Dizzy Wallin, había planeado dar una visita a una de las islas del sur donde yacía un gran soldado; Tai Kaliso, aquel hombre que hace varios años atrás había arriesgado su vida por él y había muerto en el intento de dar una oportunidad a la humanidad.
Sus hijas rogaron para que las incluyera en su viaje, Dizzy les había contado mucho sobre aquel soldado, sus hazañas en el campo de batalla, sus sabias palabras que solían regresar un poco de esperanza al alma, el respeto que le tenían los demás, su vida y su tragedia. Dizzy aceptó llevar a las niñas para enseñarles el sacrificio que conllevó regresar la paz para obtener estos días que ahora ellas gozaban.Las niñas y Dizzy subieron a la vieja "Betty", la perforadora 314 donde años atrás había llevado al escuadrón Delta a Landown. Betty seguía en perfectas condiciones, Dizzy, la cuidaba como si fuera una hija más para él, la excavadora tenía, además del signo de la CGO, la inscripción "En memoria de Tai Kaliso."
Al cabo de unas horas en la excavadora llegaron a una parte del terreno donde no podía pasar con Betty así que descendieron y tomaron su rumbo a pie. El paisaje era, en algunas ocasiones perturbador, aunque la CGO había mandado a reconstruir Isla Irohma todavía conservaba sus aspecto fantasma debido a que después de la masacre de la URI, los habitantes, que corrieron la suerte de no haber sido exterminados, huyeron de sus hogares para no volver jamás. Los árboles majestuosos se elevaban sobre toda la isla cubriendo la mayor parte de la luz proveniente del sol por lo que se veía la penumbra de algunas construcciones que aún se conservaban en suelo nativo.
Avanzaron hacía el centro de la isla donde se encontraban los caídos. Las tumbas se alzaban en medio de la isla todas mirando hacia el norte, rodeadas de vegetación verde y flores silvestres de todos los colores que el ojo humano haya visto a lo largo de su vida. Había un camino que iba desde el centro de todas las tumbas hacia el norte, en una ocasión Tai comentó que era una tradición pues las tribus creían que hacía el norte el alma de los muertos se ponía en marcha para llegar al sol donde ascenderían a los cielos.
-¿Qué nombre buscamos? - preguntó la hija más pequeña de Dizzy.
Tai Kaliso. - respondió.Las dos niñas caminaron en la maleza con los ojos clavados en las tumbas buscando el nombre de aquel soldado. Hacían a un lado el pasto para revelar el nombre. Dizzy hacia lo mismo, se pasaba por las tumbas buscando el nombre de quien le salvó la vida hace unos años.
-¡La encontré, aquí está! - dijo la hija pequeña con cierto entusiasmo.
Dizzy caminó a donde se encontraban sus dos hijas de pie junto a la cruz blanca enterrada en el suelo húmedo del lugar tenía una inscripción "Soturi" que significa "Guerrero". Dizzy se quitó su típico sombrero que lleva desde que se vio obligado a unirse a las filas de la Coalición, y se arrodilló frente a la tumba.
-Siempre hablaste sobre la esperanza que mantenía viva la ilusión de que alguna vez la humanidad volviera a conocer la paz. - hizo una pausa. - Ahora lo hacemos, terminamos con el régimen de terror que cubría el planeta pero en especial que cubría nuestros corazones. - dijo.
-Papá siempre habla de usted, de las hazañas que logró hacer ahí fuera. Pero en especial por haber salvado su vida. - pronunció la hija mayor.
-Estas son mis hijas, Tai. Las niñas de mis ojos, las niñas en las que pensaba cada momento durante la guerra. Las niñas que me mantenían vivo. Por tu acto heróico las pude volver a ver. Gracias. - dijo tragando saliva.
La pequeña de Dizzy se alejó un poco y se dispuso a buscar algo mientras que su hermana y su padre permanecían en la tumba de Tai. La tumba estaba rodeada de mucha maleza, en sí, era la más descuidada, nadie venía a visitarlo pues ya no tenía familia, ya no le quedaba nadie. Su familia había sido asesinada a manos de la URI hace muchos años, Tai les guardo rencor y desde entonces juró que traería de vuelta la paz a las siguientes generaciones y que se aseguraría que ningún niño quedará sin familia, por qué sabía lo que se sentía. Dizzy cortó un poco del pasto que rodeaba la tumba para darle un aspecto más limpio y cuidado, limpió la cruz para darle un aspecto más blanco y brillante.
