III. Veintinueve;

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Por ti. 


Escuchan un toque fuerte en la puerta cuando están acurrucados en la cama a punto de dormir. Kyungsoo se levanta diciendo que él irá a abrir y Jongin gruñe diciéndole que no se demore mucho, porque lo necesita como almohada para dormir. Kyungsoo le pega con un cojín en la cara y el menor se ríe con los ojos cerrados al momento en que vuelven a escuchar la segunda ronda de toques ahora más persistentes. Monggu bosteza desde su cama en una esquina pero no se levanta, el hombre enciende la luz del living antes de bostezar también y quitar el seguro de la puerta.

La persona que está del otro lado es la última que hubiese preferido ver en su vida; es una persona que no debería estar allí, o al menos no la esperaba hasta dentro de una semana más, tocando a su apartamento.

—S-Señora Kim, —dice Kyungsoo abriendo más sus ojos. La mujer lo mira seria, con ojos fríos y escrutando cada parte de su ser con ellos.

—¿Dónde está Jongin? —Pregunta sin esperar respuesta, abriéndose camino y entrando sin ser invitada dentro del apartamento. En ese mismo instante, el chico que es buscado aparece ahogando un bostezo por el pasillo y se detiene cuando ve a la mujer. Pasa sus ojos de ella a Kyungsoo y entiende que el otro hombre tampoco tiene idea de qué es lo que está sucediendo.

—Tú vienes conmigo, ahora mismo.

La Sra. Kim se acerca y toma a Jongin de la muñeca con fuerza, más fuerza de la que se podría imaginar viniendo de una mujer tan baja y de apariencia menuda. Logra arrastrar dos pasos a Jongin con él antes de que éste tire de su brazo con brusquedad, haciendo que la mano se suelte.

—¿Qué? No.

El menor de todos frunce el entrecejo, de pronto comenzando a sentir esa molestia creciendo rápidamente dentro de él.

Kyungsoo sigue parado junto a la puerta.

—Dije que vienes conmigo.

—No, yo me quedaré a-aquí, —se atreve a decir Jongin, y por la expresión de su madre, Kyungsoo sabe que se siente enormemente ofendida de ser desobedecida tan directamente. El chico se acerca hasta él en un solo movimiento y toma su mano— Lo amo, madre, en-entiéndelo. —dice con un tono decidido.

—No me hables así. ¿Qué es esto? Es una broma, ¿no? —la mujer los ojea a los dos, y las manos que lo unen con aversión. La mano de Jongin aprieta la suya— ¿Por qué insistes en repetirlo?

—Disculpe, Sra. Kim yo- —Intenta decir, inseguro porque las cosas no están saliendo como planeaba, y la nueva actitud de la mujer lo ha tomado completamente desprevenido.

—¡Usted no me hable! ¡¿Cómo se atreve?! —sisea— ¡Puse mi confianza en sus manos para- para ser engañada de una forma tan deshonrosa y asquerosa!

Asquerosa. El adjetivo hace eco interminable en las paredes de su consciencia.

—¿Asquerosa? —repite sin darse cuenta.

—Usted es homosexual, siempre lo fue y se acercó a mi hijo para contagiarlo con su- con su-

La repugnancia con las que dice las primeras palabras y la mirada reprobatoria que le dirige de la cabeza a los pies es suficiente para que Kyungsoo despierte de su estado de shock y sienta la furia patentemente presionando en sus temples.

—Disculpe que la interrumpa, pero usted no va a venir a faltarme el respeto de esta forma a mi propio apartamento. Le voy a pedir que se vaya ahora —suelta en un solo respiro Kyungsoo, voz alta y potente, pero cuidando el no faltar el respeto de la persona mayor.

III. Defective Abreaction; Kaisoo · Saga GCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora