Guns and Roses ※ THORKI #2

Find my own way.

Hola a todos, espero estén muy bien. No saben lo feliz que me hace estar aquí en este fic. Tomé la decisión de editar este fanfic para dejar algunas cosas en claro con respecto a la historia y para poder continuarla y darle el final que se merece. Estoy abierta a todos sus comentarios y espero les guste revivir este amor una vez más. 

Advertencia

Esta historia, tendrá un poco de drogas, violencia, uso de armas, torturas, y cualquier cosa que tenga correlación con esta historia. Veremos nuevos personajes, viejos amigos, y un mundo completamente distinto a la primera parte. Es como un delicioso plot twist. Disfruten.

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Estaba en mi estudio, en una pequeña bodega en el centro de Nueva York terminando una pintura que, estaba a punto de ser valorada en unos dos o tres mil dólares, y detrás de mí tenía otras cuatro pinturas embaladas y listas para ser entregadas. Tenía las manos llenas de pintura, el sol empezaba a bajar, llegarían por esa pintura muy pronto. Me apresuré a darle unos últimos retoques y colocar mi firma antes de que me llamaran a la puerta. Justo a tiempo, como siempre.

Una hora después de estar en el tráfico, llegué al apartamento realmente cansado. Thor ya había llegado unos quince minutos antes y estaba haciendo la cena cuando abrí la puerta. Me quité el abrigo y lo dejé en el perchero. Él tenía una enorme sonrisa mientras veía que me acercaba a la cocina.

—Bienvenido a casa, amor— susurró antes de darme un beso.

—Te extrañé— sonreí.

—¿Tienes mucha hambre? Apenas se está empezando a cocinar todo...

—Tranquilo, esperaré.

Busqué un vaso, tomé agua del dispensador de la nevera y me dirigí a la que hace años era mi antigua habitación. Tanto Thor como yo habíamos decidido en convertir esa habitación en un estudio; él tendría su propio escritorio y un espacio para trabajar, y yo un lugar dónde poner mi caballete y los cientos de envases de pintura. Dejé mi maletín cerca de mis cosas y me senté en una silla.

Me sobé el cuello antes de tomar un lápiz, acomodar el lienzo sobre el caballete. Debía empezar con una nueva pintura de último minuto. Pero no, mi estómago crugió y recordé que antes necesitaba comer, mi estómago pedía por comida desde hace horas. Lo que mis manos acaban de terminar unas horas atrás iría para la nueva exhibición del Museo de Arte Moderno de Nueva York y tenía que entregarla, sí o sí, antes de irme a casa. Decidí ponerme una ropa más cómoda, busqué en el armario una camisa vieja de Thor que usaba para pintar y un pantalón de dormir que "accidentalmente" se llenó de pintura. Caminé hasta la cocina y vi a Thor sirviendo dos platos de pasta corta con salsa de carne. Serví dos vasos de jugo de naranja y nos sentamos a comer en la barra.

—¿Cómo te fue en el trabajo?— me preguntó acomodando un mechón de pelo detrás de mi oreja.

—Después del almuerzo me llamaron del museo, querían la pintura para las seis de la tarde de hoy. Tuve que terminarla rápido en la tarde, y sin parar un momento— suspiré.

—¿No era para entregarla mañana a mediodía?

—Sí... Pero bueno, ya la entregué, igual el día de la exposición les haré saber lo descorteces que fueron conmigo el día de hoy. Las buenas pinturas necesitan su tiempo, después de la cena empezaré una nueva.

Thor sonrió y me tomó de la mano por encima de la mesa.

—Sé al cien por ciento que esa que acabas de entregar, es la mejor de todas.