I. Diecinueve;

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El día del cumpleaños de Jongin amanece sin lluvia ni nieve, es un día bastante vacío, si lo piensa así. Despierta antes que el otro, porque Jongin pareciera ir a dormir toda la mañana en algunas ocasiones, por lo que se acomoda e intenta descansar de nuevo sin conseguir mucho. Kyungsoo, rendido, cepilla la yema de los dedos de sus manos por el brazo desnudo de Jongin, a causa de la remera sin mangas con la que Jongin ha preferido acostarse a pesar de ser invierno. Con los dedos de sus pies acaricia la pantorrilla del otro bajo las sábanas y después de un rato cierra sus ojos y presiona besos pequeños en el hombro tostado del menor. Sube de a poco, sobre un Jongin de respiraciones laxas a causa del sueño en el que se encuentra. Está el cuello, están sus clavículas, mandíbula, mejillas y el borde de sus labios, pero se detiene allí; estancado absorbiendo ese rostro jovial, estancado como su pulso en su garganta y su relación.

Jongin acaba por despertar pasada la hora de la comida, levantando sus párpados pesadamente y apenas sin moverse; Kyungsoo no se da cuenta en un principio del instante específico en que Jongin lo comienza a observar, pero cuando lo hace le sonríe suavemente, para ser respondido con apenas un muy ligero levantamiento de una de las comisuras de sus labios; pero de todas formas acaban los dos dándose caricias flojamente.

Cuando Kyungsoo dice Feliz Cumpleaños, los finales de la boca de Jongin se vuelven hacia arriba, ambos, más marcadamente, y eso es todo lo que obtiene y por el momento, lo que necesita.

El mayor le indica que se prepare para salir y así lo hacen, callados y sin apresurarse; sin preguntarle dónde lo va a llevar, pero lo sabe de inmediato en el palpitar en que doblan cierta esquina de cierta calle. Kyungsoo sabe que a Jongin le agrada su sorpresa, que realmente solo sería el llevarlo a comer a ese restaurante de comida italiana que visitaron cuando Jongin aun era "él", y le sonreía enamorado, y no se preocupaba de besarlo cuando le diesen las ganas. Se sentaron en la misma mesa, pidieron el mismo plato que aquella vez, pero el ambiente era lejos cercano al que tuvieron, lleno de silencio incómodo colmado con el murmullo de los otros en mesas más alejadas. La comida transcurre de igual forma, Kyungsoo todo el tiempo sabiendo que así no es como deberían funcionar las cosas, como debería salir ese día. Nada está como debería ser desde que volvió a ver a Jongin, nada; así una vez acabada completamente la comida, Kyungsoo ya no puede soportarlo más.

—Jongin, yo-

—Hyung-

El atropello de palabras hace que ambos se detengan y se centren en los ojos del otro. Kyungsoo es el primero en reaccionar y decirle que hable primero. Jongin asiente mirando a su plato vacío.

—G-gracias.

Eso toma con la guardia baja al mayor, quien eleva sus cejas y busca los irises de Jongin ladeando su cabeza sin ser respondido.

—¿Por?

—Por... por la co-comida, —casi murmura el más joven, y Kyungsoo sacude su cabeza como queriendo olvidarse de que Jongin acaba de agradecerle a él por una comida que ni siquiera preparó con sus manos; bastante mínimo, pensaba Kyungsoo, de hecho; porque para él Jongin merecía algo mucho mejor que simplemente eso.

—No tienes que agradecer. —Jongin finalmente levanta su cabeza, rostro cansado y le vuelve a llegar como un balde de agua de realidad fría el darse cuenta de lo tanto que bajaron las mejillas de Jongin ese mes y las ojeras que tiene ahora, a pesar de haber dormido más de lo necesario. O quizá es ese cambio de haber llegado a los 20 años; Kyungsoo no podría decir cuál de las dos razones o si son ambas combinadas. De cualquier forma acerca su mano sobre la mesa hasta hacerla descansar bajo la de Jongin— En serio no me agradezcas nada —dice con voz más baja y hablando más que serio— No lo vuelvas a hacer.

III. Defective Abreaction; Kaisoo · Saga GCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora