Familia Santiago

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4 años antes del "Día - E", Casa de los Santiago, primeros días de la helada.

El viento soplaba fuerte en el exterior, el frío se filtraba por las pequeñas separaciones que existían en las ventanas y puertas de la pequeña casa que los señores Flores y Santiago habían conseguido para los padres primerizos. La morada era pequeña; una planta solamente.

María y Dominic Santiago, se encontraban a lo largo del sofá, María estaba en los brazos de su esposo mientras ella sostenía a su bebé. El pequeño acaba de nacer hace solamente 4 días, los señores Flores, habían ya, conocido a su nieto, vinieron lo más pronto posible. Exactamente hace dos días se encontraban en la casa de los padres. Sin embargo a la llegada de la helada, los caminos hacia el hogar de los Flores serían muy arriesgados para tomar, los padres de María, no estaban del todo contentos de marcharse y dejar a los nuevos padres solos, pero tenían que hacerlo.

Los señores Santiago habían estado llamando a la casa para saber el estado de la nueva pequeña familia y habían esperado hasta este momento para visitarlos puesto que Marcus y Carlos recién acaban de regresar de una misión.  La noche empezaba a caer, el viento soplaba con mas fuerza y hacia más frío.

-Ahora vuelvo, iré a prender los calentadores.- rompió el silencio Dom.

Dom no quería dejar a su mujer e hijo solos ni un segundo, quería estar con ellos el mayor tiempo posible. María no podía hacer mucho esfuerzo así que, cuando Dom tenía que hacer algo donde los perdiera de vista, lo hacía lo más rápido posible.

Antes de que regresará, se escuchó el motor de un auto apagarse, seguido de el sonido de las llaves y la perilla de la puerta giró, aparecieron  por los gruesos marcos de la puerta la familia entera, primero entraron los señores Santiago; Eva y Eduardo, seguidos de Carlos y a lo último Marcus. Dejaron sus abrigos en un pequeño perchero y se dirigieron al sofá donde estaba Maria y el pequeño bebé.

-Dios mío.- dijo Eva Santiago mientras se sentaba a un lado de Maria.
-No puedo creer que seamos abuelos.- dijo Eduardo Santiago, María le entrego al pequeño en sus brazos.
-Este bebé es hermoso.- Maria sonrió y hecho un vistazo hacia el corredor.
-Dom fue a encender los calentadores, no debe de tardar.- dijo mientras se acomodaba
-Eso espero, me muero por ver a mi hermanito.- dijo Carlos.

Unos minutos después Dom apareció en el corredor. Hubo un momento de silencio pero era un silencio diferente, no era uno frío y profundo que te recorría lentamente por la espalda,más bien, era lleno de emociones encontradas todas ellas distintas. Carlos corrió hacia Dom y le dio un gran abrazo, un abrazo que Dom no había tenido por parte de su hermano por un largo tiempo.

-Dom, tu hijo es hermoso. Estoy orgulloso de ti.- dijo Carlos con una sonrisa.
-Muchas Felicidades a los dos, esperamos que esta nueva estapa de sus vidas sea maravillosa. - dijo la Sra.Santiago mientras su esposo entregaba su nieto a la madre.
-¿Han pensado en algún nombre para su hijo?- preguntó Marcus.
-Si, cuando nuestro hijo nació. Queríamos que llevará un nombre de alguien que fuera un ejemplo a seguir. - dijo Maria quien intercambió miradas con Dom.
-Le pusimos así en honor a una persona que es nuestra inspiración y de la cual estamos muy orgullosos y estamos seguros que en un futuro va a seguir los pasos de su tío.- dijo Dom con una sonrisa.
-Eres una inspiración para nosotros Carlos, es por eso, que le pusimos tu primer nombre, Benedicto. - dijo María.
-Para mi, significa mucho que su hijo lleve mi nombre. Será un honor. Estoy seguro que no te defraudará tu hijo. - dijo Carlos con una gran sonrisa.

María le entrego a Benedicto a Carlos y este lo cargo muy nervioso pues su sobrino eran muy pequeño en comparación de sus grandes manos, Carlos tomó  entre sus brazos al pequeño quien abrió los ojos para mirar a su tío.

-Oh, hola pequeño. Yo soy el tío Carlos. - dijo con mucho entusiasmo. -Cuidaré de ti al igual que el tío Marcus, quien está en la puerta, pasaremos, junto a tu papá, momentos  extraordinarios. -
-Nos aseguraremos que tengas una gran infancia, así como fue la mía al momento de conocer a tu familia. - afirmó Marcus.

Carlos mantuvo a su sobrino por un largo tiempo hasta que llegó la hora de la comida para el pequeño, el tío Carlos le entregó a Maria el pequeño bebé y ella subió al cuarto. Los señores Santiago, Dom, Carlos y Marcus permanecieron en la sala, todos frente a la chimenea que Dom acababa de encender. La noche estaba muy fría y según las noticias la helada se había adelantado.

-Tengo que disfrutar a mi hijo lo más que pueda. - dijo Dom mientras ponía las manos cerca del fuego para calentarlas.
-En unos días más tendremos que partir.- dijo Marcus mientras miraba hacia abajo.

Dom recién iba a comenzar en la Coalición, Dom se veía obligado a crecer en muy poco tiempo a pesar de ser un niño todavía pues a sus 16 años ya cargaba con mucha responsabilidad; una familia que mantener. Sus padres habían tratado de hacerlo entrar en razón, después de todo, uno no sabe si va a volver de alguna batalla, Carlos fue quien les dio la confianza de que su pequeño hermano estaría bien, además de que Dom quería darle a su esposa e hijo, una vida apropiada.

-Marcus, ¿puedo hablar contigo un momento?- preguntó Carlos mientras se ponía de pie y caminaba a la cocina.

Se adentraron en la pequeña cocina y Carlos cerró la puerta una vez que Marcus entró.

-Se que es difícil, es mucho lo que te voy a pedir ahora.- hizo una pausa.- Pero se que lo cumplirás. - Carlos sacó de sus bolsillos una cadena que le colgaba un pequeño ángel con una placa que tenía grabado "Santiago". - En unos cuantos días tendremos que partir, por primera vez  tengo miedo de no volver a casa.-
-Eso no va a suceder Carlos, no ahora.- argumentó Marcus.
-Cuando cargue a Benedicto y me encontré con sus ojos sentí un escalofrío por mi cuerpo. Ver a un ser tan pequeño e indefenso me hizo sentir responsable de él, es mi primer sobrino y quiero verlo crecer. Algo dentro de mi, me dice que ahora más que nunca debo preocuparme por mi hermano, debo asegurarme que Benedicto tenga a su papá aunque eso cueste mi vida. - dijo Carlos con la vista agachada.
-Carlos... Todo va a salir bien. Es una batalla más, nada es imposible para Carlos Santiago. - dijo Marcus colocando su mano en el hombro de su amigo.
-Quisiera pedirte un favor, bajo cualquier circunstancia, si yo no llegara a sobrevivir a Punto Aspho. - Carlos fue interrumpido.
-Volverás Carlos. Nada malo té pasará. - insistió Marcus.
-Prométeme que te asegurarás que el niño crezca bien, convivirás y harás lo posible para que Dom vea crecer a su hijo. Benedicto también es tu sobrino. - siguió Carlos.
-Volverás a casa, Carlos. - repitió Marcus.
-Prométemelo. - soltó Carlos y estiro hacia su amigo la cadena que le mostró desde el inicio.
-Lo haré.- dijo Marcus soltando un suspiro y  tomando el collar de Benedicto. -Yo te traeré a Casa.- dijo cerrando su puño con la cadena.

 Fanfics de Gears of War.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora