Nunca digas para siempre [COMPLETA]

Capítulo 1.

*riiiiing, riiiiiing*

Tras el susto que me he llevado, me levanto. Las 6:30. Por fin ha llegado el día, la prueba para poder entrar al concurso, "Disfruta Cantando", un programa que se emitirá por la tele.

A las ocho tengo que estar en los estudios; es la primera prueba, y si hay suerte, pasaré a la prueba definitiva.

-  Amy cariño, ¿qué haces levantada tan temprano? - Pregunta mi madre asomándose a la habitación.

- Hoy es la prueba para "Disfruta Cantando" ¿recuerdas?

- ¿Qué prueba? - pregunta ella intentando acordarse.

- Mamá, ¿no te acuerdas? Te lo dije hace dos meses, llevo preparándome para esto mucho tiempo.

-  Amy ya sabes lo que opinamos tu padre y yo. La música y cantar no te van a servir. Lo único que hacen es distraerte de tus estudios.

- Mamá, ya hemos hablado de esto. Se acabó. Es mi sueño, y estoy hasta las narices de que no me apoyéis en esto.

- Perfecto, cómo ya hemos hablado del tema, se acabó, no vas a ir a hacer la prueba esa. - Dice ella cabreada mientras cierra la puerta bruscamente.

- Me da igual que me dejes o no, la voy a hacer. - Digo susurrando.

Termino de arrelarme, cojo todo lo que necesito y me dirijo a la puerta para no llegar tarde. Todo el que vaya irá acompañado de sus familiares, en mi caso no es así, pero me da igual, sé que puedo hacerlo sola.

- ¿Dónde te crees que vas? - Dice mi madre desde la cocina. - Te he dicho que no vayas.

- ¿A dónde? ¿A la prueba? Lo siento mamá, me dejes o no, voy a ir. - Digo con chulería. 

- Te he dicho que no.

- Ahora te digo yo que me da igual lo que me digas.

- Amy ya sabes que no podemos permitirnos ciertas cosas, y esta es una de ellas.

- ¿Todo esto lo haces por el dinero verdad? Sé que estamos mal económicamente, que no pdoemos presumir de ricachones pero no somos tan pobres cómo tú lo pintas. Lo único que necesito es que me apoyeis, ¿tan dificil es?

- ¿Y por qué no nos entiendes tú a nosotros?

- Lo intento, pero luego llegas tú y sólo piensas en ti misma mamá. No necesito dinero, sólo que me apoyéis. ¿Crees que tu única hija va a ser todo lo perfecta que tu quieras? No mamá, las cosas no son así. Quieres que sea abogada, o de alguna profesión parecida, pero no, me gusta la música y es a lo que me voy a dedicar.

-  Amy deja de decir tonterías, y siéntate aquí para que podamos hablar.

Antes de deir nada miro el reloj. Las 7:00, tengo que irme ya.

- Mamá, ¿puedes dejar de ser tan egoísta? Y no te molestes más, esto lo voy a hacer yo sola, sin vuestra ayuda. Me voy que llego tarde. - Digo mientras me acerco y le doy un beso antes de marcharme.

A las 7:45 entro en los estudios y tardo cinco minutos en encontrar la sala dónde tenemos que esperar a que nos llamen. Antes de entrar, me choco con alguien.

- Eh! Tú, niñata, mira por dónde vas. ¿Tus padres no te han enseñado a caminar?

- Lo siento, de verdad.

- No me vale un lo siento. O aprendes a caminar o te buscas la vida, pero no te vuelvas a chocar conmigo.

- Perdón señorito creído, ¿he ensuciado tu horrible camiseta de marca? Mientras aprendo a caminar, aprende a vestirte. - Digo sin dejarme pisar por el chulo con el que me he chocado.

- ¿Qué has dicho? ¿Puedes repetirlo? - Dice él, cabreado.