Capítulo 1: Empezar de cero

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Mi nombre es Sofía Evans. Hasta hace unos meses, llevaba una vida normal en Londres con mis padres y mi hermano pequeño. No puedo decir que mi familia era perfecta, porque no lo era, pero me llevaba muy bien con mis padres. El año pasado me nombraron capitana del equipo de animadoras de mi instituto, lo que iba a suponer que, junto con unas buenas notas en el instituto, mi entrada en la universidad de Cambridge era más que probable. Pese a todo, últimamente me había desfasado un poco. Salía de fiesta con mis amigas más de lo que debería, bebía más de lo que debería beber y pasaba casi más tiempo con mi novio que con mi familia, lo que había provocado unas cuantas discusiones con mi madre. Pero todo cambió en Mayo, cuando mis padres se fueron hasta el pueblo en el que había nacido mi madre, Moonlight Valley, para resolver unos asuntos familiares. Según lo que nos dijo la policía, mis padres sufrieron un accidente de coche, lo que provocó que perdiesen la vida en el acto. Esa noticia nos devastó a mi hermano y a mi. Nada fue nunca igual. Ahí empezaron todos los líos de nuestra custodia, que recaía en nuestros dos tíos (hermanos de mi madre) que vivían en Moonlight Valley. Nos quedamos en casa de mi mejor amiga, Emily, lo poco que quedaba del año académico y durante todo ese verano mientras mis tíos arreglaban los papeles para irnos a vivir con ellos. Rompí con mi novio y desconecté del mundo para dedicarle más tiempo a mi hermano. Nos despedimos de nuestros amigos y ahora estamos en el coche con mi tía, para irnos a vivir con unos tíos a los que apenas conozco en un pueblo en el que sólo estuve una vez en toda mi vida.

- Bueno, hemos llegado. – dijo mi tía, Allison, cuando llegamos a su casa.

Nos bajamos del coche y dejamos todo nuestro equipaje en nuestro nuevo hogar, que era bastante grande. Esa casa había pertenecido a mi familia durante generaciones, y mis dos tíos vivían allí, pero por alguna razón, mi madre decidió marcharse a Londres con mi padre, donde nos tuvieron a mi hermano y a mí. No conocía mucho a la familia de mi madre, porque ella misma se había encargado de que así fuese.

- ¿Y bien? ¿Que te parece Sofía? – me preguntó Allison.

- Demasiada tranquilidad.

- Muy cierto – dijo Allison sonriendo. Mi tía es una mujer de unos 29 años, muy guapa, de ojos verdes (como los míos), rubia y un poco más alta que yo. Mi madre me había dicho que yo le recordaba a Allison, porque de joven era bastante alocada como yo. – Pero tranquila, te acostumbrarás.

- Supongo... Por cierto, ¿a dónde ha ido Will?

- Estará arriba con tu tío Charlie.

- Muy bien – susurré. No conocía mucho al tío Charlie, pero no me caía especialmente bien. Las vez que le había visto, me había parecido demasiado engreído.

- Bueno, te dejo que te instales. Tu habitación es la segunda puerta según giras a la derecha.

- Vale, gracias – le dije a mi tía, la cual me dedicó una sonrisa antes de irse al salón.

Mientras subía mis cosas a mi nueva habitación, me fui fijando en aquella casa. Solo había estado allí una vez, antes de que mi abuelo, el padre de mi madre, muriese cuando yo tenía 8 años. La casa estaba algo apartada del pueblo, era grande y antigua. La decoración estaba anticuada, había demasiados cuadros en las paredes marrones y demasiadas esculturas raras por todas partes, pero según me decía mi madre, ese era el encanto de la casa. Llegué por fin a mi habitación, que para mi sorpresa, no estaba nada mal: era luminosa, tenía un bonito papel pintado de flores en la pared y el suelo era de madera oscura. Los muebles parecían nuevos, aunque tenían un toque vintage.

- ¿Impresionada? – dijo una voz detrás de mí. Me giré sobresaltada y vi a mi tío Charlie apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados y una sonrisa de lado. Era alto, su tez era pálida, que contrastaba con su pelo negro y sus ojos azules.

Eternity [Luke Hemmings]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora