Juego De Huellas

Capítulo 9 《Pistas y Confusión》

Pov Bella:

-No se si estoy preparada para esto...- Hable mientras tomaba mi cabeza entre mis manos.
-Podrás con esto! Solo no te rindas ahora.- Suplico John, trate de ignorarlo. Esto no es fácil y es muy difícil de comprender...
Trate de planchar la parte baja de mi vestido negro para tranquilizarme. John estacionó en la entrada del cementerio, bajo del auto, no deje que se acercara a mi lado, ya han pasado muchas cosas en este auto... salí y camine hacia la entrada con John a mis espaldas.

El cementerio estaba silencioso solo alguna que otra persona barriendo o colocando flores, trague en seco y camine siguiendo el camino principal.

Cuando llegue al final donde ya no había ningún camino que seguir paré, y me gire a ver si encontraba a alguien y para mi mala suerte no encontré a nadie y John tampoco estaba... Bufé.

Me regrese por el mismo camino está vez más despacio, veía personas pero estaban lejos.

-Bella...- hablo John a mis espaldas, me sobresalte.
-Me asustaste!- dije suspirando, colocando una mano en mi pecho.
- Los fantasmas solo salen de noche...- dijo susurrando en mi oido, ya que le seguía dando la espalda, un escalofrío paso por todo mi cuerpo.
-No... hagas eso.- dije dándome la vuelta, Error!
-Porque?- su respiración y aliento a menta chocó con mi rostro, llevaba una sonrisa torcida, intente dar un paso hacia atras, pero John tomo mi cintura evitando cualquier alejamiento entre nosotros.
-Solo.. Olvidalo.- suspire empujandolo, este cedió y se alejó, pero aun llevaba esa sonrisa burlona.
-Encontré el camimo.- hablo de nuevo esta vez borrando la sonrisa, trague en seco y asenti, John empezó a caminar y yo lo seguí.

Tengo que admitirlo, tener ahora a John me conforta de una manera extraña pero encantadora.
Él hace que vea las cosas difíciles de otra manera...

POV Sophia:

Estaba sentada en uno de los sofás más cómodos y lujosos de mi vida, era el sofá de la oficina de Christian, estaba abrochando los botones de mi blusa. Como pude caer de nuevo.
Él me daba la espalda mientras se colocaba la camisa, se giro a verme y se acercó sin terminar lo que estaba haciendo, yo iba por la mitad, su pecho estaba descubierto dejándome helada e hipnotizada.

-Te arrepientes?- Hablo directo y calmado, pero con un breve tono de reproche.
Las manos empezaron a temblarme, ya me parece normal este efecto que tengo de su cercanía. Así que lo ignoro.
-No...- susurre, porque era cierto, lo peor de todo es que no me arrepentía.

Mire sus ojos, tenían una llama especial, un brillo que muy pocas veces logro ver, un brillo que me enciende de una manera prohibida, esta relación es prohibida y eso lo vuelve más emocionante.

-Qué te preocupa?- hablo de nuevo, el tono de reproche desapareció de su voz y su mirada, me levante haciendo que el se levantara, ya que estaba de cuclillas frente a mi, y hable mientras volvía a mi trabajo con los botones para calmar mis manos intranquilas.

-No soy ciega Chris, y puedo ver tu anillo en el dedo anular, esto no es correcto...
-Pero aún así quieres que pase.- hablo interrumpiendome, sus ojos volvieron a la mirada especial anterior. Cerré mis manos en puño y cerré los ojos con fuerza, el tiene razón siempre la tendrá, siempre estaré a sus pies.
-Christian...- Reproche al sentir sus manos en mi cintura y sus labios en mi cuello otra vez, resistí el impulso de meter mis manos en su camisa aun abierta.
-Tu sabes una cantidad de información que nadie más sabe, sabes más de mi vida que cualquier otra persona- Hablo serio levantado la mirada en mi dirección.
-Sabes perfectamente el estado de Leila, ella sospecha que tengo algo con alguien más, pero no le molesta porque sabe que solo la puedo amar a ella...- Su teléfono lo interrumpe, él se aleja sin decir una palabra más, yo me abrazo a mi misma, no quiero llorar, nadie nunca me ha visto llorar, y nadie lo hará.