17.

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—Mami, estoy solo y aburrido. — Suspiré fastidiado.

—Me tienes a mi, cabeza de coco. — me dio un pequeño e inofensivo zape.

—Necesito personas de mi edad, no gente vieja. — Murmuré.

—Vieja tus nalgas, Carlton. — dijo llevándose unas papas a la boca. —¿Por qué no buscas a Austin?— cuestionó.

—Recuerda lo que pasó...— suspire. — Además, debe estar con su novia. — rodé los ojos.

—No entiendo. — frunció el ceño. —¿Le gustan los traseros o las vaginas?—

—¡Mamá!— la reprendí. — Le gustan las dos... — susurré.

—Oh, le va a los dos lados. ¿Quiere decir que esta encerrado en dos closets o algo así...? ¿Sabes? No entiendo esa metáfora. — rodé los ojos. — De todas formas deberías buscarlo, no como pareja, si no como lo que ustedes fueron, mejores amigos. — opinó.

—No lo sé...— hice una mueca. —¿Esto no es una especie de plan para que volvamos a estar juntos, cierto?— pregunté.

—¡Chandler!— me regañó. —¿Me crees capaz de obligar indirectamente a dos personas a que estén juntas, aun si una de ellas sea mi propio hijo?— preguntó sorprendida e indignada.

—Sí. —

—Bueno, cabeza de coco, esto no es un plan. — rodó los ojos. —Si lo fuera estaría invitando a Austin directamente a la casa y me iría dejándolos solos. — sonrió.

Reí rodando los ojos, subí a mi habitación tomando mi teléfono, en decidirme si realmente era lo correcto, suspiré.  Lo haría por nuestra amistad, no por nuestra relación.

Uno... Dos...

—¿Chandler?— preguntó por la otra línea.

—Uh, h-hola Austin... ¿Puedes venir?—

La linea quedó en silencio, temía que se negara, y me dijera lo imbécil que soy, porque demonios, si lo era, en parte el tampoco era muy...

—Estoy en tu casa en 5 minutos. —

EL DIARIO DE CHANDLER; AUSDLERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora