CAPÍTULO ONCE Parte I: Lo que nunca se desea ocurre. Adiós mentiras.

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A pesar de la insistencia de Alice de ir a dejar a Jacob un poco más cerca de la Reserva, este se negó rotundamente y solo tomó un taxi que lo llevaría hasta el dichoso lugar, y como siempre, Edward le daba las gracias, Jacob solo desvió su mirada con semblante rudo que poseía en ese momento y un simple "claro" salía de sus labios como respuesta a ello. Alice solo le entregó la bolsa de compras donde estaba su ropa y luego un abrazo, Jacob solo dio unas ligeras palmadas en su espalda y ésta se separó de inmediato, no quería tentar su suerte en ese momento. Una vez que ya estaba dentro del taxi, dio el destino y este solo arrancó, Jake no miró en ningún momento atrás, o por lo menos no lo hizo hasta que pasaron una curva y no veía más a aquellos vampiros, eran las 12:37AM y sabía que no habría nadie despierto en la casa de Seth, pero se arriesgó a ir a esa hora, el camino estaba iluminado por las luces del camino en ese instante, ya podía escuchar el ruido de las olas del mar chocar contra las peñas, cuanto había extrañado ese sonido, el sonido de estar en casa.

Cuando el taxi se detuvo, pagó la carrera mientras salía del auto cerrando la puerta y escuchando como este se iba a una velocidad normal, caminó solo unos cuantos metros hasta llegar a la entrada de dicha casa, le sorprendió de ver las luces encendidas, menos una, la de la habitación de Seth, subió aquellos escalones y tocó la puerta, Charlie le abrió la puerta y Jake entró, miró a Sue sentada en uno de los muebles. Se levantó rápido y abrazó a Jacob quien le devolvió el abrazo enseguida.

– ¡Oh, Jacob! Qué bueno que has vuelo, tu padre y todos estábamos preocupados por ti. – se separó un poco de Jacob y este la mira a los ojos, aún miraba aquellos ojos tristes y cansados.

–Tuve que resolver unos asuntos y demoré más de lo que había planeado en realidad, quisiera disculparme por no estar presente en el funeral de Harry. – Sue con gesto maternal solo le acarició una mejilla sonriendo sutilmente. Charlie se mantenía al margen ene se momento y solo atinó a sentarse en un sofá mientras esperaba a que Sue hablara y le diera sobre Seth. – ¿Cómo está Seth? – fue lo primero que brillo en la mente de Jacob en ese instante.

–Sam lo encontró en el bosque... muy cerca del límite de los Cullen. Pero está bien, o lo estuvo. – a Jacob aquello le preocupó más si ese vampiro le había hecho algo a Seth, no le importaba matarlo, ya que lo disfrutaría con muchas ganas. –Desde el funeral, Seth no ha salido de su habitación y no ha comido nada, y me preocupa, Leah ha intentado de todo para que Seth salga pero no dice nada o simplemente se escucha sus sollozos. – Los ojos de aquella madre se tornaban en lágrimas una vez más. –No quiero también perder a mi hijo, Jacob. Tienes que ayudarlo, él confía en ti, yo confío en ti. – en ese momento se escuchaban pasos bajando por los escalones, miró a Leah quien estaba a punto de llorar, se acercó rápido a la mujer y la abrazó con fuerza y Leah solo dejó que aquellos sentimientos y lágrimas brotaran sin ninguna restricción en ese instante. Jacob sabía claramente que Leah había aceptado su licantropía y se alegraba de tener a alguien como ella en la manada, aunque fuera la única mujer hasta este momento.

–Y-ya no se qué hacer.... Seth no quiere salir, intenté entrar por su ventana pero parece que la bloqueó, lleva casi dos días ahí y ya temo por lo que le fuera a ocurrir, no quiero perder a mi hermano, Jake. No a él. Tienes que sacar a Seth de ahí, por favor. – Jacob sintió punzadas de culpabilidad darle sin ningún tipo de piedad en el corazón, quizás era poco comparado a lo que había sentido cuando Jane utilizó su don en él.

– ¿Se ha quedado ya dormido?– preguntó limpiando las lágrimas de Leah.

–C-creo que sí, no le he escuchado hablar o llorar desde hace media hora. – Jacob asintió y se dirigió escaleras arriba sin hacer ruido ya que no quería que Seth supiera que él estaba ahí y mucho más que iba a intentar abrir la puerta de su habitación. Pidió algunas cosas a Leah quien después de algún par de minutos ya estaba en sus manos y junto a Jacob quien estaba de cuclillas esperándola. En ese momento, Jacob, solo pensaba que era como querer arrancar un auto pero sin las llaves, era la primera vez que lo intentaría y no sabía si iba a funcionar, el chiste en ese momento era no hacer ruido al intentar coincidir con aquel pequeño gancho de cabello junto a un pequeño alambre que había pedido, se podía escuchar como hacía pequeños sonidos, hasta que un sonido en particular se escuchó y esperaron a unos segundo esperando a que Seth no se hubiera levantado por aquel ruido. Quitó el alambre y el gancho entregándoselo a Leah, quien solo sonrió tenuemente y se dirigió a su habitación, como todos los demás en aquella casa. Se acercó un poco más y notó un pequeño cuerpo en el suelo, totalmente dormido pero con rastro de lágrimas en las mejillas. A Jacob se le encogió el corazón de una forma casi dolorosa, una de sus rodillas tocó el suelo de madera y luego la otra, terminó sentándose y una de sus manos pasó por la cabellera de Seth, aún mantenía aquel largo. Seth se movió un poco hasta por fin abrir los ojos y cuando pudo distinguir quién era, sólo hizo caso omiso girando todo su cuerpo, dándole la espalda.

No se llamaría Amor sino doliera. [EmmSeth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora