22Cap

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Sentía náuseas, la cabeza me dolía, mi cuerpo quemaba y los ojos me ardían.

-_____? Te encuentras mejor?.- Preguntó Ashley tocando mi frente.

-Siento que moriré.- Bromeé pero su mirada de alteración me hizo corregirme.- Me siento mejor Ashley.

-Llevas así ya dos días, ni siquiera sales del cuarto.- Negó besando mi frente, ella era tan linda, era la única que se preocupaba por mí.

-Ashley se que no debería preguntar pero las dudas me comen. - Bajé la mirada mientras soltaba una sonrisa de complicidad.

-Justin?.- Sonrió con burla, ella sabía todo, se había ganado mi confianza y necesitaba contarle a alguien, me sentía en cerrada.

-Sí.- Reí.- ¿Qué es de él?.-Pregunté sería pero feliz.

-Pues lo normal antes que llegaras. - Alzó los hombros.- Suele irse todo el día o la mitad de este, molesta a los débiles, ofrece droga a cualquiera y no llega a ninguna clase, y el a estado con Melany follan todo el receso y no dejan a nadie entrar al sanitario.- Refunfuñó acordándose de algo.

-Qué ha pasado? No te ha dejado entrar al sanitario? .- Reí apenada.

-No, bueno me dijo algo y me cerró la puerta en las narices.

-Qué te ha dicho?.- Pregunté llena de duda.

Suspiró y supe que era algo malo.- No creo que sea bueno decirte.- Sobó mi hombre en forma reconfortable.

-Espero todo y nada de él.- Alcé los hombros. - Habla.

- Iba a entrar al sanitario pero el me tomó del brazo y me alejó de ahí entrando con Melany pero antes de cerrarme la puerta en las narices me dijo que te dijera que te estaba olvidando.- Dijo rápido y suspirando.

-Dime sus palabras exactamente.

- *Dile a la zorra de tu amiga que estoy tan feliz que no aparezca por aquí, que la estoy olvidando de la mejor manera*.-Gruñó recordando aquello.

-Bien.-No dije más y me levanté al baño.

No puedo quejarme, no puedo reclamar cuando yo le pedí que se alejara, me dolía, me dolía en el alma pero ¿Acaso puedo hacer algo? No, y así pueda no lo haría.Pensaba en todo, pensaba en mi vida, pensaba en él. Ya había pasado más de cinco minutos que decidí salir pero sentí que mi trasero vibraba así que tomé mi celular y miré aquel número, los ojos me brillaron y apuesto todo a que no era de alegría.

- Sí?.-Hablé seria mostrando que todo estaba bien. Jemidos y más jemidos se escuchaban, aquella voz pidiendo más y el gruñendo hicieron que el corazón se me partiera en dos y más pedazos.

-Justin.-Gritó gimiendo, por qué seguía escuchando? Me gustaba el dolor.

-Ashley. -Jadeó.

ASHLEY?! ¿QUÉ? Salí lo más rápido del baño y sí, ella no estaba, una nota en la cama me llamó la atención *_____ voy a comer algo, ya regreso* Si que había ido a comer algo, maldita perra.

No pude más y me quebré, me resbalé por la pared y lloré, lloré como no lo había echo hace tiempo, no había llorado con tantas ganas desde la muerte de mamá y esto me rompía, creí que ella era mi amiga, creí que el sería algo lindo por un tiempo. Soy una estúpida, las lágrimas mojaban mis mejillas rosadas, los gemidos eran más fuertes, no quería colgar, quería, necesitaba escuchar todo.

-Ah.- Gritó ella, mientras hacia ruidos con su boca cada vez más fuertes. Maldita traicionera.

-Vamos Ashley.- Gruñó, escuchaba el sonido de sus cuerpos juntarse y eso me hizo estremecer. Esperé uno o dos minuto asta que decidí hablar.

En el Narcotráfico no hay AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora