, que acababa de llegar a casa.

- ¡Charlie cállate! – dijimos mi tía y yo a la vez. Nos miramos y nos empezamos a reír.

- Joder eres como una mini Allison... - dijo mirándome perplejo. – Ahora sí que necesito una copa.

- Cualquier excusa es buena para beber, ¿no? – dije riéndome.

- Veo que también se te está pegando la lengua viperina de tu tía, Sofía.

- Mejor eso que tu alcoholismo – dije francamente.

- Vosotros dos, dejad de discutir de una vez. ¿Es que no podemos tener ni un día tranquilo en esta casa? – se quejó mi tía. Sin decir una palabra más, Charlie agarró una botella de ron y se la llevó a su habitación.

- Oye Allison, deberías decirle algo. Bebe demasiado.

- Sí lo sé, pero es imposible hablar con él. Y desde que tu madre murió, ha ido a más. Ya no sé qué más hacer.

- ¿Qué les pasa a los hermanos pequeños de esta familia? – dije riéndome.

-Hombres, quién los entiende – dijo mi tía rodando los ojos.

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Por fin era viernes. Sólo tenía que aguantar unas cuantas horas de clase para que aquella horrible semana se acabase. Lo peor de todo es que los viernes a primera hora tenía química, lo que quiere decir que tenía que soportar a la señorita Coleman, la cual me odia, y a Luke a mi lado. Y después de lo que me ha dicho Daphne... no sé cómo comportarme con Luke.

- Señorita Evans, me sorprende verla aquí tan pronto. – dijo nada más verme la profesora. Está claro que me odia. Me mordí la lengua para no decir ninguna tontería e intenté sonreír amablemente. – Bueno, espero que hayáis estudiado lo que hemos dado el día anterior.

Mientras la señorita Coleman empezaba a dar la clase, me fijé que Luke aún no había llegado. Menos mal, así me evitaría problemas innecesarios.

-Toc toc – dijo una voz desde la puerta de la clase. Era Luke. Parecía que lo había invocado por haber pensado en él.

- Señor Hemmings, si vuelve a llegar tarde a mi clase, no se moleste en entrar.

- Oh vaya, tendría que haber dicho "¿quién es?". Ahora me has fastidiado el chiste Amanda – dijo fingiendo indignación.

Eternity [Luke Hemmings]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora