Eternity [Luke Hemmings]

Capítulo 18: Lágrimas de culpabilidad

El viaje en el coche de Luke estuvo inundado en silencio. Mis ojos se clavaron en el paisaje que se observaba por mi ventanilla, aunque la verdad es que no me daba cuenta de lo que estaba mirando. Luke tampoco intentó entablar conversación, seguramente porque sabía que iba a ser inútil.

Estacionamos el coche delante de su casa y nos quedamos un rato sentados rodeados por el halo de silencio.

- Nuestras conversaciones mejoran cada vez más - soltó Luke para romper el hielo. Yo no dije nada. Estaba enfadada y decepcionada con mi hermano. Nuestra relación no era como antes. - Vamos Sofía, dime algo.

- No... no lo entiendo, no tiene sentido nada de esto.

- Que no tiene sentido - preguntó Luke dulcemente

- Desde que murieron mis padres todo ha ido de mal en peor. Mi hermano y yo teníamos una relación que todos envidiaban, nos lo contábamos todo. Siempre éramos los Evans, como un equipo. Vale que Will tiene sus problemas con lo de la dislexia y yo no fui una adolescente muy fácil de llevar, pero nuestros padres siempre estaban ahí y nos apoyaban. - mis mejillas comenzaban a calentarse y los ojos se me empezaban a llenar de lagrimas - y... ahora... todo es un caos. Mi hermano se está dejando llevar por un camino por el que va a acabar mal. Y yo... yo... - rompí a llorar desconsoladamente y no pude acabar la frase. Desde que enterramos a mis padres tenía la necesidad de llorar de verdad, pero simplemente no me salía. Y ahora por fin, después de tanto tiempo, lo conseguí.

- Shh Sofia, eh, mírame - dijo Luke mientras posaba sus dos manos en mis mejillas. - Es normal que te sientas así, pero algún día la pena desaparecerá y todo irá volviendo poco a poco a su sitio.

- Eso no lo sabes - dije sin poder mirarle a la cara.

- Lo se porque yo tuve que ver como toda mi familia se iba muriendo mientras yo no envejecía ni un año. La diferencia es... que tú tienes a tu hermano. Yo estuve solo, y vaya si cambié. Cada uno llevamos el dolor de una manera distinta. Tu hermano ahora mismo quiere hacer cualquier cosa para dejar de sentir la pena. Sus maneras no serán las mejores, pero es su forma de intentar superarlo.

Respiré hondo y me sequé las lágrimas con las manos.

- ¿Desde cuando eres tan sabio? - pregunté.

- Hombre, tengo casi 300 años, no sé que decirte - dijo con una media sonrisa de lado.

Nos quedamos en silencio otra vez. Mi mirada estaba fija en mis manos, que las tenía sobre mi regazo, y sentía que Luke me estaba mirando fijamente. Una pequeña sonrisa comenzó a dibujarse en mi cara, y antes de que me diese cuenta, me empecé a reír de una manera casi exagerada. Luke se quedó sorprendido al principio, pero al poco se unió a mi en mi demente risa y en cuestión de segundos, inundamos el ambiente con nuestras carcajadas. Del silencio a la risa. Así era mi vida ahora.

- ¡No me acordaba que eras un vampiro! - exclamé en voz alta, sin dejar de reírme. Notaba que tenía la cara roja y las mejillas me dolían por reírme tanto.

- Me conservo bien para los años que tengo ¿verdad? -dijo Luke riéndose arqueando una ceja.

Lo miré de arriba a abajo mientras arqueaba una ceja.

- Los he visto mejores.

- Ah si, ¿eh? ¿Has visto a muchos vampiros de 300 años en tu vida?

- No, pero si lo hubiese hecho, seguro que estarían mucho mejor que tú.

- Uh... no has dicho eso.

- Lo he dicho, y lo digo bien en serio.

- Ahora si que te has metido en un buen lío.