15 Cap

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Sus besos recorrían por cada parte de mi cuerpo desde mi frente asta mis pies, sus labios suaves me hacían sentir en un mundo mucho mejor que este, sus largos dedos exploraban mi pequeño y delgado cuerpo ¿Cómo soportaba esto? La respuesta era que no, no lo estaba soportando quería más y más ¿Acaso sabía quién era?  No, no lo sabía, no tenía idea sólo miraba un cuerpo lleno de tatuajes pero no su cara.

Sentí la voz más chillona que oído en años.

-Justin!.- Gritaba la chica esta a mis espaldas, me encontraba bronceándome en la piscina del internado, no había ninguna monja todas están en el velorio de la monja que asesino Justin, no hemos vuelto a hablar desde aquel día y no lo quiero hacer.

-Puedes ir más allá? Tu voz de muñeca chillona me hace dar dolor de cabeza.- Hablé con fastidio para volver.

-Entonces vete tú.-Me habló lanzándome el contenido de una botella con agua.

-Qué te pasa maldita perra!.-Me levanté para tomarla del pelo pero se arrancó dejándolo por los hombros,  me espanté al principio pero luego reí para hacer trizas las extensiones.

-Justin!.- Volvió a gritar aún más fuerte, no me importaba si el venía o no.

-Justin- imité su voz intentando hacerla chillona.-Alzé una ceja en burla.

-Yo no hablo así.- Gritó para llorar mientras cogia las extensiones o pedazos de esta.

-Yo no hablo así.- Volví a imitarla.

-Déjame, Justin!.-Volvió a gritar aún más fuerte a los segundos sonrió,  supongo que ahí viene "Justin".

-Déjame,Justin.- Seguí con mi juego de niña pequeña, esto era tan gracioso- Bueno terminó el juego, no me fastidies si quieres seguir dándote los lujos de niña rica que te das aquí, porque diez metros bajo tierra sólo servirás de comida de gusano ¿Entendiste maldita pu...-El empujón de alguien hizo que callera al agua, no estaba molesta estaba furiosa quien quiera que alla sido sabrá quien es ______ Gradma.

Salí con la poca dignidad que me quedaba, escuché risas y más risas entre todas un grupo que resaltaba, pude divisar aquella cabellera castaño claro para caminar asta él que mostraba el video que había echo de mi caída. Ahí estaba Melany riendo

-Gracias amorsito por botarla, la salvaste porque le iba a lanzar un golpe.-Se reía mientras hacía muecas.

-Tú a mi golpearme?- Reí mientras me acercaba a el y le hacía trizas su teléfono- Tú lo apunté con el dedo, me tienes arta entiendes lo que es arta, no soporto tan solo verte me da ganas de matarte, sabes por qué no lo hice aquella noche? Me estoy vengando lentamente- Me agaché a coger su teléfono echo trizas.- Ten, necesitarás otro.- Sonreí, bese su mejilla y susurré en su oído "No sabes en lo que me has convertido"

Caminé rápidamente hacia dentro del lugar las miradas no faltaban, miré a todos haciendo que dejen de verme lográndolo por suerte de ellos y mía.

-______.-Gritó detrás mío.

Seguí caminando necesitaba salir a caminar o terminaré asesinando a alguien.

-_______ ven aquí ahora.-Me jaló del brazo juntándome a él.

-Qué! Déjame estoy alterada, lárgate no te quiero ver ni escuchar, me repugnas.- me safé de su agarre.

-Bien, no acostumbro hacer esto pero Lo siento. -Rascó su nuca en forma nerviosa.

-Escucha, vé y métete tus disculpas por donde no te caben.-Lo empujé entrando a mi habitación para empezar a rebuscar entre mis cajones y sacar un cigarro.

-Deja eso ahora.-Me empujó contra la pared, tomó el cigarro y lo aventó por la ventana.

-Hey, hey, hey que te sucede maldito cabrón nadie puede hacer eso le lanzé un puñete en su ojo.

-Joder, qué clase de mujer eres? Golpeas duro Joder. -Sobó su ojo.

-Sólo vete.- Volví a sacar otro cigarro para está vez sí poder prenderlo y tomar una bocada, mi cuerpo se relajaba en la primera bocada y me encantaba.

Sentí sus manos en mi cuello para luego juntar nuestros labios y moverlos a un compás perfecto quería alejarme pero no podía o no quería no comprendía todo justo ahora.

Mi cuerpo topó la suabe cama y sus besos estaban en mi cuello me estaba mojando con tan solo sus besos, me sentía en otro mundo, pero este mundo me fascinaba.

La pequeña ropa que llevabamos empezaba a estorbarnos sus largos y experimentados dedos jalaron la tira del brazier del bikini para que mis pechos quedaron al aire, no me interesaba nada ahora realmente, jugué con los bordes de su pantaloneta para sacarla lentamente y el seguir con mis bragas para yo terminar con sus boxer.

Sentía su erección en mi vientre para ir bajando asta mi entrada, nadie hablaba, los pequeños jadeos míos era lo único que se escuchaba, enrollé mis piernas en su cintura para sentir la punta casi dentro, y voltear quedando sobre él, agarré su pene para introducirlo rápido y moverme en círculos pequeños.

-Oh Dios, más rápido ______.-Jadeo Justin agarrando mis senos que empezaban a saltar en sus manos, los círculos habían cambiando por saltos rápidos y apresurados los cuales me hacían gritar de pasión.

-Oh ______ Joder ya.-Murmuró casi cerca de llegar al clímax. Apresuré mis movimientos ya que yo ya llegaba en cualquier momento, sentí como mi vagina apretaba su pene.

-Ahhh Justin.-Grité arañando su pecho, mientras nuestro líquido se mezclaban entre ambos, boté mi cabeza hacia atrás para escuchar enseguida el gran jadeo de Justin.

-Oh _____ eres perfecta. -Tomó mi cintura, seguí moviéndome despacio

-Oh eres genial.-Volvió a hablar para sentarse y yo quedar sobre el con su pene dentro de mí.

-Justin, dame contra la pared.-Besé su oreja para morderla lentamente.

-Oh nena.-Me empujó con fuerza hacia la pared más cercana y penetrarme con fuerza.

-Oh sí.-Gruñi mientras aruñaba su espalda, me encantaba como su pene llegaba tan adentro de mi que sentía explotar.

-Nena Dios estas tan estrecha, me encanta.-Besó mi cuello deliciosamente, sus embestidas eran mucho más fuertes  y rápidas, nunca en mi vida he llegado tan rápido a un orgasmo pero Dios mío este hombre.

-Mmm prométeme que lo repetiremos.-Me murmuró cuando ambos llegamos.

Lo besé para tomar su pene y masturbarlo, sin duda me quité el estrés.

En el Narcotráfico no hay AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora