Nunca digas para siempre [COMPLETA]

Capítulo 7.

[Zayn]

Tenía que irme, no podía continuar con esto. Yo quería pero ¿y ella? No. Me odiaba. ¿Y por qué me había besado y se había dejado llevar? Por el momento, la situación, no sé. Amy Murray no podía formar parte de mi. Yo era un gilipollas, y no merecía que jugaran con ella. Menos mal que ahora iba a tener tiempo suficiente para aclarar mis pensamientos. 

...2 semanas después...

Volvían a empezar las clases, lo que significaba que volvería a verla. Dos semanas que no me habían servido de nada. No me había atrevido a llamarla ni a ir a darle una explicación de por qué me fui así de su casa en ese preciso momento.

- Louis, ¿hablaste con Charlie? - Pregunté.

- ¿Yo? Que va, no la he visto, y prefiero hacerlo a la cara.

- ¿Te has vuelto sensible? Vaya, vaya, una chica cambiando a Lou. - Dijo Niall

- Bueno Zayn, ¿y tú qué tal las vacaciones?  - Preguntó Louis cambiando de tema.

- Ya sabéis, chicas yendo y viendo a casa, lo de siempre. - Dije. No era verdad, pero no podía decirles que no había dejado de pensar en Amy. - Aunque ahora se estropea todo teniendo que aguantar a Amy La Jaqueca

- ¿La Jaqueca? - preguntó Niall

- Sí, es cómo las jaquecas, te ponen dolor de cabeza. - Dije sin pensar en mis palabras.

Noté que alguien me daba en el hombro y me giré. Lo próximo que sentí fue una mano en mi mejilla. Dolía. 

- Eres un completo gilipollas. 

¿Amy? No, no podía ser, me había escuchado y no sabía que nada de lo que pronunciaba mi boca era cierto. 

- Amy, escucha...

- ¡¡Una mierda!! - Gritaba cabreada. - Eres un cabrón. ¿Para esto me pirdes perdón? ¿Tan arrepentido estabas? 

- Amy joder, escuchame. - La sujeté de los brazos.

- ¡Ni loca! Ya veo que eres todo un farsante Zayn Malik. Suéltame ahora mismo. - Gritó separándose de mí.

La volví a agarrar. Tenía que explicarselo.

- ¡Que me sueltes, joder! - Dijo.

Se separó de mí. Volví a notar una bofetada en mi cara. Me la merecía. La vi alejarse corriendo.

- Tío, ¿qué ha sido eso? - Preguntó Niall

- Que soy un perfecto cabrón. 

- ¡Venga ya! La pediste perdón sí, ¿por esto se pone así? 

- Si, y me lo merezco.

- Oye Zayn, ¿qué narices te pasa? 

- No sé que me estará haciendo Amy, pero me está cambiando.

- ¿Amor? - Preguntó Louis.

- Yo no siento de eso.

- Zayn, mira, nos conocemos bien, asíque ya estás contando todo lo que ha pasado entre vosotros.

- No ha pasado nada, eso es. Nada.

Me fui, tenía que encontrarla y hablar con ella. Durante estas dos semanas había imaginado el reencuentro y ninguna de mis opciones coincidía con esta. Llegué a clase, la vi sentada en su sitio y me senté a su lado.

- Amy, por favor, escuchame.

- Fuera de mi sitio. - Dijo Charlie a mis espaldas.

- Charlie, por favor, sientate hoy al lado de Louis. Así de paso habláis, que falta os hace. - Pedí, pero Amy no se inmutaba.

- Más te vale no cagarla Malik. - Dijo Charlie aceptando sentarse con Louis.

- Amy, creeme. No sentía nada de lo que he dicho, ellos no sabían nada y no sé, no veía necesario contarlo. Cuándo te pedí perdón, lo hice siendo sincero. Por favor, di algo.

- Como tú dices, soy una jaqueca, asíque no voy a ponerte dolor de cabeza, tranquilo. Sólo te voy a decir una cosa, ya sabes lo que siento. Si te besé fue por algo, no porque me apeteciera. No sé si lo que me dijiste fue de verdad o no, pero dime, ¿por qué te fuiste? ¿Por qué no has sido capaz de darme una explicación?

- No, no eres una jaqueca. No he dejado de pensar en ti en estas dos semanas.

- Ya claro, y a las chicas que iban y volvían a tu casa, les ponías mi cara. Contesta a mi pregunta.

Entró el señor Harvey, que llegaba media hora tarde, y dejamos de hablar pero sabía que cuándo acabase la clase me pediría una explicación.

- No tengo preparada la clase, así que improvisaré algo. - Dijo él.

- ¿Improvisar una clase? Vaya señor Harvey, ¿qué ha pasado estas dos semanas?

- Muy bien Malik, por listo, sal a la pizarra y cuéntanos tu vida durante estas dos semanas. Seguros que nos acabas sorprendiendo.

Salí y me coloqué en el centro para que todos pudieran verme. Iba a decir gilipolleces que hicieran enfadar al señor Harvey, pero una idea se me pasó por la cabeza. Este era el momento.

- Lo típico, cuando me levanto, desayuno y todas esas cosas. Pero la mayor parte del tiempo lo pasaba pensando. 

- ¿Pensando en estudiar? - Preguntó el señor Harvey con ironía.

- No le voy a dar esa alegría. Lo pasaba pensando en una chica que me ha cambiado por completo, lo creais o no, Amy Murray me ha hecho valorar a quienes están a mi lado.

Un "ohhhh" retumbó en el aula. La miré, estaba muy roja y muerta de la vergüenza.

- Y he sido un completo gilipollas haciéndo lo que le he hecho a ella. Sólo pido que me perdonde.

Levantó la cabeza y me miró.

- Eres idiota. - Dijo con una preciosa sonrisa en su cara.

- ¿Eso significa que sí?

- No. El perdón hay que ganarselo. - Sonrío.

Me acerqué a ella, la cogí de las manos mientras se levantaba, y acercándome a su cara, a escasos milimetros de su boca, susurré:

- Te tengo que dar una explicación, lo sé, pero perdoname. 

- Malik guarde las distancias. - Dijo el señor Harvey.

La clase continuó. Dos clases más y podría hablar con ella.

Sonó el timbre del descanso, la agarré fuerte de la mano y tiré de ella. Salimos corriendo del edificio y la llevé a un escondite que teníamos Niall, Louis y yo desde pequeños.

- ¿Qué es esto? - preguntó curiosa.

- Un escondite. - Me senté en el tronco cortado de un árbol que había y la acerqué hacía mí.

- Tenemos que hablar. - Dijo separándose un poco de mi. - Responde a mi pregunta.

La acerqué más a mí, y agarrándola de la cintura, expliqué:

- No sabía que hacer, no me lo esperaba. Nadie, excepto tú, ha conseguido sacar en mi unos sentimientos tan fuertes.  Necesitaba tener tu atención y la única forma que encontré, fue hacerte enfadar. Lo siento.

- ¿De verdad? - Dijo ella acercándose a mí.

- Sí. Lo siento, lo siento, lo siento. - Susurraba dándole pequeños besos por el cuello. - Lo siento, lo siento, lo siento.

Se sentó sobre mis piernas, y nos fundimos en un tierno y apasionado beso. 

Acababa de descubrirlo, la necesitaba. Amy Murray me había vuelto loco.

- Amy, tengo que decirte algo...