Secuela de "Lo que no te enseñan en clases".
Loki Odinson, con tan sólo 24 años, es ahora uno de los más reconocidos artistas modernos de los Estados Unidos. Está casado con Thor Odinson, de 31 años, quien dejó de ser profesor de escuela media para...
Miré mi celular cuando la cama de Wade y Peter empezaba a retumbar en la pared de al frente. Se había cambiado la zona horaria gracias a la ubicación. Eran las tres y cuarto de la mañana. Me di la vuelta y noté que todavía estaba en la misma ropa del día anterior y tenía cenizas en el pantalón. Me levanté y busqué en mi morral qué ponerme para dormir, la camisa de Thor de Guns 'N Roses fue lo primero que se asomó. Al volver a la cama, me tapé la cabeza con una almohada hasta que los ruidos cesaron después de escuchar unos fuertes gemidos.
Sentía que me movía entre las sábanas mientras dormía, era un sueño muy pesado y de alguna manera todo se sentía familiar. Yo caminaba por un patio enorme y todo estaba lleno de pequeños rosales de dos tonalidades; rosas blancas y rojas. El borde de la propiedad tenía arbustos y el césped alto, tenía dos pinos al frente los cuales estaban al ras del techo de la vivienda. Una perfecta casa de dos pisos, pintada de un gris claro y ventanales enormes con el marco superior redondeado como un arco, parecía sacada de una revista de celebridades. Caminé hacia la entrada de la casa, al tomar el pomo de la puerta no me imaginé que venía mi madre a paso rápido, me abrió la puerta antes de que yo lo hiciera y sonrió de oreja a oreja.
-Me alegra que hayas recordado el camino- dijo dejándome entrar.
Wade me despertó con un vaso de agua fría en la cara, giré hacia la ventana y apenas estaba saliendo el sol.
-¡Despierta!- gritó y me levanté de un golpe.
-¡Maldita sea! ¿Estás enfermo?
Se rió y me lanzó el bolso hasta la cama.
-Vístete, tenemos que salir primero que el buffet de comida. Peter tiene una pista.
Coloqué los pies en el suelo al escuchar esa palabra. Thor estaba bien, ahora teníamos que seguir un rastro de migas hasta saber dónde demonios estaba. Sentía un dolor en el pecho, tenía miedo de encontrarlo sin vida. Era una de las posibilidades que no podía ignorar, confié en que lo iba a tener de regreso conmigo.
Fui al baño, me cepillé los dientes y al salir vi a Peter sentado en la cama, enviaba la información a mi teléfono.
-Me extraña que te puedas sentar- me burlé de él –Que bien les sentó el clima anoche, ¿no?
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Me dejé la camisa de Thor y mientras me la acomodaba, vi como los cachetes de Peter empezaban a ponerse rojos. Wade se rio, le colocó la entrepierna en el hombro a Peter y lo tomó por la barbilla para dejarle un beso.
-Como no tienes idea.
Terminé de vestirme poniéndome una chaqueta, unos jeans negros y unos Converse del mismo color. Al bajar de las habitaciones al lobby del hotel, Peter se acercó a la recepción y sonrió, regresando con las llaves de un auto en las manos. Las agitó en el aire hasta que Wade se las quitó de las manos. Caminamos hasta el final de la calle, vi que un auto negro con vidrios polarizados era el único vehículo estacionado.
