Capítulo 2

12.5K 557 174
                                    

No puedo creer que dormiré contigo!.

-¡Vaya¿Tan rápido vas? No te tenía tan perrita, Granger.

-No te pases, Malfoy. Sabes a lo que me refiero.

El chico no replicó, pues el retrato que les daba acceso a la torre de Premios Anuales se abrió dejando ver la Sala Común que compartirían durante su séptimo año en Hogwarts. Las cuatro paredes estaban coloreadas con verde, rojo, azul y amarillo en el eterno intento de simbolizar la unión de las casas. Al parecer, Draco interpretó correctamente esa intención puesto que bufó al ingresar a la habitación, seguido por una Hermione que absorbía cada detalle del lugar con los ojos desorbitados y una sonrisa aprobadora.

El Slytherin no se tomó el tiempo para recorrer el salón sino que fue directamente hacia el lateral izquierdo del fondo y abrió una puerta de madera en la que se exhibía su nombre, entrando a su dormitorio. En cambio, la Gryffindor paseó por el living cuyo amoblado constaba de un sillón terracota de dos plazas, dos sofás individuales, una mesa de roble bastante amplia, una chimenea ardiendo en la pared de la derecha y al lado una bien abastecida biblioteca. Luego, abrió una puerta pintada de blanco que lindaba a la izquierda y se quedó maravillada con el gran baño de mármol marfileño en cuyo centro descansaba una tina de tamaños agigantados, pues podía asegurar que al menos seis personas cabrían en ella con comodidad.

-¿Será que Dumbledore estimula a las orgías en el agua?

-¿Qué murmuras, Granger?-La castaña giró sobresaltada por la imprevista aparición del rubio a sus espaldas, ganándose con ello la risa burlona de la serpiente.

-¡Malfoy¿Por qué no te oí llegar?- Demandó con el ceño fruncido y mosqueada por su risa.

-Será porque me deslizo. Una cualidad que sólo pertenece a los de mi casa.

-Rastreros- Dijo la chica en un susurro imperceptible.

-¿Qué dijiste?- Preguntó desconfiado. Ella respondió con una sonrisa que pretendía ser la de una niña inocente e ingenua y él no volvió a preguntar, sino que continuó con su pasatiempo preferido.- Obviamente no estás acostumbrada a tanto lujo- Sí, su hobbie era molestarla.

-Piérdete, Malfoy- Hermione empujó a Draco para quitarlo del paso y caminó hacia la puerta del lado derecho del fondo de la sala de estar para ingresar a su dormitorio, distinguido con su nombre impreso en la entrada.

Atrancó la puerta con cerrojo. "Ese hurón pervertido." Pensó al tiempo que con su varita situaba sus retratos en las paredes rojas de la habitación, centrada por una confortable cama de dos plazas con una mesa de luz a cada costado. Acomodó mágicamente su ropa en el armario y finalmente decidió relajarse con un poco de música. Quitó de su baúl un artefacto de música muggle que llevaba baterías y pulsó "play", dando inicio a una de las canciones de su colección de favoritos (rock pop). Cuando comenzaba a distenderse, tumbada en su cama y la corbata del uniforme ya desajustada, un golpe sordo proveniente de la puerta le robó la calma.

¡Corta ese ruido, Granger!

¡Repito: Piérdete, Malfoy!

¡Existe el "Alohomora" ¿sabes?!

La castaña gruñó fuerte a fin de que él le oyera pero pronto tuvo que aceptar su derrota puesto que cualquier cosa sería preferente a tenerlo en su cuarto. Apagó el equipo de música y volvió a acostarse en en el odioso, maldito, bastardo, vomitivo y fastidioso Malfoy. "¿Por qué¿Por qué justamente él tenía que ser el Premio Anual¿En qué mierda pensó Dumbledore para darle el cargo? Bueno...tal vez haya fingido ser un aspirante a mortífago para luego delatar el escondite de Voldemort, pero...¡Por Merlín¿Por qué no pudo haber sido Macmillan? Sí, el chico es un poco petulante pero que tiene un cuerpazo. Aunque Malfoy no se queda atrás." Inconscientemente, se relamió los labios. "No, no, no. Por muy adonis que sea, el condenado es un reverendo hijo...Cálmate, Mione, cálmate. Al fin y al cabo ibas a relajarte y no lo has hecho. Quizás un baño de espuma te ayude..." Hermione cerró los ojos y suspiró satisfecha cuando sintió la espuma de la tina envolver su cuerpo. Las burbujas de colores flotaban en el aire al tiempo que la efervescencia provocaba cosquilleos sobre su piel desnuda. La bruma del vapor que despedía el agua caliente causaba que pequeñas gotas de sudor resbalaran por su frente.

La castaña apoyaba su espalda en la pared de la bañera mientras que sus manos jugaban con la espumareda."Mmmm...los placeres de ser Premio Anual...valió la pena el esfuerzo. Lástima que sea con él. Malfoy y su fastidiosa sonrisa de aquí estoy, veánme, el Príncipe de Slytherin, el dios del sexo, mujeres arrodíllense ante mí, hombres obedézcanme que soy un déspota con las hormonas y tornillos zafados. Maldito, maldito Malfoy, con su sonrisa de patán, haciéndose el seductor, con su pelo rubio sedoso y esos ojos grises alumbrantes que incitan... ¡No!" Meneó la cabeza en modo de negación. "¿Por qué pienso tanto en su sonrisa, esa media sonrisa socarrona, un poco seductora nomás, esa misma que me está enfrentando...¡Espera!"

-¡Malfoy!-El blondo nadó hacia ella, sumergido boca abajo y dejando ver parte de su trasero sobre la superficie del agua."Llévame, Dios, llévame." Pensó al tiempo que manoteaba la espuma para cubrirse los pechos.

-Hola, Granger Saludó- Draco naturalmente al sentarse al lado de la castaña, brazo con brazo. La miró de perfil esbozando aquella sonrisa en la que tanto pensaba ella.

-¿Qué cuerno crees que haces?- Preguntó rabiosa.

-Me doy un baño ¿y tú?-

-Mira...-Frunció sus labios en una mueca de desesperación y respiró hondo antes de contestar.- Sal de la tina.- Ordenó entre dientes.

-No, me gusta cómo regulaste la temperatura del agua.-

-¿Qué mierda quieres, Malfoy?- Hermione se plantó ante la mirada del rubio con mucha decisión y entereza, esperando una respuesta más o menos racional. Pero sólo obtuvo el contacto de una pierna ajena que se entrelazaba con la suya mientras veía unos labios ámbar acercándose a su cuello.- ¡¿Estás loco?! -La castaña se apartó lo más rápido que pudo después de escapar al hechizo de su aroma.

- Sólo quería divertirme un poco, Granger.-

-¿Con una Sangre Sucia?

-¿Qué quieres? Estoy caliente.

-¡Vete a la mierda!-Agarró una toalla cercana y se cubrió con ella antes de abandonar su ex placentero baño.

-¿A dónde vas?

-No te importa. Tengo una fiesta de bienvenida a la que asistir y prefiero olvidarme de tu cara por una hora. ¡Hurón degenerado!

Antes de que la puerta del lavabo se cerrase detrás de sí, Hermione escuchó una risa burlesca ahogada únicamente por unos cuantos chapoteos.

Es Un Placer Ser Tu EsclavaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora