II. Veintidós;

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Imaginar.


La mañana del domingo Jongin se despierta abrazando a alguien. No es la almohada que ha estado usando, puesto que aunque tiene una forma y olor similar, lo que hay entre sus brazos sube y baja marcando una respiración serena. Entreabre los ojos, párpados pesados a causa del sueño ya que parece ser más temprano de lo que normalmente se despierta, y vislumbra cabellos castaños revueltos y aplastados en la cama. Cierra sus ojos porque ya sabe de quién exactamente es esa nuca, e inhala profundamente luego de acercar su nariz a esta. Los sueños nunca se habían sentido tan reales, piensa Jongin apretando sus brazos para atraer al otro y mover su cara contra el cuello de Kyungsoo; bueno, el Kyungsoo de su sueño, quien gime naturalmente luego de un rato por haber sido despertado.

Kyungsoo se gira y queda encarándolo, con párpados tanto o más pesados que los suyos y ojeras oscuras.

—¿Qué hora es? —pregunta con voz ronca, pero Jongin no responde y emprende a masajear sus labios por el cuello del mayor. —Ah, Jongin, tengo- tengo sueño. —Farfulla, de todas maneras pasando sus manos por su espalda y parte trasera de su cabeza.

El chico, sin embargo, no se detiene, e incluso deja que una risita se forme en el aire porque no pensó que en los sueños Kyungsoo tomaría esa actitud. Baja por las clavículas del otro, succionando en ellas y deslizando sus manos bajo la remera que usa el otro para dormir, sintiendo su estómago contraerse. Los dedos de Jongin llegan hasta el pezón de Kyungsoo haciéndolo temblar y Jongin una vez más se ríe.

—Jongin, —lo llama con una voz agitada pero a su vez claramente llena de agotamiento.

—¿Hyung? —El menor frunce el ceño y deja de moverse, agitando su cabeza y sentándose en la cama. —¿N-no estoy so-soñando?

—¿Qué? —Kyungsoo se sienta de igual manera, estrujando sus ojos y dejando ir un quejido, tomando su cabeza con una mano— Por supuesto que no.

Jongin lo mira fijamente en silencio, decidiendo si creer en eso o no; Kyungsoo lo mira de vuelta esperando meramente a que el menor reaccione. Cuando finalmente lo hace, es para llevar su índice y pulgar formando una pinza hasta su otro brazo y pinchárselo. Sisea y Kyungsoo ríe.

—¿De verdad pensaste que estabas soñando?

—P-pero hyung dijo... que no iba a... a v-volver —replica confundido; de todas formas feliz de tener a Kyungsoo allí. — No hasta... hasta el próximo fin de... se-semana.

—Conseguí venir ayer, pero llegué bastante tarde y no quise despertarte. El lunes debo volver a marcharme temprano.

Jongin mira a sus manos y su boca se curva hacia arriba suavemente, ya pensando en cómo podría aprovechar la tarde con su hyung.

—¿Podrías- —el menor levanta su cabeza de inmediato— traerme un vaso de agua, por favor?

El chico hace como se le es pedido y vuelve en menos de un minuto con un vaso lleno de agua fría. Tendiéndoselo a Kyungsoo, ve cómo este saca una pastilla del cajón del velador y se toma la mitad del agua.

—¿Hyung está enfermo?

—No, no —responde Kyungsoo sonriéndole por su preocupación— me duele un poco la cabeza, es todo.

Jongin asiente y luego se queda parado, allí; Kyungsoo sentado en la cama, allí.

—¿Por qué no te acuestas otras horas conmigo?


***


III. Defective Abreaction; Kaisoo · Saga GCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora