Sexy beast #1 [Terminada]

27

Ramsey y yo nos sentamos en los bancos del interior de la capilla. Es el día de la boda de Bathsheba y Beau, llevan esperando para este momento desde hace un tiempo. Detuvieron todos los planes de boda cuando yo fui secuestrada y ahora es el momento de llevarlos a cabo. 

Bathsheba camina por el pasillo de la camilla mientras la música flota en el aire. Su rubio y largo pelo está suelto y una diadema pequeña ancla su velo. El vestido se ajusta a su cuerpo perfectamente. 

Yo al menos he encontrado un vestido lo suficientemente suelto como para que quepa mi barriga de embarazada. Aunque no tengo tanta barriga como la chica del clan Russell, Savannah, quien por lo visto está embarazada de un lobo... Lo bueno de todo esto es que mis pechos están más hinchados y al menos así puedo lucir esa parte del traje mucho mejor. 

Ramsey se mueve incómodo en su esmoquin. Muevo mi mano hacia la suya y la tomo. 

- Me gusta tu esmoquin- susurro para tratar de calmar su incomodidad. 

- A mi, no. 

Apoyo mi cabeza en su hombro y la mano libre sobre su pecho. Siento el latido de su corazón bajo mis dedos. Lento y constante. 

- Aún así estás muy guapo- murmuro. 

Levanto la vista para ver como una esquina de su boca se curva hacia arriba en una medio sonrisa. 

La ceremonia es preciosa y breve, a Bathsheba y a Beau les toca soportar la ronda de fotos y de saludar a un montón de gente, para después salir bajo una lluvia de arroz. 

Ramsey me envuelve en un abrazo desde detrás y coloca sus manos por encima de mi barriga, yo automáticamente pongo mis manos sobre las suyas. Es una forma protectora y algo posesiva, pero ahora soy su compañera y tengo una marca que lo demuestra. Ramsey también tiene la suya en su nuca. Es un mordisco, pero solo es visible para los cambiformas, como el anillo en el dedo de los naturales o humanos. 

Llegamos a la recepción una media hora más tarde. Bathsheba baila con uno de los hermanos Russell, riendo, mientras los otros hermanos tratan de colgarles billetes del vestido. La banda toca canciones alegres y la sala está llena de cambiaformas que forman parte de la Alianza.

La recepción es un acontecimiento especial, no hay muchas bodas de este tipo. Bathsheba no sale de la pista de baile y cada vez que una canción suena Beau aparece de repente para bailar con ella. 

Ramsey se acerca a mi cuando una nueva canción lenta vuelve a sonar. Extiende su mano hacia mi, esperando, porque él siempre va a estar esperando. Sonrío abiertamente mientras me levanto del asiento y camino agarrando su ancho brazo hasta la pista de baile. Podría quedarme en la pista de baile para siempre, con sus brazos alrededor de mi cintura y con mi barriga pegada a la suya. 

- ¿Estás nervioso por la visita de mis padres?- pregunto acariciando los lados de su cara recién afeitados. 

- Bastante nervioso- admite. 

Mis padres van a hacer un alto en su vuelta por el mundo para visitarnos, después de eso volverán a emprender otro viaje. 

- No lo estés- le digo mirándolo a los ojos-. Ellos solo quieren ver la casa, verme y conocerte. Ya sabes que ellos conocen toda la historia. 

- Lo sé- gruñe. 

- No te pongas así- susurro esbozando una sonrisa y pasando mis dedos por su ceño fruncido-. Ellos son buenos y comprensivos. 

Deben de ser las personas más comprensivas que conozco para haberse quedado con un bebé que se convertía en oso polar... 

Cuando la recepción comienza a vaciarse un poco, alguien coloca una silla en el centro de la pista. Bathsheba sube a ella, roja como un tomate, mientras Beau desliza la liga hacia abajo, después la lanza al aire y Joshua la atrapa en el aire metiéndosela en el bolsillo. 

Después de eso una de las chicas que trabajan en la agencia, Ryder, le pasa el ramo a Bathsheba antes de que ella suba al escenario y se coloque de espaldas. 

- ¿Vas a ir a atraparlo?- pregunta Sara antes de levantarse. 

- No- respondo abrazando con más fuerza a Ramsey mientras estoy sentada en su regazo-. Estoy bien como estoy, estamos bien- digo mirando a Ramsey a los ojos. Después apoyo mi cabeza en su hombro. 

- ¿Estás cansada?- pregunta trazando mi columna con los dedos de su mano. 

- Solo un poco- murmuro con los ojos cerrados mientras escucho las risas de los invitados y huelo el aroma tan familiar de Ramsey. 

- Yo cuidaré de ti, mi amor- asegura suavemente. 

- Lo sé- digo antes de posar un suave beso en su dura mejilla.