10 Palabras || Winter Witch (Terminada)

That's not what everyone else sees

Steve se sentó en su auto preocupado, aún no llegaba su acompañante y ya estaba empezando a pensar que lo dejarían plantado.

—Capitán —llamo Sharon Carter subiéndose al auto en donde estaba Steve, la agente tenia un vestido rojo elegante y lucia bastante arreglada.

—Vecina —saludo Steve haciendo sonreír a la rubia.

—Lamentablemente te traigo malas noticias —aviso la agente cambiando el ambiente dentro del auto —pasaron muchas cosas mientras se fueron, atacaron la instalación de los Vengadores y las personas que estaban dentro describieron un humo color azul el cual se llevo tecnología importante junto a documentos clasificados pero eso no es lo mas preocupante.

Steve frunció el ceño levemente decepcionado, habia esperado algo más ademas de trabajo y preocupaciones.

—¿Qué puede ser peor?

—Un hombre llego la semana pasada a las instalaciones de los vengadores, él es capaz de controlar el metal. —Sharon suspiro para luego mirar a Steve —Dijo que buscaba a Wanda Maximoff y amenazo que si no la entregaban abrían consecuencias.

El Capitán quedo paralizado en su asiento, sintiendo como el color se iba de sus mejillas.

—¿Qué quiere con Wanda? —pregunto Steve 

—No lo se pero parece serio.

—Gracias Sharon —se despidió Steve afligido a la vez que veía la hora 

—Lamento haber sido yo la que te de toda la información deprimente —dijo la rubia para luego bajarse del auto, dejando solo a Steve.

  ♥  

Al terminar de hablar con el doctor, James volvió a su habitación, pensando que seria mejor tomar una ducha para ver si así dejaba de pensar en la persona desconocida que se habia metido en su cerebro hace unas horas atrás.

Hizo un ademas para quitarse la camisa pero se detuvo al momento en que vio un humo azul entrar por la puerta de la habitación.  El humo parecía denso, como una neblina, el soldado trato de rodear el humo pero este se acerco como si estuviese tratando de retenerlo, no podía luchar con algo que no podía tocar y no sabía si aquella niebla azul era venenosa.

Pero dejo el miedo de lado al escuchar un grito.

Era Wanda. 

 ♥

—¡Wanda! —cantó una voz haciendo que la melliza abriera los ojos, sobresaltada, pero no había nadie dentro de la habitación —¡Wanda! ¿porque me ignoras? — la castaña sintió como su corazón se aceleraba al máximo, no había nadie en la habitación pero aún así podía escuchar a la otra persona claramente, como si le hablara al oído.

La voz era aguda y con un toque infantil que resultaba escalofriante para la ocasión.

—¿quien eres? —pregunto Wanda a la nada, no sabía porque pero al volver a escuchar esa voz había empezado a sentirse muy mal.

—¿no sabes quien soy? —pregunto la voz como si estuviese dolida de que la melliza no recordaba su nombre —pero ¿como es que no te acuerdas de mi? Eramos compañeras de celda.

La melliza sintió un escalofrío en toda la espina dorsal y sin poder evitarlo soltó una grito, su única compañera de celda había sido Lizzy, una pequeña niña quien murió en uno de los experimentos.

—tal vez a mi no me recuerdes— reflexiono la voz para luego extinguirse por completo.

—pero si debes de recordarme a mi.

Los ojos de la melliza se cristalizaron y casi se rompe a llorar en el suelo, esa era la voz de Pietro, su Pietro.   Pero esa misma voz la hizo despertar de la realidad:

Pietro estaba muerto, Lizzy estaba muerta y alguien estaba tratando de jugar con su mente.

Wanda observó como la habitación se había empezado a llenar de un humo color azul y sin pensarlo se cubrió a sí misma en un escudo escarlata a la vez que la puerta de la habitación se abría y de esta ingresaba Bucky el cual miraba espantado y sorprendido la escena.

El humo actuó como si tuviese vida propia, se acercó a el soldado tratando de tocarlo pero siendo impedido de inmediato por Wanda quien empezó a expandir su onda escarlata en un intento de proteger a James, él cual cuidadosamente se acercaba a la castaña.

—¿Te daño? —pregunto el soldado volviendo a su semblante serio mientras observaba como el humo se iba desintegrando de poco a poco por el poder escarlata de Wanda.

—¿Que haces aqui? —murmuro la melliza ignorando las preguntas de Bucky mientras que se sentaba en el frió suelo.

—Wanda ¿que era eso? —volvió a preguntar el soldado

—no lo se —admitió la melliza ya empezando a odiar el responder siempre la misma frase ante las preguntas del soldado —trato de jugar con mi mente, pero me di cuenta a tiempo cuando el humo se empezó a acercar.

—¿que quería hacerte? 

—creo que quería dejarme desmayada  —respondió la melliza mirando con preocupación a el soldado para luego observar la pared por donde habia desaparecido el humo

—¿Wanda? — la chica se dio vuelta para mirar al soldado, a Bucky por un momento le recordó a una muñeca de porcelana con los ojos grandes y curiosas llenos de luz, aunque él sabía que ella no se rompía con facilidad como las muñecas de porcelana —debemos avisarle a T'Challa de esto. —Wanda negó con la cabeza varias veces.

—James, él piensa que estoy loca.—Bucky miro a la castaña algo sorprendido pero esta tan solo lo observaba, como si fuese algo normal que la consideraran una lunática —y no confía mucho en tu salud mental tampoco.

—Pero debemos hacer algo, no podemos quedarnos así nada mas. —El soldado suspiro —antes de venir aqui también estaba ese humo en mi habitación, no me desmaye porque escuche tu grito.  

—T'Challa no confía en nosotros.

James frunció el ceño, se sentía una obligación ayudar a la melliza, no porque la conociera o le importara pero ella lo habia ayudado en múltiples ocasiones, sin siquiera conocerlo ella lo habia defendido.

—¿Entonces no haremos nada? ¿dejaremos que ese... humo nos moleste cada vez que quiera?

—Yo nunca dije eso —negó la mejorada exhalando un suspiro, como si es tuviese decidiendo algo importante —tengo una idea, pero no te va a gustar.

♥

—¿que estamos esperando?—pregunto Nat mientras entraba al auto donde mismo habia estado antes Sharon, pero ella a diferencia de la agente no lucia tan elegante.

—Natasha te extrañe mucho —admitió Steve

—Si, ya lo creía —respondió la espía mientras sonreía de lado con arrogancia 

Steve sonrió para luego atraer a la pelirroja en un pequeño beso.

—Yo también te extrañe —admitió Nat para luego devolverle el beso.