Capítulo 5: Oh Sam, no sabes en la que te metiste

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NSFW! PRECAUCIÓN!
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Sam y Dean seguían caminando. Bueno, algo por el estilo. Más bien Dean iba despotricando y caminando/corriendo mientras jalaba a Sam del cuello de la playera que traía puesta su hermano. El cual el pobre iba ahogándose mientras intentaba seguirle el ritmo a Dean.
Pronto llegaron a donde se encontraba el Impala estacionado con el ritmo que llevaban. Dean abrió la puerta del copiloto y metió a Sam dentro. Sam no protestó, sabía que no era buena idea cuando su hermano estaba así. Se limitó a quedarse callado mientras veía como Dean rodeaba el carro y se metía en el asiento del piloto.
Una vez dentro, se formó un incómodo silencio entre los dos. Eso casi nunca pasaba.
Dean se quedó mirando hacia adelante, a ningún lado en particular. Se notaba que estaba enojado. Pero había algo más en sus ojos. Sam sabía que.
Dolor. Sabía que detrás de esa máscara de dureza sin emociones,
Dean encendió el carro y tomó el volante. Estaba aplicando tanta presión en el volante que sus nudillos estaban blancos.
Sam no quería provocar esto, no quería lastimar a su hermano. Todo menos eso. Después de un rato de estar todo callado, Sam decidió hablar.
-Dean?- Sam estaba tan nervioso de hablar, que le produjo un inmenso alivio que Dean no explotara de momento.
-Que?
Sam, al ver que no había manera de que esto no terminara en pelea, gritos o algo por el estilo, decidió continuar.
-Por qué reaccionaste así? Dijiste que te molestaba tener que cuidarme todo el tiempo, y cuando te doy la libertad de no hacerlo más, aún así lo haces. Nada te obliga. Papá no está, no te esta vigilando para que lo hagas, y aún así lo haces. Por qué?

Dean dejó salir un suspiro cansado.
-Por qué es mi trabajo.- esa fue la simple respuesta que le dio a su hermano.
Sam tomó una bocanada de aire inmensa, intentando no perder la paciencia. Y?
- No Dean, no lo es. Eres mi hermano mayor, no mi niñera. Nada te obliga. Por qué lo haces?
Dean era el que estaba perdiendo la paciencia ahora.
-No lo sé Sam, no lo puedo parar de hacerlo Sam. Podemos parar con tus momentos de chicas por favor?
Sam volteo los ojos.
-Bueno, si no quieres responder eso, responde esto: por qué demonios me apartaste de Sarah y arrastraste hasta el maldito carro?
-Por qué debías de estar en la escuela Sam, por eso mismo.

Ambos sabían que eso no era cierto.
Había sido por celos. Pero Sam decidió no decir nada de momento y hacer como si le creyera.
-Bueno y a ti que te importa si voy a la maldita escuela o no? Tu dejaste de estudiar a los dieciocho, por qué yo no puedo dejar de estudiar ya? Que importa, de cualquier manera? Voy a ser cazador, como tú y como papá. Que sentido tiene seguir estudiando?
Las palabras de Sam tenían sentido. Pero Sam estaba mintiéndose a si mismo al pronunciar esas palabras. El quería estudiar. Ser transparente alguien en la vida. Tener una carrera, familia, hijos incluso, sólo lo decía para sacar a Dean de sus casillas.
-Mira Sam, aún eres menor de edad. Mientras eso siga de esa manera, papá decide tú futuro. -Cuando cumplas los jodidos dieciocho, puedes largarte si quieres, pero en lo que eso ocurre, te jodes y te pones a estudiar porque es lo que papá ordenó.

Lo que no sabía Dean al decir esas palabras era que en dos años, tendrían mucho más significado que el actual.

Sam se dejó caer en el asiento. Dean tenía razón. Seguía siendo un estupido niño a cargo de su padre, y lo seguiría siendo por 2 años más.
El resto del trayecto a casa transcurrió en silencio.
Cuando llegaron, Sam se bajó sin mirar a su hermano, caminando con pasos pesados hasta la casa, sin mirar a su hermano, encerrándose en su cuarto (de nuevo) sin parar a nada, estrellando la puerta una vez dentro.
Sam se lanzó a la cama. Y ahora que iba a hacer? Tenía todo el día, y no podía salir sin que Dean lo escuchara y lo detuviera.
Algo le vino a la mente. Que tal si..? No, desechó la idea rápidamente. No había manera de que se hiciera...eso sin hacer ruidos, lo cual provocaría a Dean entrar y verlo haciéndolo.
Bueno, pensándolo bien, no era mala idea. Lentamente, metió su mano dentro de sus shorts, y comenzó a frotarse de arriba a abajo.
Tal vez si era realmente silencioso...
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Dean decidió que era mejor no decirle nada de momento. Dejaría que se le bajara hasta decirle algo.
Caminó hacia la puerta y entró. Se fue directo a la cocina, y comenzó a hacer algo para que ambos comieran. Ninguno había comido. Bueno, Sam tenía helado, palomitas y refresco en su estómago. Nada saludable para haber sido lo primero que comiera en el día.
Dean optó por algo sencillo. Hizo un sándwich para cada uno, y los tostó en la estufa.
-Sam! Ven por tu sándwich!
No hubo respuesta.
-Sam!
De nuevo sin respuesta.
-Con un carajo!-de dijo a si mismo.
Puso el sándwich de Sam en un plato, y se dirigió hacia su puerta.
-Sam que no me escu...-no pudo terminar la frase al ver lo que estaba detrás de la puerta.
Su hermano. Su virginal hermano estaba acostado, ojos cerrados, mejillas sonrojadas, y una mano debajo de las sabanas.
Dean no tenía que ser adivino para saber qué ocurría debajo de ellas.
Sam ni se inmutó. Dean sabía que Sam lo había escuchado entrar, pero al parecer había optado por ignorarlo.
A Dean se le pusieron Rojas las mejillas.
-S-sam? Q-que estas ha-haciendo?
Sam sonrió, pero no abrió los ojos. En cambio, sólo aumentó el ritmo de su mano, haciendo que las sábanas se alcen, y provocando que su espalda se arqueara.
-S-Sam?- repitió Dean.
-Ah! V-vamos Dean, se que tu... ah! Tu sabes lo que hago.
Esa fue la única respuesta que obtuvo el mayor.
"Bueno, no hace daño mirar, o si?" Se dijo a si mismo.
Sam, como si hubiera leído sus pensamientos, se detuvo, y se sentó, pero no apartó la mano de su ereccion.
-Oh no Dean, no sólo vas a mirar. Me vas a ayudar.
Dean sonrió. "Si de todos modos me voy a ir al infierno, debo de tener buenas razones para estar ahí, no?"
Ese fue el último pensamiento racional hacía su hermano que tuvo en meses.
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;)

No Hace Daño Mirar, O Si?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora