CAPITULO DOS: Una promesa rota y una mentira también.

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CAPITULO DOS: Una promesa rota y una mentira también.

Emmett había ingresado por la ventana tamaño pared de la habitación que compartí con Rosalie, su ropa estaba hecho un asco, se había alimentado como un verdadero animal sediento de sangre y eso le hacía sentir hasta avergonzado por haber perdido así los papeles con esos cuatro animales.

"Por lo menos fueron esos animales y no el niño. Esos animales al niño."

Se trataba de convencer de ello y es que era mejor la vida de algunos cuantos animales a la vida de Seth. Cerraba los ojos y aun podía ver el rostro de total terror que tenía porque se alejara de él, había visto claramente como en su pequeña mano estaba empuñando parte de la manga de su sudadera. Se quedó inerte en sus pensamientos viendo ese miedo que había en los ojos ajenos, un bello color café, pero fundido en miedo que no le había bien en nada; inhaló el aroma que se había impregnado del menor en la manga de su ropa y cerró los ojos. Si, aún estaba ahí, tenue pero con sus sentidos desarrollados podía sentirlo claramente. Su hombro izquierdo aun sentía el calor del niño en el cual se había recostado.

─ ¿Emmett?─ este abrió los ojos de inmediato y giró el cuerpo para ver a su hermosa esposa Rosalie con un impecable vestido negro. ─Será mejor que te apresures, la humana y Edward ya están encamino.─ Rosalie demostraba su desaprobación por Bella de todas las formas posible y eso a Emmett no se le había novedad en lo absoluto, agradeció que le hablara desde el marco de la puerta de la habitación y no le viera como estaba en ese momento, aunque supo que el olor que llevaba encima era fácil de captar.

─Si, amor. Pero dame mi espacio, no hay nada de mí que no hayas visto ya.─ bromeo el hombre mientras le regalaba una sonrisa torcida a lo dicho, la mujer solo sonrió por su broma.

─Toda la razón mi hombre mono.─ la rubia le mandó un beso volado mientras cerraba y bajaba a la primera planta del lugar. Emmett borro su sonrisa y se dispuso a cambia de ropa inmediatamente a una velocidad rápida y en pocos minutos ya estaba listo, solo dándose los últimos toques con referente a recogerse las mangas de la camisa que estaba usando para el día que se festejaba en casa. Se miró en el espejo que había en la habitación y una vez listo salió de la habitación bajando por los escalones y llegó a la sala del lugar, Alice le miró unos momentos sonriendo de forma minuciosa.

─ ¿Estás bien, duende?─ Emmett interrogo en son de burla ya que conocía bien a Alice y ella era toda una caja de pandora al momento de decir algo.

─ ¿Hiciste caso y no te acercaste demasiado, hermano?─ Alice le tomo por sorpresa ante aquella interrogante que el dejó un tanto incómodo pero disimulo muy bien a lo dicho y sonrió coqueto.

─Me alimenté y todo bien, mírame, estoy como nuevo.─ extendió sus brazos manteniendo aquella sonrisa peculiar que poseía Emmett.

─Te vi en una de mis visiones es por eso que pregunto, Emmett. Sea lo que sea que fuera ese olor, no te acerques más, terminara mal y no lo digo por ti, sino por esa persona. ─ murmuró para ambos ya que la más bajita no quería alarmar a nadie en casa, solo Jasper sabía. Ésta le entregó una hoja de papel y en este estaba plasmado un dibujo a lápiz, Emmett tragó seco al mirar de que se trataba; claramente estaba él caminando en dirección contraria a un cuerpo tirado en el sueño del bosque, por los arboles que había en el dibujo lo dedujo. Una gran luna llena estaba acompañaba ese cuerpo sin vida al parecer, y notó en el dibujo que sus ojos estaban tan oscuros y sus labios escurría en hilos ese liquido vital para los humanos. Y un miedo que no supo de donde y el porqué se apoderaron de él. No quería hacerle daño a ese niño. No podría hacerlo, manejaría todos sus instintos si fuera posible, se controlaría casi asesinando por dentro esas ganas de probar esa deliciosa sangre.

No se llamaría Amor sino doliera. [EmmSeth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora