𝗥𝗘𝗗 | ❝ El mundo entero lo ha visto siempre como el superhéroe millonario que salva de los peligros a la ciudad; mientras que otros lo ven como el empresario egoísta, sarcástico, presumido y sin sentimientos que no piensa más que en sí mismo. Si...
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Capítulo ❸: - No le agrado -
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—Espera, entonces tú... -enarcó las cejas mientras levantaba su dedo índice en mi dirección, apuntandome con gran saña -. Eres...
—Noah -le reitero, cambiando mi gesto a uno más serio. Esperando que dejara de estar tan confundido.
Sin embargo, lo que menos esperaba en un momento que no parecía ser nada ligero, es que una enorme sonrisa creciera en él de repente, dejando salir una sonora carcajada que me hizo sentir un poco confusa tras sus cambios de humor repentinos.
—¿Así que tú eres Noah? — preguntó otra vez como si no se lo hubiera dicho antes.
—Acaso... ¿dije algo que le causó gracia?
En absoluto lo comenté como una palabra que me dejara a la defensiva, sino que en verdad me sorprendía que él se hubiera reído por algo que dije.
—No. Pero déjame decirte que me sorprende que seas tan amargada —al fin hizo otro movimiento que no fuera para burlarse de mí o quedarse atónito por mi confesión. El señor Stark dió varios pasos hacia atrás que le sirvieron para dar media vuelta sobre sus pies y regresar al escritorio para agitar una pequeña tabla transparente que sacó de la nada información por medio del mismo tipo de holograma que había visto hace un rato. — Entonces, la conclusión es que tú... ¿eres mi nueva asistente?
Asentí varias veces sin saber qué más hacer al ver que se había calmado.
—Es gracioso, ¿Sabes? Parece que Coulson se hace viejo y no escucha bien lo que le dicen ni estando frente a su pálida cara. O quizás estoy siendo demasiado duro y en realidad esa cosa en la que lo revivieron estropeo su cerebro —no comprendí claramente de que me estaba hablando, sólo me dediqué a seguir su figura que se paseaba alrededor —. Déjame ponerte un poco al corriente, niña. Yo pedí a un chico. Bueno, en realidad no pedí nada a nadie, pero me ví obligado a pedir un chico como asistente, y no veo por ningún lado que tú lo seas —sus ojos me recorrieron descaradamente de arriba a bajo, poniéndome algo insegura —. ¿O tienes un secreto que no quieres mostrarme y estoy siendo demasiado impertinente?
