Salí del trabajo un poco antes de las cinco de la tarde. Luego de ir al Decanato para dejar las notas y subirlas a la plataforma, caminé hacia el estacionamiento en busca de mi auto. Sonreí al tener la imagen de Loki en mi cabeza. Habían pasado ya unos cuántos días desde la última vez que tuvimos una cita. Muchas cosas habían cambiado desde nuestra boda y con las responsabilidades que nos llegaron al ser adultos, pero el amor crecía cada día más. Loki se había convertido en una persona independiente y adoraba ver la fuerza emocional que adquirió con el paso del tiempo, aunque sabía que algo seguía siendo diferente en él, pues estaba fumando más cigarrillos que de costumbre.
Ya en el auto, me quité el abrigo y lo coloqué en el asiento trasero. Encendí el motor y salí de ahí lo antes posible, tenía miedo de encontrar tráfico, Loki odia que lo haga esperar y aunque a veces lo hago para bromear, luego tengo que contentarlo de nuevo. Me sobé el cuello cuando uno de los semáforos se puso en rojo y me detuve antes del paso peatonal. Coloqué la radio y sonreí al escuchar una vieja canción de Guns 'n Roses. Luego de esa, y tres canciones más, ya estaba a una cuadra del estudio. Estacioné el auto al frente del edificio y lo llamé a su celular.
—¿Amor, ya estás abajo?— preguntó al contestar.
—Sí, pero tranquilo, yo te espero— sonreí y apagué el motor.
—Gracias— sonó divertido —En cinco minutos estoy listo.
Colgué y me miré en el retrovisor. Tenía unas pequeñas bolsas debajo de los ojos, se veían horribles y aunque Loki me decía que no le importaban, sabía perfectamente que le preocupaba verme cansado. Desde que empecé a dar clases universitarias he sentido mucha presión, y acepté el trabajo en la NYU porque el pago era mucho más que en la preparatoria. Pero cada día pensaba más y más en volver al colegio. Sólo estaba esperando que terminara el período y todo lo de la exposición de Loki para poder hablarle al respecto.
Un auto pequeño, con los vidrios oscuros, de dos puertas y color negro pasó lentamente por el lado, parecía que estuviera buscando una dirección, yo recliné el asiento un poco para descansar mientras Loki bajaba. Unos cuatro minutos después, el mismo auto volvió a pasar por tercera vez y no me dio una buena espina, miré mi reloj y cuando levanté la vista vi a Loki salir del edificio. Acomodé el asiento y encendí el auto. Él se apresuró a abrir la puerta y sentarse en el asiento de al lado, me sonrió y le dejé un beso en los labios.
—¿Qué tan productiva fue tu tarde, cariño?— le pregunté mientras salía lo más rápido de ahí, intenté no alarmarlo mientras miraba por le retrovisor que nadie nos seguías.
—Bueno, primero fui al museo para revisar alguno detalles y luego vine a terminar una pintura. Empecé a trabajar a eso de las doce, más o menos. ¿Cómo te fue a ti, cielo? ¿Estás cansado?
Tomé su mano y la besé, sintiendo un poco más de tranquilidad.
—Di unas tres clases en la mañana, terminé de corregir unos pocos exámenes que me quedaban, los entregué después del almuerzo y la última clase y aquí me tienes— sonreí —Debes tener hambre si volviste a almorzar uno de los sándwiches de la esquina.
Loki rió.
—Me conoces tan bien, Thor...
—Te mostraré un nuevo restaurante de sushi.
—¿Y alcanza para nuestro presupuesto?, porque sabes bien que...
—Loki— lo interrumpí con una sonrisa —Está bien, ¿sí?
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Guns and Roses ※ THORKI #2
ФанфикSecuela de "Lo que no te enseñan en clases". Loki Odinson, con tan sólo 24 años, es ahora uno de los más reconocidos artistas modernos de los Estados Unidos. Está casado con Thor Odinson, de 31 años, quien dejó de ser profesor de escuela media para...