CAPÍTULO ONCE Parte II: Lo que nunca se desea ocurre. Adiós mentiras.

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Aunque tendría que estar feliz de que su familia retornara con bien después de todo lo sucedido, y sobretodo Edward, aún extrañaba ir a hablar con Seth todos aquellos días, podía escuchar hablar a Alice de lo ocurrido en Volterra con los Vulturi, pero su mente estaba en otro lado, solo queriendo poder ver la sonrisa de aquel niño que ya se hacía joven, solo lo vio por última vez de forma lejana cuando se realizaba el entierro del padre de éste. Se abrazaba a un chico más alto que él y veía lágrimas en sus ojos a pesar de la distancia que había entre ambos, sabía bien que Seth lo había visto pero con el más fuerte dolor que pudo sentir, se retiró, sabía que si los lobos le detectaban en sus tierras nuevamente, terminaría en serios problemas y no solo él, sino su familia entera.

Más de una semana se escapaba de la vista de su familia para poder ir a aquel lugar donde siempre se encontraban, y en más de una semana, nunca vio a Seth, se sentía tan extraño, como dolido, tan... tenía que admitirlo, se sentía tan tontamente enamorado de aquel joven que sabía tantas cosas sabía de él en un abrir y cerrar de ojos.

Enamorado.

Que tonto se escuchaba de labios de un vampiro, y más sabiendo que estaba casado con una vampira hermosa y que sin pensarlo daría la vida por él, pero después de tantos años juntos, algo había desaparecido entre ellos o por lo menos de Rosalie y ese algo lo encontró en Seth, no sabía que era, pero había logrado encontrarlo con creces. Tenía a su hermosa rubia a su lado recostada en su pecho al estar ambos sentados en el sofá, pero su mente estaba con Seth en ese momento. Su mente estaba en aquel lugar donde le salvó, donde reían, donde soñaban.

"Seth... no te alejes, no lo hagas, por favor. Aun te estoy esperando y lo voy a seguir haciendo, no importe el tiempo que tenga que esperar, voy a estar esperándote."

–Espero que esto sirva para mantener más junta a toda la familia, y Edward le debe la vida a Jacob. Ese muchacho es muy valiente, he de admitir. – Carlisle hablaba a pesar de que Emmett no esté presente mentalmente hablando. –La familia le debe la vida. Y debo felicitar a Alice, ayudaste de maravilla a tu hermano con Aro, sinceramente no hubiera podido continuar sin dos hijos menos. – Esme abrazó a su compañero sonriéndole.

–Y también se pudo evitar una terrible batalla con los lobos, Jacob es parte fundamental de los Quileutes. Y ellos hubieran tomado todo esto como estrategia para matarlos. Hubiera sido nefasto. – terminó hablando Esme con una ligera sonrisa en los labios mientras miraba a Edward y a Alice.

–También se hubiera evitado todo si Emmett hubiera estado atento a su celular en los momentos más complicados, así todo hubiera sido solo un mal cuento. ¿Por qué no contestabas las llamadas?– La rubia hizo presente su voz y giró su cabeza en dirección a quien ahora estaba mirando a nada en particular, un chasquido de dedos por parte de Jasper y éste despertó fijando su vista en éste quien le miraba muy dudoso de lo que hubiera pasado sin la presencia de la familia en la zona.

–Bueno... Solo... – Emmett dudaba en que responder ya que sinceramente no había prestado atención a nada de lo que decían, en nada. Quizás solo un poco del hecho que hablaban de responder llamadas. –Estaba al tanto de que Victoria no lastimara a nadie, estuvo mucho tiempo en Forks a pesar de que sabía que Bella ya no estaba aquí, pensaba que podría atacar a alguien, todo los días daba un recorrido hasta el amanecer vigilando. – Muy convincente a los oídos de Rosalie, pero quizás no tanto a los de Carlisle y Esme.

–Aún así terminó con la vida de un ser humano. Es lamentable por la familia. Ahora los lobos son más cuidadosos entre ellos mismos y la Reservación. Harry Clearwater era un importante miembro de los Quileutes. – hablaba un tanto cansado Carlisle, casi analizando cada palara que mencionaba en ese momento. Pero para Emmett, aquello solo era un recordatorio más de que Seth estaba sufriendo, de que necesitaba tanto estar a su lado y poderlo cuidar como era debido, y que si ponía un pie nuevamente en la tierra de los lobos, terminaría muerto. No sabía cómo estaba Seth, ya que este no le había respondido a sus mensajes, o llamadas. Cada noche y cada tarde le escribía un mensaje, pero nunca tenía una respuesta, Rosalie había notado como Emmett tenía siempre su celular consigo, en la mano o en el bolsillo de su pantalón. Era casi como si estuviera esperando algo de ese aparato. Rosalie entró en una ligera desconfianza y curiosidad que ya no le dejaba pensar con claridad, no sabía absolutamente nada de lo que había sucedido mientras ella no estaba y estaba casi temiendo lo peor por la actitud de su esposo.

No se llamaría Amor sino doliera. [EmmSeth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora