Nunca digas para siempre [COMPLETA]

Capítulo 9.

[Zayn]

Llegó el verano. Seis meses juntos, mi relación más larga. Cada día me gustaba más pasar el tiempo junto a ella. Louis y Charlie volvían y rompían cada dos por tres, Liam había encontrado una chica preciosa y estaba feliz. Niall, bueno Niall es Niall y nadie se interpone entre su hambre y él.

La melodía de un móvil me despertó. 

- ¿Sí? ¿Chuck? 

Me hice el dormido para escuchar bien la conversación. No era ningún cotilla, pero estaba interesado en quién llamaba a Amy.

- ¿Qué? No me lo puedo creer. ¿Estás aquí? 

Se escuchaba un murmuro al otro lado del móvil.

- ¿Y cuándo nos vemos? Tengo muchas ganas de abrazarte. 

Espera, espera. ¿Abrazar? ¿A quién? "Zayn, tranquilo. Tú no eres celoso, confías en ella" me decía mi subcosciente.

- Perfecto, Chuck, luego nos vemos. - Se quedó callada escuchando lo que la decían - Perfecto, iré con mi grupo de amigos, te encantarán. Te quiero Chuck.

Noté que alguien se subía encima mía.

- Vamos Zayn, despierta

- ¿Eh? ¿Qué hora es? - Dije haciéndome el dormido.

- Vamos despierta oso. - Dijo Amy riéndose.

- ¿Oso? - pregunté. - ¿Por qué?

- Porque tú no duermes, tú hibernas.

- ¿Ah sí? - Me giré y comecé a hacerla cosquillas.

Me encantaba. De pronto me vino a la mente el chico con el que había estado hablando y sus dos últimas palabras. Te quiero. Un ataque de celos me subió por el cuerpo y sentí la necesidad de asegurar que Amy era mía. No era posesivo, pero no aguantaba oírla decir te quiero a un chico que era completamente desconocido para mí. 

- Zayn, ¿en que piensas?

- ¿Eh? En nada, cosas mías.  

Me tumbé sobre ella y comencé a besarla por el cuello, bajaba hasta su vientre, y volvía a subir. 

- No, Zayn, ahora no. Tengo que arreglarme.

- ¿Para qué? - pregunté molesto.

- Ha venido un amigo mío que hace mucho que no veo, he mandado un whatsapp a los demás para que vayan a la plaza. Tenemos que ir, quiero que le conozcáis.

- Venga, Amy, sólo un rato, tenemos tiempo de sobra. - La sujeté las manos contra el colchón y seguí el reguero de besos.

- Zayn, venga, por favor.

- Amy, ¿te acuerdas de cuándo fui a tu casa? ¿Cuándo nos besamos por primera vez? 

- Sí, ¿qué? - Noté que se ponía tensa.

- Nunca te lo he preguntado, pero si yo hubiera seguido allí, ¿que hubiera pasado?

- No lo sé, ¿por qué lo preguntas? - Estaba nerviosa.

- Nunca se ha vuelto a repetir una situación así en estos seis meses. Me ha entrado la curiosidad. ¿Y quieres que algun día pase algo más? Ya sabes a lo que me refiero... tu y yo... bueno ya sabes.

Ninguno dijo nada, comenzamos a besarnos, me quité la camiseta que voló por los aires de mi habitación. Poco a poco, levanté su camiseta y se la quité. Seguíamos besándonos. Una electricidad se apoderó de mí, perdía el control de mi cuerpo. Besándo cada parte de su cuerpo, la fui bajándo los pantalones hasta que se los quité. Calor, mucho calor. Besos y más besos.