𝗥𝗘𝗗 | ❝ El mundo entero lo ha visto siempre como el superhéroe millonario que salva de los peligros a la ciudad; mientras que otros lo ven como el empresario egoísta, sarcástico, presumido y sin sentimientos que no piensa más que en sí mismo. Si...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
┏━━━━━━━━━━━━┓
Capítulo ❹: - No intentes nada -
┗━━━━━━━━━━━━┛
—¿Te irás con él?
Tanto el señor Stark cómo el Capitán Rogers, me miraban muy atentamente sin perder el rastro de lo que estaba por elegir. Lo cuál me ponía muy nerviosa.
Y no es que fuera una situación muy complicada para tomar tanto tiempo, sino que el centro de todo, era la forma en que irían mis días junto a Stark si es que "cortaba el cable equivocado". Era más que obvio que en realidad quería ir con Steve Rogers de regreso a la Torre de los vengadores, no exactamente por él, sino por el hecho de no ir con mi jefe encerrada en su automóvil. Esto era frustrante, no podía creer que en mi segundo día de trabajo ya tuviera miedo del hombre a quien debo apoyar todo el día, al que debo atender hasta en el más mínimo detalle si es que él lo deseaba.
Stark hizo una mueca como si fuera una completa tonta al tardarme ya tanto en contestar, y a decir verdad, supongo que lucí de esa manera por quedarme paralizada tras su pregunta. Así que, sin más tiempo que perder, el hombre caminó hasta la entrada de la cocina gritando sus últimas palabras:
—Lo siento Rogers, pero ella es mi asistente así que te consigues una, o dejas a la mía tranquila —hizo una media sonrisa cuando volteó hacia Rogers antes de salir por completo.
—Tony, Tony, no cambias —negó levemente con la cabeza, dándome un gesto de consolación.
Lo cuál no pude lamentar más.
—Y jamás lo haré, Cap —volvió a gritar una vez estando casi afuera de la mansión —. Andando, Acker. No tengo todo tu tiempo —ordena fríamente.
Ante lo sucedido, di un leve asentimiento de regreso a Steve, el cual me dejó pasar antes como todo un caballero.
Aunque por fuera mi semblante parecía estar en completa tranquilidad y serenidad tras lo acontecido, por dentro estaba hecha un tornado. ¡¿Por qué me tenía que pasar esto a mi?! Podía haberme librado aunque sea unos minutos del mal trato del señor Stark conmigo y ahora estaría encerrada con él durante mucho tiempo gracias a mí lapsus brutus.
Al salir a la zona donde se encontraba la extraña pero artística fuente en la entrada principal, llegué al lado de Stark que movía con su dedo unas cuantas cosas de su celular que se volvió como un control remoto que permitió el manejo de un precioso auto convertible color naranja que se detuvo frente a nosotros
—Te veo en la torre, Rogers. No tardes —le dice al corpulento hombre que ya se encuentra arriba de su motocicleta.
La puerta del increíble automóvil se abre en dirección vertical, dejando ver lo hermoso y lujoso que era también por dentro. Debo aceptar que mi barbilla casi cae al suelo cuando observé esto, sobretodo, porque los autos me habían encantado desde pequeña gracias a mi abuelo.
