Capítulo 4: Química

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Empecé a dar vueltas por el vecindario buscando a Will, mirando en las tiendas, en el supermercado... pero todo era inútil. Will no conocía bien el pueblo, así que no debería de estar muy lejos. Continué mi búsqueda, mirando por todos los sitios que se me ocurrían, hasta que me di cuenta de que me había perdido.

- Genial Sofía, estabas tan obsesionada con encontrar a tu hermano, que te has olvidado de que tampoco conoces el pueblo – pensé en voz alta.

Me senté en el bordillo de la acera y llevé mi mano a la frente. De repente me acordé de que tenía el móvil encima.

- ¡Pues claro! Puedo usar el GPS y así saber dónde narices estoy. Soy un genio. – me dije a mi misma.

- Un genio no tendría que usar el GPS de su iPhone para poder llegar a su casa – dijo una voz detrás de mí. Me levanté sobresaltada y me giré para ver quién era.

- Tu... ¿Qué haces aquí, Luke? ¿Me estabas siguiendo?

- Aunque no lo creas, tengo mejores cosas que hacer que seguir a alguien como tú.

- Bueno perdona, pero después de que me dijeses que te besase en medio del comedor, pensaba que eras una especie de stalker.

-Eso te gustaría a ti.

-No, la verdad es que no. Y ahora, si no te importa, tengo que encontrar a mi hermano.

- Ah, ¿te refieres a un chico de pelo negro, un poco pardillo y con cara de amargado?

- Mi hermano no está amargado y no es un pardillo, cretino.

- Yo lo estaría si tuviera que ser tu hermano – dijo con una sonrisa de lado.

- Vete a la mierda, no tengo por qué aguantar tus estupideces. – dije alejándome lo más rápido que pude de él.

- ¡Yo que tu miraba en el cementerio! ¡El chico pardillo que vi estaba allí! – me gritó Luke. Mierda, como no se me habría ocurrido antes mirar allí.

Corrí lo más rápido que pude hasta el cementerio. Sorprendentemente, conseguí llegar sin volver a perderme. Busqué dónde estaban enterrados mis padres y allí estaba, Will, sentado en el suelo justo delante de las tumbas.

- Hola forastero – le dije. Pero Will no me miró. Me senté en el suelo a su lado y fijé la mirada en las tumbas. – Sabes que cuando salí a buscarte, ¿me he perdido? Ha sido bastante triste teniendo en cuenta lo pequeño que es esto, ¿no crees?

- No es justo – dijo con los ojos llenos de lágrimas – ¿Por qué ellos? Eran buenas personas y unos padres increíbles... ¿Por qué han tenido que dejarnos? – Sentí como se me nublaba la vista, pero respiré hondo para que Will no me viese así. Tenía que ser fuerte por los dos.

- Lo sé, la vida es una mierda a veces, pero ellos habrían querido que siguiéramos con nuestras vidas, los dos juntos. Y eso es lo que vamos a hacer.

- Todo es por culpa de este pueblo... si no se hubiesen venido aquí aquel día en el coche para resolver aquellos asuntos familiares, esto no habría pasado. Ellos seguirían aquí y estaríamos todos en Londres como siempre. Tu estarías discutiendo con mamá por estar todo el día con Brad, y papá y yo estaríamos en el sofá viendo juntos el fútbol.

- Me encanta que el recuerdo que tengas de mamá y de mí sea discutiendo por culpa del idiota de Brad – dije fingiendo enfado.

- La verdad es que sí que era idiota. Siempre que me veía me ponía la mano en la cabeza y me revolvía el pelo.

- Oh dios mío, como osaba despeinarte – dije riéndome.

- Verdad? No sé cómo pudiste salir con él.

Eternity [Luke Hemmings]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora