Sexy beast #1 [Terminada]

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- ¿Mi qué?- pregunto sin entender. 

- Tú clan. Todos los osos pertenecen a uno- responde él. 

- Yo no- apunto-. Mi historia es un poco distinta, supongo. ¿Dónde está el tuyo?- pregunto levantando una ceja en señal de desafío-. ¿Qué eres tú? 

- Were-oso. 

- ¿Polar?- pregunto con interes. 

- Pardo- responde en un murmuro. 

- Vaya... es la primera vez que conozco a alguien que también se convierte en animal... Porque... te conviertes en animal, ¿no? 

Ramsey asiente en respuesta. 

- ¡Alucinante!- digo acercándome a él con entusiasmo. Tomo su mano entre la mia y la agito en forma de saludo-. ¡Hola! Soy Audrey... soy una were-osa polar. 

- Ya nos conocemos- dice él, casi esbozando una sonrisa. 

- Lo sé. Pero nunca me he presentado así. Es super emocionante. Nunca he conocido a nadie que cambie. 

- ¿Nunca?- pregunta sin entender. 

- Nunca- confirmo negando con la cabeza-. Siento que tenga que ser en un momento tan crítico de mi vida. En cualquier otra circunstancia te habría invitado a tomar algo... pero no tengo electricidad ni agua. Lo más probable es que mis padres vengan a buscarme y me vuelva a mudar con ellos. 

- ¿Qué?- pregunta alarmado. 

- Síp. Dado que mi vida se está yendo al traste y tal...- digo asintiendo. Sonrío con ironía y separo mi mano de la suya. 

- ¿Cena?- gruñe él. Frunzo el ceño y lo miro a los ojos. 

- No tengo electricidad- digo lentamente. 

- Conmigo- aclara él. 

- Hombre de pocas palabras- digo chasqueando la lengua-. ¿Me estás diciendo que vayamos a cenar fuera? Si es un sí, asiente. Si no... niega, obviamente. 

Él asiente de una sola vez. 

- ¿Puedes esperar a que me cambie? No quiero ir a cenar con ropa de... ¿trabajo?- digo alejándome hacia mi cuarto. No espero la respuesta. Comienzo a elegir la ropa rápidamente. Tomo un chaleco y una camiseta con vaqueros. Eso tendrá que valer. Suelto el moño y me cepillo el pelo hasta dejarlo bien. 

- ¡Lista!- anuncio mientras llego al salón. Encuentro a Ramsey en el mismo sitio donde lo deje pero con un móvil entre las manos y tecleando a gran velocidad. Alza la mirada y da un asentimiento antes de irnos. 

***

- Gracias por pedir por mi, pero sé pedir mi comida sola- digo sarcásticamente mientras bebo de mi copa de vino. 

- De nada- responde él obviando lo que he dicho-. ¿Por qué no tienes clan? 

- Eh... no sé cómo se tiene clan. A ver, voy a contar un poco la versión larga. Mi padre es alemán, mi madre francesa y los dos se mudaron a Estados Unidos cuando se casaron. 

- ¿Dutti es alemán?- pregunta él. 

- Vale, me has pillado. Mi padre es alemán, pero su familia es italiana. Un lío que no veas... El caso es que ellos se mudaron y tras muchos años, no lograron tener hijos. Con treinta y nueve decidieron adoptar... y bueno, me consiguieron a mi. Ellos creían que habían conseguido, por fin, tener una hija. Ya sabes. Pero resulta que en vez de encontrarse con una niña de mejillas rosadas, mofletes y el pelo rubio, habían conseguido una niña que de vez en cuando se convertía en un oso polar. 

- Te adoptaron- repite él. 

- Esa es la versión corta- apunto con el tenedor hacía él-. Supongo que por eso no tengo clan, ni nada- digo encogiéndome de hombros. 

- Pero tus padres biológicos tendrían clan- comenta él. 

- Ni idea- murmuro timidamente-. Yo solo sé que puedo hablar cuatro idiomas diferentes... 

***

- Adiós, Ramsey- digo bajándome del coche-. Gracias por la cena. Supongo que... no nos veremos por ahí- digo señalando a mi apartamento-. Me iré dentro de unos días. 

- Espera- dice agarrando mi mano desde el interior del coche-. Voy a buscarte una solución. Vendré mañana por la mañana con noticias. 

- Está bien... pero no tienes que hacer nada por mi. No me debes nada. En todo caso soy yo la que te debe un montón de cosas. 

- Hasta mañana por la mañana- repite él antes de alejarse con la camioneta. 

Me dejo caer en la cama después de ponerme el pijama. Necesito un ducha urgentemente. Tengo que lavarme el pelo y el cuerpo. Me doy asco. 

La mañana tampoco se presenta mejor. Comienzo a meter las cosas en cajas mientras continúo en pijama. Tampoco es como si tuviese muchas cosas. Ropa, sábanas, colcha, cojines... es lo más básico. Alguien golpea la puerta y camino hacia ella. Ramsey, con su inmenso cuerpo, aparece frente a mis ojos. 

- Hola- digo con tono de sorpresa-. No te esperaba. 

- Dije que vendría con una solución. 

- No puedo pagar a un fontanero, ni a un electricista. Lo siento- digo dejándole pasar al interior. 

- Esa no es la solución- dice pacientemente. 

- No ducharme y no comer, tampoco- apunto con una risa. 

- Tengo una solución gratis- comienza a decir. Me giro bruscamente. 

- Ahora nos entendemos...