Eternity [Luke Hemmings]

Capítulo 14: Secreto de famila

Tenía los ojos cerrados. Ya no sentía dolor... ¿Qué estaba pasando? Quería pedir ayuda, pero no podía. De repente, sentí un fuerte golpe en la cabeza. Me había caído al suelo, lo que quería decir que el vampiro me había soltado. Abrí ligeramente los ojos y vi una sombra que estaba encima del vampiro agresor. Era Luke. Luke agarró a aquel vampiro y le empezó a pegar puñetazos en la cara hasta que lo tumbó en el suelo. Luego le empezó a propinar patadas en el abdomen. Nunca había visto a Luke de aquella manera, y, aunque debería darme miedo, no lo hacía. El agresor estaba tirado en el suelo, sin poder moverse ya que Luke le estaba pisando el abdomen.

- Te vas a arrepentir de lo que le has hecho hijo de puta – gritó Luke. El vampiro empezó a suplicar por su vida, pero Luke no le hizo caso. Parecía estar disfrutando con todo aquello. Agarró una rama de un árbol, la partió en dos, y se la clavó al vampiro en el corazón. Luke se separó de su víctima mientras observaba con una sonrisa sádica como se convertía en polvo.

Empecé a arrastrarme por el suelo para poder incorporarme y así sentarme. Luke me miró y se acercó a mí. Sus ojos aún eran del color de la sangre y le podía ver los colmillos.

- ¿Estás bien Sofía? – dijo Luke agachándose delante de mí. Hizo ademán de tocarme el brazo pero yo me alejé de el.

- No me toques... – dije llorando

- Sofía, soy yo, Luke! – dijo mientras su apariencia volvía a ser normal.

- ¿Luke? Luke me... Me has... Me has... – dije débilmente sin poder acabar la frase ya que comencé a llorar otra vez.

- Tranquila Sofía, tranquila. Estoy aquí y no te va a pasar nada malo. Te lo prometo – dijo mientras me abrazaba.

- Luke, él iba a matarme. ¡Quería matarme!

- Lo sé, lo sé. Pero yo te voy a proteger. Nada ni nadie te va a volver poner nunca un dedo encima, ¿me oyes? Nunca. – dijo Luke. Asentí y empecé a sentir como mis párpados empezaban a pesarme mucho y no podía mantener los ojos abiertos.

- Estoy cansada Luke.

- No te duermas, ¡mantente despierta!

- No puedo... – no sé qué hizo Luke exactamente, pero creo que se mordió su muñeca.

- Has perdido mucha sangre. Tienes que beberte la mía para curarte rápido.

-  ¿Qué? – pregunté en un susurro.

- Bebe mi sangre. – y sin que pudiese decir nada más, me acercó su muñeca y me hizo beber un poco de su sangre. De pronto me volví a sentir con fuerza.

- ¿Qué me has hecho?

- La sangre de vampiro es curativa.

- ¿Acabo de beber tu sangre? - dije mientras se me dibujaba una mueca de asco en la cara.

- ¿Habrías preferido morir desangrada? – dijo Luke mientras me ayudaba a levantarme.

- Pues no, claro que no. - dije llevándome la mano a la frente - ¿Cómo me has encontrado?

- Soy un vampiro y mis sentidos están muy desarrollados. Sentí que estabas en peligro y aquí estoy.

- Pero acabas de matar a alguien...

- ¡Porque ese cabrón te iba a matar a ti si no! No es el primer vampiro que mato y te puedo asegurar que no va a ser el último.

- ¿Ya habías matado antes?

- Si claro.

- Lo dices como si fuese algo normal.

- Es que si fueses como yo, también lo verías como algo normal – digo Luke cruzándose de brazos.