Al cabo de un rato en silencio y un ambiente frío algo incómodo la pequeña hija de Dizzy regresó con unas flores en las manos, bellas flores coloridas que irradiaban de alguna manera, calidez. Tenía una color lavanda que era la más grande, una color verde la cual era la más brillante, una color azul que era la de mayor número de pétalos, una color violeta que era una especie que por las mañanas permanecía cerrada pero por las noches se abría.
-Le traje unas flores. - dijo la pequeña arrodillándose. - Tome una lavanda por qué significa equilibrio, es la más grande por qué sana el espíritu de todos. - colocó la flor vertical frente a la tumba. - Esta es color verde la cuál simboliza la esperanza, es la más brillante por qué usted hacía hincapié a ella, usted irradiaba esperanza. - la colocó igual que la anterior solo que más arriba. - La azul significa proceso y cuenta con más pétalos puesto que la humanidad ha salido adelante. - Y la última es violeta que hace referencia a la serenidad, pues su alma ahora descansa con sus seres queridos. ¿Por qué se abre en las noches? Porqué en las tinieblas mostramos lo que en verdad somos y debes conservar la serenidad para que todo vaya bien. - dijo niña y dio un paso hacia atrás.
-Ahora, tu alma puede ser liberada. Sigue el camino hacía los cielos y elévate sobre tus seres, puesto que se convirtió en un espíritu libre que se dispone a sanar el corazón de los enfermos de guerra. - dijo la niña soplando un diente de león.
La hija más pequeña de Dizzy, había crecido escuchando las historias que su papá le contaba acerca de Tai, sobre la calma de su espíritu que conservaba aún en los tiempos más difíciles. La pequeña se había interesado sobre la forma de pensar de la gente de las islas del sur así que comenzó a indagar sobre ella. Descubrió que para poder desarrollarse en todos los ámbitos tenía que, primero, buscar la paz interior. A su corta edad se había vuelto una pensadora de la vida, reflexionaba sobre los actos humanos y se cuestionaba sobre los cielos.
Dizzy contuvo las lágrimas en sus ojos, las lágrimas hacían una capa en los ojos que reflejaban a su hija colocando las flores en la tumba de Tai. Tomó de los hombros a sus pequeñas hijas quienes rodearon con sus brazos el cuerpo de su padre quién permanecía de pie delante de la cruz mientras la noche comenzaba a caer.
-Tai ¿era fuerte? - preguntó la mayor. -
-Es la persona más fuerte que he conocido. Marcus lo describía como una persona dura de matar. Otros, lo describían como un Brumak una de las especies de Locust más duras. - contestó mirando al cielo.
-¿Por qué cayó? - preguntó la pequeña.
-Una vez Tai nos contó sobre la filosofía de su abuelo, "Cada guerrero tiene un igual. Una fuerza opuesta con la misma capacidad. Cada uno tiene alguien superior. Una fuerza que no se puede vencer". - hizo una pausa. - Tai, encontró a esa fuerza opuesta. Hasta lo más fuertes pueden ser derribados. - terminó.La flor color violeta, había sido colocada en una parte de la tumba y yacía debajo del árbol más viejo del lugar, puesto que ahí la luz de la luna traspasaba la densa vegetación del árbol. La flor cada noche permanecía abierta y era iluminada por la luz cálida de la noche. Le daba un aspecto de serenidad al lugar y te hacía sentir con mucha paz. Después de todo, ella tenía razón. "En las tinieblas se muestra lo que realmente eres, pero recuerda, mantén la calma y las tinieblas se irán pues mostrarás que no ante cualquier cosa, te estremecerás."
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Fanfics de Gears of War.
FanfictionEl Universo de esta saga es algo que realmente me atrapó. Cada acto, diálogo, cómic, libro, personaje hace que uno quiera ser parte del universo y seguir adentrándose en el. No queremos que nunca acabe así que decidí dar una aventura sobre lo que pa...