Juego De Huellas

Capítulo 5 《¿Nuevas Pistas?》

¿Cómo estará la casa? ¿Qué encontraremos alli? ¿Nos servirá?. Estas y más preguntas pasaban por mi mente, mientras veía los demás autos pasar y los árboles quedarse atrás... No he hecho contacto visual ni verbal con John, estar con él en un espacio tan reducido como este, me asusta un poco... aun no lo conozco del todo y la faceta que muestra no es agradable.

Me atreví a verlo por el rabillo del ojo, está viendo al frente muy concentrado en la carretera, sus manos aprietan con fuerza el timón, una onda de su cabello cae por su frente, ya que el día de hoy no trae el cabello peinado hacia atras... Además aun sigue desordenado. Reí por lo bajo al recordar su cara.

El me observó de reojo, yo volví la mirada al frente, un semáforo en rojo nos hizo parar.

Pensé que el viaje no podía ser más incomodo...

Volví a observarlo de reojo, pero esta vez el me estaba viendo fijamente, trague en seco y gire en su dirección.

Su mirada es seria, sin ninguna expresión, pero sus manos en puño lo delatan.

Su mirada gris esta clavada en mi sin expresión alguna.

-Qué es tan gracioso?- Dijo con su voz un poco más ronca de lo normal, un escalofrío paso por todo mi cuerpo estremeciéndome.
-N....nada.- dije con notable miedo en mi voz, me sonrió de lado, de una manera muy escalofriante y volvió la vista al frente.
¿Ya está en verde?

(...)

John dejo el auto en un pequeño parque cerca de mi casa y fuimos caminando hasta ella. No volvimos a dirigirnos palabra alguna después del semáforo.

Nos acercamos, observe la cinta amarilla aun alrededor de la casa, algunas de las cintas tocan el suelo, pasamos arriba de ellas y llegamos a la entrada, los vecinos no están al parecer.

La puerta estaba destrozada, exactamente igual a como la vi el sábado... pero desde aquí puedo ver mejor los daños. Habían escombros y polvo en el suelo y todo se veía oscuro, un nudo empezó a formarse en mi garganta, y sentía mis piernas temblar, temía caer ahora mismo. John sin más, entro en la casa, pero yo no podía moverme de mi lugar, mis piernas parecían no cumplir ordenes y mis ojos empezaban a llenarse de lagrimas.

Pero recordé la razón por la que estaba aquí, debía ser fuerte.

Apreté los puños y me obligue a dar un paso dentro de la casa.

Al entrar, John ya no estaba en la sala de estar, no le di importancia y mientras me acostumbraba a la oscuridad y al sentimiento de soledad, empecé a observar todo. Los muebles estaban intactos, La gran televisión que estaba aquí, ya no esta. Hay pisadas por toda el área, supongo, la de los policías el sábado.

Al no encontrar nada en esa habitación, camine a la siguiente: la cocina.

Todo seguía igual, a diferencia de una de las gavetas donde estaban todos los cuchillos que estaba abierta, un sollozo salió sin previo aviso obligándome a abrazarme.

Esto era más duro de lo que imagine, cerré los ojos e intente calmarme, empecé a hacer ejercicios respiratorios, los típicos: Inhala, Exhala, Inhala, Exhala.

Cuando sentí unas manos posicionarse en mis hombros.

- Todo estará bien...- Me dijo calmado, me gire para encararlo sorprendida, esta es una faceta totalmente nueva de él.
-Gra..gracias.- dije sin romper el contacto visual, el bajo la mirada y se paso la mano por su cuello.
-Denada.- dijo dándome la espalda. -Tienes que ver esto.- dijo mientras me guiaba el camino a otra habitación, lo seguí atónita.
-Ves eso?- dijo señalándome un punto en el suelo, preste toda mi atención a ese lugar, me acerque un poco y observe algunas prendas junto un colchón viejo.
-Lo veo.- dije acercándome más, al observar mejor, era una camisa sucia y algo rota junto a unos zapatos viejos, subí una ceja confundida. Me gire para encarar a John.
-Nuestra primera pista.- Dijo mientras se dirigía hacia las prendas, saco unos guantes y unas bolsas en donde van las evidencias.

Tomo la ropa con cuidado al igual que los zapatos, con los guantes puestos, y colocó todo en bolsas.

- Pueden ser de un simple vagabundo que encontró una casa abandonada.- Opiné cruzándome de brazos, John se giro hacia mi con una sonrisa divertida, levante una ceja confundida de nuevo. ¿Acaso es bipolar?
-Cómo puede tener esa hipótesis una estudiante de Criminología- dijo levantando una ceja también, mientras su sonrisa seguía allí, abrí mucho los ojos, como sabe eso.
-¿Cómo sabes eso?- pregunte acercándome a él mientras lo fulmino con la mirada, John empieza a reírse y deja las "pistas" sobre una mesa, se acerca más haciéndome ver un poco hacia arriba ya que es más alto que yo, Me sujeta por los antebrazos fuertemente y acerca su rostro a mi rostro, aun con su sonrisa, la respiración se me corta.
-Cómo un vagabundo puede entrar a una casa con cintas a su alrededor que indican un homicidio.- su aliento choca con el mío, mi vista está clavada en sus ojos que  me miran divertidamente, espero que no note que estoy temblando.

Me suelta y vuelve a tomar las bolsas. -Sí me disculpa señorita, debo colocar la evidencia en un lugar seguro.- dice mientras sale de la casa, supongo a su auto.

Suelto todo el aire que contuve y poso mis manos en mi cintura y sigo observando todo. John tiene razón, ningún vagabundo entraría en una escena del crimen, en este lugar es tan poco común que es posible que los vecinos se hayan ido de vacaciones por unos meses.

Suspiré y entre a las demás habitaciones, quedándome más tiempo en la que era la habitación de mi padre, la revisé, cajón por cajón buscando un reloj.

El reloj es muy importante en mi familia, es un diseño que ya no se encuentra ya que se ha ido heredando por muchas generaciones en mi familia, debía encontrarlo. Termine de revisar todo y no lo encontré, maldita sea!

-Detective Privada!- dijo John desde la sala principal, rodé los ojos y fui hacia allá.
-Qué?- dije cruzándome de brazos frente a él.
- He encontrado algunas huellas.- dijo mientras se acercaba al colchón viejo. -He encontrado una huella aquí- dijo señalando la pared junto al colchón. -Y dos más totalmente diferentes a esta en la cocina, definitivamente hay una tuya, y de tu padre y una desconocida.- dijo mientras se quitaba los guantes y guardaba todas las evidencias y herramientas en un bolso que de seguro trajo del auto.

Coloqué mi dedo índice en mis labios, quien querría venir a este lugar, y convertirlo "su hogar".

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Cada detalle es importante. Recuerdenlo!

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