- No sé para que nací, siento que no tengo ningún objetivo. ¿Para que vine a este mundo? ¿Para ser infeliz? ¿Para sufrir? ¿Para ser discriminada? ¿Para deprimirme todo el tiempo? ¡Estoy harta de vivir! ¡No lo soporto más! No tendría que haber nacido nunca, estoy destinada a ser invisible y a morir sola, infeliz como siempre y sin podido haber cumplido mis sueños. ¿Quién quiere vivir así? Ni mis propios papás creen en mi, toda mi vida me conocieron como la hermanita de Tomás Zeiter y no como Victoria Zeiter. Estoy sola, nadie me tiene en cuenta en nada, soy una muerta viva, no quiero sufrir más ¡me quiero morir, me quiero morir! – decía mientras miles de lágrimas recorrían su rostro.
Victoria era muy depresiva, claramente tenía problemas psicológicos desde muy pequeña pero sus padres no querían y no consideraban que una chica que tenía todo en la vida tenía que visitar una vez a la semana a un psicólogo. Les resultaba vergonzoso y humillante que su hija tuviera problemas, Vitto lo sabía y le partía el corazón en mil pedazos. ¿Quién quiere vivir con padres que en vez de ayudarte te hunden aún más? ¿Y en vez de solucionar los problemas los ocultaban? Estaba harta y no encontraba la paz ni calma en ningún lado. Con sus 18 años estaba decidida a terminar con su corta vida, la última discusión con sus papás le basto para tener una escusa para terminar.
Tenía todo preparado para partir finalmente, había robado pastillas del botiquín de su casa y era lo suficiente para morir de una sobredosis por la noche pero sus padres interfirieron y se dieron cuenta, no querían llorar a un ser amado nuevamente después de un año completo de sufrimiento y dolor. La interceptaron en la puerta después de escuchar sus gritos y llantos, parecía una escena de película dramática pero era la vida real completamente. Las opiniones se hicieron escuchar y Victoria estaba decidida a dejar todo.
Victoria: - ¡Déjenme! ¿¡No se dan cuenta que no quiero vivir más!? ¡Estoy harta de vivir así!
Alejandra: - ¡Victoria tenes 18 años, toda una vida por delante! ¡No vamos a dejar te termines con tu vida después de tanta tragedia que vivimos el años pasado!
Victoria: - ¿¡Si me amás tanto por qué no me dejas morirme tranquila mamá!?
Eric: - Hace 18 años que vengo soportando las mismas estupideces de siempre, nunca nos diste una alegría solo problemas tras problema. Nunca fuiste un orgullo para nosotros sino una molestia, con tu hermano nunca tuvimos que soportar esto, pero con vos si ¡Fuiste un accidente!
Victoria: - ¿Vos estás hablando en serio? – Preguntaba con dolor - ¿Cómo querés que no sea así con el padre que tengo? ¿Y después me preguntan por qué no quiero vivir más?
Alejandra: - Eric… no tenías que decir eso.
Victoria sintió que le habían clavado un puñal en su espalda. Lo único que hizo fue entrar a su habitación y llorar desconsoladamente, lloró con tanta fuerza que pudo escucharlo todo el barrio, era un llanto de desesperación y dolor. Sus papás no tenían palabras, y menos Alejandra hacia Eric que lo único que hizo fue mirarlo con desprecio. Trató de consolar a su hija pero esta estaba demasiada dolida para escucharla y mirarla, lo único que hizo fue dejarla sola e irse a dormir, Eric hizo lo mismo. No había nada más para decir.
Se despertó a las 2 am, cuidadosamente empacó lo primordial en unos pocos bolsos. Mientras las lágrimas iban empapando la hoja escribió una carta y la colocó en un sobre. Tomó su alcancía y la colocó en su bolso, dejó el sobre en la mesita de luz de Tomás y con un tierno beso en la mejilla se despidió; con mucho cuidado y sin hacer ruido abrió el cajón del escritorio de su papá y sacó una tarjeta. Salió rápidamente de su hogar a las frías calles de su barrio, caminó unas cuadras y encontró un taxi que la llevó hasta el aeropuerto; ya allí retiró todo el dinero que había en la tarjeta y tomó el primer vuelo que salía de Argentina.
Anteriormente había enviado un mensaje de texto a Giselle y Abel indicándoles que cuando despertaran revisaran su correo electrónico. Al despertar ambos revisaron su dirección de e-mail, con sorpresa y angustia leyeron cada párrafo de aquel mensaje, no podían creer lo que había hecho Victoria. Tomás se despertó con los primeros rayos débiles del día, notó algo raro en el ambiente y encontró una carta en su mesa, en segundos rompió el sobre y leyó su contenido.
Tomás:
Hermanito querido, sos una de las razones de mi vida. Sin vos no sé que sería de mí, por más peleas y discusiones idiotas que tuvimos vos sabes lo importante que sos para mí. Sos mi único hermano y estoy orgullosa cada día de vos, siempre quisiste cuidarme y protegerme, pero hoy es el día en que vas a tener que dejar ese trabajo. Es difícil pero tenía que hacerlo, ya no soportaba más estar un día más en esta casa de mierda; si escuchaste lo que dijo papá te habrás dado cuenta que fue la gota que rebalsó el vaso. Como dice la canción: Me voy, que lastima pero adiós. Me despido de ti y me voy. Tomi, no te preocupes ¡voy a estar bien! En cuanto pueda comunicarme lo voy a hacer, pero no voy a revelarte mi destino. Gracias por cuidarme, te quiero mucho (:
Vitto.
Tomás salió inmediatamente de su cama y se dirigió a la habitación de su hermana pero obviamente no estaba. Con furia fue a despertar a sus papás y le preguntó que había hecho, porque Vitto se había ido.
Victoria se había cansado, las palabras hirientes por parte de su padre fue lo suficiente como para que tomara una difícil decisión. Se fue de su casa, había cumplido con su promesa, desde los 15 años decía que en cuanto pudiera de marcharía de su hogar para vivir a su manera y lo hizo. Sin un rumbo claro y con algunas pertenencias se fue del país al lugar más lejos donde podía ir, viviría como los mochileros, yendo de país por país en busca de nuevas aventuras y tratando de encontrar un sentido a su vida lejos de su familia.
Fue la decisión más difícil que tomó en su vida pero estaba completamente segura, necesitaba independizarse y ser libre por primera vez. Le dijo adiós a su vida predecible y sin sentido, a su familia, a la gente que tanto daño le habían hecho y principalmente le dijo adiós a la antigua Victoria Zeiter Esquivel y le dio la bienvenida a su nueva vida… a la nueva Vitto, a su verdadera identidad. Para no verla más.