- ¡Hazlo!
- Ni por todo los Galleones del mundo, Malfoy.
- Oh, ya volvimos a los apellidos ¿cierto?
- Agradece que no te digo cosas peores, porque con lo que me estás pidiendo tengo motivos más que suficientes.
- Pero si es un favor que te estoy pidiendo...
- ¡No! Jamás lo haría. Va en contra de mis principios.
- ¡Vamos, Granger! Prometo que será divertido.
- Para ti...
- Sí, para mí- los labios del rubio se curvaron en una sonrisa maligna al tiempo que sus ojos danzaban contemplando a la figura semidesnuda de la castaña recostada a su lado.- Sabes que igualmente estás obligada a complacerme.
Hermione bufó y volteó para acostarse de costado dándole la espalda al hombre con el que había pasado la noche y gran parte de la mañana.- Estás enfermo, lo que me pides es totalmente retorcido.
- Sabes que esas palabras de tu boca suenan muy sensuales ¿no?- susurró Draco a su oído pegándose a la espalda de la chica a medida que acariciaba su abdomen. Ella rezongó, moviéndose para alejarse de él, aunque sin mucho esfuerzo. - No tienes opción, hazlo...
La castaña bufó una vez más antes de darse vuelta y enfrentar la mirada gris del blondo. Miró sus labios y cumplió con lo mandado.- Harry y Ron son pareja, se aman y sus gritos hacen eco por toda la torre Gryffindor cuando hacen el amor ¡ok?!- espetó para luego contorsionar su rostro en una mueca de disgusto debido a las risas del slytheriano.- ¡Eres un idiota, Malfoy!- con eso se envolvió con las sábanas revelando al calzoncillo del chico para levantarse pero él fue más rápido y cortó sus exageradas carcajadas para agarrar y pujar a Hermione del brazo devuelta a la cama. Ella cayó en su abrazo y forcejeó para liberarse del apretón.- ¡Déjame! ¡No te soporto, me quiero ir!
- Granger, deja de jugar al papel de mujer violada o forzada ¿quieres?- Deja de decir eso, yo no actúo. Mira cómo me manipulas. ¡Suéltame!- exigió mirándolo fijamente a los ojos.
- ¡No! ¿Qué te pasa, mujer? ¿Por qué mierda te pones así?
- ¿Cómo quieres que me ponga? Estamos hablando de mis amigos...
- ¿Y qué? Supuestamente debemos aceptar a nuestros amigos tal y cómo son. Si son gays...
- ¡No son gays! ¡Lo sabes muy bien!
- Define "muy bien"
Exasperada y furiosa, la castaña clavó sus dientes en el hombro que tenía enfrente a falta de uñas puesto que tenía las manos sujetas a sus costados por los brazos de Draco.- ¡Auuuch! ¿Estamos irritables, no? Ahora tendrás que compensar el maltrato.- acercó su boca para recibir un beso pero sólo obtuvo una nueva mordedura. Se deshizo de aquella boca que le robó otro chillido pero sin perder ocasión de estrujar con rabia a la castaña provocando que ella se quejara. - ¡Se puede saber cuál es tu maldito problema?!
- ¡Me estás cansando, Malfoy! ¿Te parece que me gusta escucharte insultar a mis amigos?
- Pero si eres tú la que los ha insultado...- bromeó sonriendo con sorna aunque al ver los ojos llameantes de Hermione decidió destensar la situación.- Ok, ok, yo te obligué a decir que eran homosexuales. Pensé que sería bueno que lo aceptaras de una buena vez...
- ¡Malfoy! ¿Por qué te empeñas en molestar a Ron y a Harry?
- Porque me caen mal, ¿no es obvio?
- Pero si ni siquiera los conoces...ni a mí tampoco y mira en lo que acabamos...
- Sí que acabamos ¿verdad?