CAPÍTULO OCHO: Un "Yo también" y los mitos son reales.

6.7K 453 229
                                    

A las 3:23AM el celular de Seth vibraba debajo de su almohada y eso le despertó poco a poco, abriendo lentamente sus ojos, casi como si estuviera verificando que fuera la realidad y no un sueño. Suspiró y pasó su mano diestra bajo la almohada, miró de quien era la llamada: Emmett. Seth le levantó de inmediato de su cama quedando sentando en el lugar y presionó la pantalla para contestar algo dudoso y sobretodo adormilado.

– ¿H-hola?– el solo escuchar la voz del menor, Emmett sintió que su mente descansaba luego de tanto cuestionarse sobre la seguridad de su pequeño Seth, porque era SU pequeño, porque se daba cuenta de cosas que nunca pensó le sucederían a esas alturas de su inmortalidad.

Arriesgando su propia seguridad, había seguido a Seth hasta que éste había llegado a su casa, se quedó allí mirando como un hombre mayor junto con el papá de Bella salían de dicha casa y se despedían, inexplicablemente y hasta terrorífico le resultó el hecho de que aquel hombre con ya cabellera de plata girara justo en dirección al vampiro y le mirara a pesar de estar lo suficientemente lejos del alcance de cualquier humano pero no de un lobo. Emmett sintió algo recorrerle la espalda como si le fuera lo más incómodo que hubiera pasado en ese momento, ese hombre le miraba y no fue hasta que logró escuchar como alguien le llamaba para que entrara a comer con su familia. El vampiro escuchó como pasos, o mejor dicho casi galopes se escuchaban, acercándose. Eran los lobos. Ellos eran los que defendían con su propia vida sus tierras y estaba claro que no dejarían que un chupasangre se acercara. Después de salir a toda velocidad y llegar a casa, se tumbó contra aquella cama, cerrando los ojos solo pudiendo pensar en la seguridad del menor.

"A ésta altura de tu vida, o lo que se podría llamar vida, no te puede estar sucediendo esto. No es normal. Lo estoy llevando a una muerte segura, pero no puedo hacer nada, todo lo que hago lo atrae más a mí, y no ayuda que sean tan... tan..." imágenes rápidas de Seth sonriéndole, hablándole o hasta la imagen de ese niño llorando que rondaba la cabeza de Emmett lo atormentaba en ese momento. "...Tan perfecto para esta vida. Es perfecto para mí. Solo para mí."

–Seth. ¿Estás bien? ¿No ha sucedido nada raro o algo que debas informarme?– Emmett escuchaba un ligero bostezo del otro lado y no pudo evitar sonreír y sentirse mejor.

–Nada que reportar, Emmett, papá solo me ha dicho que no vaya ya a bosque, me... me lo tiene prohibido desde que le conté de esa cosa y los lobos, bueno... no desde ese momento... quizás... desde... antes...– Emmett proceso por un momento la información que le estaba brindando el niño y cayó en cuenta de algo; Seth escapaba de casa solo para verlo a él. Eso era algo hermoso de su parte, pero no quería arriesgarlo más, no con Laurent o Victoria rondando Forks.

– ¿A sí que te has estado escapando de casa, jovencito?– escuchó claramente como las sábanas se removían al otro lado de la línea.

–N-no es eso... solo que...– se escuchó un suspiro proveniente del niño. –No quiero dejar de verte... me gusta mucho estar contigo, Emm, es... increíble. No tengo muchos amigos y tú... por primera vez siento que eres alguien en quien puedo confiar plenamente, que le puedo decir mis temores, mis gustos sin que me diga algo malo. Me haces sentir bien, cada vez que estoy a tu lado... me gusta. – Emmett quedó en silencio escuchando esas palabras y casi sintió una palpitación en su pecho junto con una sonrisa que no dejaba su rostro en ningún momento; no recordaba cuando había sonreía tanto, ni tampoco cuando fue que su corazón sentía que volvía a la vida.

¿Con Rosalie?

No

Se estaría engañando terriblemente si aceptaba eso. Con Rosalie no dudaba que le sacaba sonrisas, pero fuera de eso, se sentía más como un compañero sexual y amical. De esos que te dan cariño y sexo a la vez.

No se llamaría Amor sino doliera. [EmmSeth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora