- Estuviste genial.- Lo sé, pero me siento asqueroso en este momento, mugriento y sucio.
- Por favor, Draco, no seas idiota. Haz hecho lo que debías, cometiste un acto de filantropía.
- ¿Por qué te crees que me siento tan sucio?
- No seas tonto…- le reprendió la castaña sin dejar de sonreírle muy a su pesar.- Por fin has empezado a comportarte correctamente.
- Obvio, me vi obligado a hacerlo.
- Fuiste un caballero.- catalogó Hermione mirando soñadoramente hacia al frente mientras iban caminando por el corredor.
- Porque me forzaste.- señaló el rubio.
- Y con Harry y Ron nada menos.
- Porque me forzaste, repito.
- Estás cambiando.- decretó la Premio Anual intentando colgarse de la mejor perspectiva de la situación para sonsacar el mayor beneficio de ella, por lo cual prefirió hacer oídos sordos a las justificaciones de su marido, pero él no se lo hacía tan fácil.
- Te vuelvo a decir que lo hice porque no tuve otra opción.- recalcó el joven exasperándose un poco por la terquedad de su esposa. No obstante, ella reincidió en su ventajosa negación.
- Realmente estás mejorando, creo que el casamiento está dando sus buenos frutos.
- Hermione…
- ¿Qué?- inquirió la aludida enfrentando a su marido para admirarlo con los ojitos brillosos. Draco se sobrecogió levemente al verla tan emocionada y decidió mejor no desilusionarla.
- Nada, nada…- se excusó.
- ¡Señores Malfoy!- llamó una voz chillona y melosa que ambos reseñados reconocieron al instante así que se miraron cómplicemente y se dispusieron a plantarle cara a la fastidiosa periodista, el blondo bastante más enfurecido que su mujer.
- ¡Qué quiere?!- espetó el slytherin de mala manera. La castaña le tomó la mano para calmarlo.
- Pues ustedes se han ido demasiado pronto de la entrevista y no me dieron tiempo a pedirles que posaran para una foto.
- ¿Es necesaria la foto?- preguntó Hermione no muy convencida de que aquello sea una buena idea.
- Por supuesto, la noticia de su matrimonio saldrá en primera plana seguramente y para ello es obligatorio una imagen del tema en cuestión.
- ¿Primera plana?- repitieron ambos cónyuges aun menos convencidos con la idea.
- Claro, el periódico está muy interesado en su exclusiva, cree que es un acontecimiento digno de mucha importancia. Yo estoy en desacuerdo pero lamentablemente no tengo el poder para hacerles cambiar esa percepción.
- Claro que no, usted no tiene el poder para hacer absolutamente nada.
- Bueno, bueno...guárdese el rencor para usted y su querida esposa, señor Malfoy. Ahora será mejor que posen porque no quiero perder mucho tiempo más con ustedes.
El blondo parecía listo para rebatir pero su esposa le apretó la palma de la mano a modo de advertencia. Además, un fotógrafo insipiente, desprolijo y con expresión de no querer estar allí se presentó repentinamente desde detrás de Skeeter sin darles tiempo a reaccionar puesto que dio inicio a una lluvia de flash que los sobresaltó. Cuando al fin cesaron las descargas luminosas, marido y mujer permanecían acorralados contra la pared casi más tapándose sus rostros con las manos para proteger sus ojos del encandilamiento.-Bueno, eso es todo. Hasta nunca.- se despidió la rubia peliteñida antes de tomar a su empleado por la manga de su túnica y arrastrarlo en dirección opuesta a la pareja de casados.